...DESACUERDOS... ACUERDOS...

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Todo había pasado tan rápido que le parecía increíble que ahora se encontrara nuevamente en su época. Aome estaba recostada en su cama mirando fijamente el techo de su habitación, habían pasado dos días desde que se entero de todo. Su familia si que se había sorprendido bastante ante la noticia del padre del futuro miembro de la familia.

- Sesshomaru… - suspira la chica – primero él y luego esos cinco monjes, esto no parece real – sus palabras la llevan a recordar lo ocurrido esa noche.

Flashback

El humo comenzó a disiparse y en efecto en el lugar donde había estado Katpas ahora solo quedaba un enorme punto negro en el suelo. A unos tres metros de la marca se encontraban de pie las cinco figuras, pero el grupo quedo totalmente sorprendido al ver de quienes se trataban

Delante de ellos se encontraban cinco monjes, para ser más precisos los monjes que habían visto hace unos dos años cuando aún estaban en la búsqueda de Naraku, eran los monjes que ayudaron a una aldea en la que los niños habían sido secuestrados,

- Son ustedes ¿Qué demonios hacen? – pregunta Inuyasha con el ceño fruncido, al no recibir ningún tipo de contestación grita – CONTESTEN – los integrantes del anterior grupo de búsqueda de los fragmentos estaban realmente sorprendidos por la presencia de los monjes

- Hicimos lo que debíamos hacer – dice uno de los monjes, el que parecía ser el líder del grupo.

- No tiene que darles explicaciones Ungai-sama– quien dice estás palabras era el más joven de los monjes.

- Silencio, acaso no te das cuenta en frente de quien estás Aratou – responde el monje Ungai señalando con su cabeza hacia Aome, mientras Aratou la mira los demás monjes bajaban respetuosamente la cabeza.

Al reconocerla el monje se sorprende y baja la cabeza rápidamente – Disculpe – aunque los integrantes del grupo de Inuyasha no sabían si se refería a Aome o a su superior

- Disculpe su excelencia, ¿podría decirnos porque han eliminado a ese yokai? – pregunta Kikyo con voz seria dirigiéndose a Ungai, pero el monje sólo la mira de arriba hacia abajo con el ceño fruncido y no le responde, al ver la expresión del monje hacia Kikyo Inuyasha estuvo a punto de tirársele encima, pero una voz lo detuvo…

- Excelencia de verdad agradeceríamos una explicación – dice Aome acercándose al monje, algo le decía que no le pasaría nada.

Ungai le sonríe a la chica y asiente – Es un gran honor para mi estar frente la protectora de la preciada perla de Shikon – Aome se sonroja, mientras los demás perplejos ven el cambio de actitud del monje – Eliminamos a ese yokai por haber asesinado a nuestro maestro Shogo, monje y guardián del monte Kiroyu.

- Que ha dicho MONTE KIROYU, esto si que es una coincidencia  – dice Miroku exaltado – es decir, que su maestro era el guardián del pergamino que tenía Katpas…

- ¿Cómo sabe del pergamino? – interrumpe Aratou, pero antes de que cualquiera de los integrantes del grupo contestará, Ungai tomo la palabra.

- Nuestro maestro era el guardián de dicho pergamino, ese yokai lo robó y nuestro deber era devolverlo para que no perjudique a nadie.

- Pues ha llegado tarde – dice Inuyasha irónicamente.

- Acaso lo ha utilizado… eso es imposible, su contenido podría acabar con todos nosotros – dice Aratou, quien salto hacia el frente del grupo de monjes.

- Por lo que veo, ustedes no tienen NI IDEA de lo que contenía ese pergamino – dice burlonamente Inuyasha.

- CÁLLATE – grita Aratou.

UN BEBÉ INESPERADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora