El día que me atreva a decirte que TE AMO (¡Disponible el TOMO 1 en Físico!)

El Hombre de Hielo

—¡Max! ¡Max! ¡No es lo que piensas!

—¡Max! ¡Suéltalo!  —Sara trataba de apartar a Max de Jack. Este lo tenía amenazado contra la pared sujeto por el cuello y con el puño bien preparado para asestarle un buen golpe en la cara.

—¡Y Tú qué carajo haces con él aquí sola! ¡Y tápate por amor de Dios! —Max tuvo que dejar de ver a su hermana ya que esta estaba semidesnuda. Ella corrió a ponerse de nuevo su camiseta.

Los más chicos se asomaron al cuarto a ver qué sucedía y debido a los gritos que se escuchaban la madre se apresuraba a subir a ver a qué se debía todo ese alboroto.

—¡Eres una basura, Jack! ¡Pensé que eras mi amigo! ¿Cómo se te ocurre hacer una cosa así?

—¡Pero Max, si me dejarás explicarte! ¡No pasó nada!

­—¿SERÁ QUE ALGUIEN ME DICE QUÉ PASA AQUÍ? —Y hasta que llegó la madre a poner orden— ¡Max! ¿¿¿Por qué estás amenazando a Jack???

—Mamá es mi culpa, traje a Jack a mi habitación...engañado...yo sólo lo besé ¡Y Max enloqueció! —Sara tenía que decir la verdad por el bien de Jack,  Max aún le sostenía contra la pared y no bajaba el puño con el que lo amenazaba.

—¿Disculpa? ¿Sólo un beso? ¿No te parece que te falto mencionar la parte de "Y estaba en la cama con él y mis tetas al aire"?

—¡Cállate Max! Para empezar tengo dieciocho años y no te interesa lo que haga. ¡No tienes derecho a entrar a mi habitación y menos amenazar a la persona con quien este! ¡Tú sólo estás de visita aquí para empezar por ahí!

—¡YA BASTA LOS DOS! ¡Realmente me avergüenzan! ¡Suelta a ese muchacho inmediatamente! ¡Y tú Sara me vas a explicar bien el cuentico de qué estupidez se te metió en la cabeza ahora! —La madre se dirigió a Jack cuando al fin Max le soltó— Lo siento Jack, permíteme aclarar la situación con estos dos, y hablaremos luego.

Jack y los más chicos salieron de la habitación y la madre se quedó allí encerrada con los dos hermanos molestos. Jack suspiró con tristeza, se sintió muy incómodo con esa situación y nunca había visto a Max tan enojado contra él. Entró a la habitación donde se hospedaba y buscó su maleta, definitivamente esto daba por terminada su estadía en esa casa. Al menos fue divertido mientras duró.

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Estaba en medio de la reunión y observaba con detenimiento todo el ambiente, realmente Lindsay era una muy buena anfitriona ya que la gran mayoría de los asistentes la estaba pasando fenomenal. La terraza estaba hermosamente decorada, había música en vivo, los invitados eran de alto status o personalidades muy importantes del medio, y los canapés... sencillamente exquisitos. Miller sostenía un vaso de Whiskey en las rocas y se limitaba a saludar con una sonrisa a aquellos que le conocían, evitando de la manera más educada posible que le incluyeran en alguna conversación. Su hermana estaba muy entretenida con un caballero que desde hacía más de cuarenta minutos le mantenía atenta en una amena conversación, posiblemente intentando conquistarla. Ella miró de reojo a su hermano desde donde estaba y cruzó su mirada con él, le hizo un gesto que evidentemente le insinuaba que tratará de divertirse, luego tuvo que regresar su atención al caballero con quien conversaba.

Miller se arrimó al bar a ver como el hielo se derretía en su licor, se sentía aburrido y sin ánimo de estar en ese lugar. En un impulso tonto sacó su teléfono móvil y buscó el número de Jack. Pensó si quizás podría encontrar en su mente algún tipo de excusa para llamarle, era muy patético si quiera pensarlo y lo sabía, pero anhelaba tanto escuchar su voz y simplemente estaría más tranquilo si al menos comprobaba que estaba bien. Pero se regañó a si mismo por lo estúpido que era y guardó su móvil nuevamente en su bolsillo. De pronto sintió que alguien le tomaba del hombro, aquel contacto tan directo le desagradó.