Una "Fiesta" Muy Loca

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Lo estuvo buscando por todo el Campus hasta que al fin lo encontró: Nial estaba junto a su peculiar Van rodeado de un grupo de chicas y unos amigos divirtiéndose y tomándo cerveza en el lado oeste del estacionamiento. Jack se dirigió hacía Nial y lo sacó del grupo para hablar con él en privado.

—Necesito hablar contigo, Nial...

—¡No! ¡Tú te vas a dar media vuelta y vas a seguir tu camino! ¡Tú y yo no tenemos NADA de qué hablar!

—¡Nial! ¡Oye! ¡Oye! ¡Escúchame! ¡En serio! El dinero no es problema...¡Sólo escúchame!

—¡No, Jack! ¡No te vendería ni un caramelo de menta! ¿Sabes el lio en el que me metiste? ¿Lo has visto en el campo de juego? ¿Has visto a Max furioso? ¡Pues yo si lo vi! ¡Frente a mi cara reclamándome porque YO te drogue! ¡YO! ¡Cuando fuiste TÚ quien me lo pidió! ¡Demasiado hice con no delatarte!

—¡Nial! ¡En serio! ¡Te lo puedo compensar! Max no se enterará, lo juro...

—¡No, Jack! ¡No quiero problemas! ¿Sabes que es malo para el negocio? ¡Que vengan a amenazarte en público! Da media vuelta Jack...¡Y LARGO!

Nial regresó con su grupo de amigos, y Jack estaba furioso pateando el bote de basura del estacionamiento. Pero quizás tenía otro modo de obtener lo que necesitaba. Media hora después estaba a la puerta del pequeño departamento estudiantil tocando el timbre. Astrid abrió la puerta y sonrió al ver Jack con un notable semblante de frustración.

—¡Ah! ¿Pero qué tenemos aquí? ¡El Encantador Ladronzuelo vino de visita! ¡Eso no hace, Jack! ¿No te enseñaron tus padres que robar es malo? Fuiste muy, muy travieso al tomar lo que no debías de mi cartera.

—Necesito un favor... —Jack entró al departamento y se arrojó en el pequeño sofá de cuero.

—¿Tú necesitas un favor de mí? ¡Interesante! —Astrid se sentó a su lado sonriendo con malicia— ¿Qué necesita mi amorcito?

—¡Nial no quiere venderme nada! ¡NADA!

—¿Y por qué Nial no quiere venderte? ¡No creo que sea por problemas de dinero!

—Max...es una historia larga y confusa de la que casi ni me acuerdo.

Astrid observó a Jack quejarse por primera vez de Max. Seguro Nevaría en Verano después de eso.

—Entonces recurres a mí para que sea tu intermediaría ¿No es así?

—Exacto...

—¡Pues claro! ¡Puedes contar conmigo para lo que sea! Pero...tengo algunas condiciones...

Jack suspiró profundamente. Por supuesto que Astrid no le haría ningún favor si no obtiene algún beneficio a cambio.

—Habla...

—Pagarás tu pedido, mi pedido...y me darás un treinta por cierto adicional en efectivo del total de lo que compres.

—¿Qué? ¿Qué no puedes ser un poco más Usurera Astrid?

—¡Es más que justo! A eso se le llama tercerización. No me culpes por cobrarte por las diligencias. A menos que prefieras cruzar la ciudad e irte a comprarle drogas a los pandilleros de las zonas bajas. Seguro que cuando vean a un niño blanco tan bello, encantador y rico como tú allí te van a recibir con los brazos abiertos...

—¿Sabes qué Astrid? Dios cometió un gran error contigo: Debió darte un gran pene en vez de vagina ¡¡¡Porque no te cansas de joderme de alguna maldita forma todos los días!!!

El día que me atreva a decirte que TE AMO (¡Disponible el TOMO 1 en Físico!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora