Ese domingo Jack se despertó algo tarde. Ni siquiera sintió cuando Max llegó de trabajar. Tenía que estudiar ese día ya que el resto de la semana tendría varias pruebas; pese a todos sus problemas Jack intentaba mantener su promedio, era algo de lo que su padre solía alardear mucho y era quizás lo único en lo que realmente podía sentirse orgulloso de presentarle.
Pensaba en su futuro, si ciertamente podría tener un futuro. Trabajaría en el campo científico, en la investigación. Él era brillante y sabía que podía llegar lejos, podía meterse de lleno a eso y quizás le daría a su vida algún sentido trabajando en un centro de investigación, en largas jornadas de laboratorios y análisis, haciendo pruebas y estudios. Miller también lo animaba a que encontrara en su carrera un propósito de vida; y por ahora ciertamente para Jack era lo único que lo esperanzaba y lo apasionaba.
Salió de su habitación con un libro en la mano que analizaba a fondo, iba a la cocina dispuesto hacer suficiente café para pasar el día domingo metido en sus libros y ocupando su mente en algo provechoso. Dado que Max estuvo trabajando toda la noche estaría durmiendo casi todo el día, y si quería café tendría que hacérselo él mismo. Casi se tropieza por pisar algo que se enredó en su pie. Era el pantalón de Max y el resto de su ropa y su bolso estaban tirados en el piso...y él estaba profundamente dormido tirado en ropa interior en el sofá de la sala. Por alguna razón prefirió echarse a dormir en la sala en vez de irse a su cuarto.
—¡Maldición, Max! ¡Tengo que estudiar! ¿Cómo diablos me voy a concentrar en analizar la química de los nervios craneales si te acuestas de esa manera en la sala?
Lucía un boxer azul de lycra bastante apretado con una erección matutina que no dejaba nada a la imaginación. Jack cerró el libro y mandó al diablo a todo el sistema nervioso y sus divisiones. Max era un atleta ante todo, así que es de esperarse que tuviera un cuerpo de ensueño, bien definido y fuerte. Jack solo se imaginaba lamiendo todo ese abdomen esculpido y perfecto. Tentó un poco a la suerte de acercarse un poco más a su inocente y profundamente dormido roomate para deleitarse más en la escena que le brindaba. Era sin duda el Adonis de Jack: Su cabello castaño claro, sus ojos verdes, ese cuerpo de dios del Olimpo...y ese pene ¡Ese pene! Jack estaba casi de babas imaginándolo en su boca.
—¡En serio Max, comienzo a odiarte de no compartir eso conmigo! — Jack no pudo evitar la tentación de sacar su teléfono móvil para tomarle una foto, parecía un verdadero Ángel caído del cielo y esa foto lo entretendría por muchas noches...
Hasta que lo vio moverse y apenas tuvo tiempo de sacarle la foto y esconder el teléfono.
—¿Jack? ¿Qué hora son?
—Eeehhhh... ¿Tarde? No sé, creo que casi las once Bro.
—¡Demonios! No quería dormir tanto...—Max se levantó del sofá y se fue directo al baño. Jack quedó allí parado con el corazón en la boca porque casi lo descubre tomándole la foto. Se fue directo a la cocina a empezar a preparar el café. Se dio cuenta que tenía una muy visible erección por lo que corrió a sentarse en la mesa de la cocina y metió la cabeza en su libro esperando que su libidinosa mente se concentrara nuevamente en otra cosa que no fuera en el cuerpo de Max esa mañana.
Max entro a la cocina, estaba con toalla envolviendo su cintura ya que acababa de bañarse y afeitarse. Se sentó frente a Jack a beber café y molestarlo.
—¿En serio te gusta tanto esa carrera tan rara?
—Sí, es fascinante. Es comprender un poco como funcionamos, cómo reaccionamos a los estímulos, por qué sentimos lo que sentimos...
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El día que me atreva a decirte que TE AMO (¡Disponible el TOMO 1 en Físico!)
General FictionLIBRO "VERSIÓN BORRADOR" Jack es un chico sumamente encantador, un buen amigo y su físico atrae mucho a las chicas. Su familia es poderosa y adinerada, es el hijo único y el orgullo de su estricto padre. Tiene apenas veintidós años y se encuentra en...