El día que me atreva a decirte que TE AMO (¡Disponible el TOMO 1 en Físico!)

¡Los Ratones son Más Cuerdos!

—¡Si querías que remodeláramos el baño al menos me hubieras pedido ayuda...y una buena mandarria! —Max le sacó una sonrisa casi inconsciente a su adolorido amigo.

Estaban en la clínica desde muy temprano. Jack estaba consciente pero sin querer comentar nada de lo que hizo. Le enyesaron la mano derecha, se lesionó seriamente los nudillos al punto que tuvieron que operarle, tenía fracturas y laceraciones profundas que tuvieron que tratar de emergencia; su mano izquierda estaba bastante lesionada también pero no requirió cirugía. La hinchazón y el dolor eran bastante fuertes y le mantenían aún hospitalizado, posiblemente pasaría el día allí. Max le dejó en la habitación, La enfermera le aplicaría un sedante analgésico para que durmiera un buen rato tranquilo y ayudarle a sobrellevar el dolor. Fuera de la habitación había alguien más, muy preocupado por él pero cuya presencia Jack ignoraba.

—¿Cómo está de ánimo?

—Para variar, no quiere hablar conmigo. Sólo me respondía con gestos, dudo mucho que quiera tocarme el tema —Max se encogió de hombros y suspiró. Se sentó en uno de los asientos de espera cercanos mientras observaba a Miller de pie frente a él cabizbajo.

Decidió tomar asiento al lado del castaño, Miller se sentía terriblemente afectado ese día, él comenzaba a entender lo que significaba la acción de Jack y en parte se sentía con una gran culpa por ella. De pronto le llamó la atención una chica pelirroja que se le hacía familiar y venía corriendo hacía ellos.

—¿Dónde está Jack? ¿Qué pasó? ¿¿¿QUÉ PASO??? —Astrid realmente estaba angustiada, aunque luego miró con extrañeza a Max y a Miller juntos allí frente a ella.

—No sé ni cómo explicarte qué paso, pero ya está mejor. Está en esta habitación —Max señaló la puerta cerrada a pocos pasos de ellos— Pero debe estar dormido, lo acaban de sedar.

—¡No importa! ¡Voy a verlo! —Astrid avanzó con calma y entró a la habitación.

—¿Quién es ella? Creo que la he visto en la Facultad de Medicina... —Miller estaba tratando de recordar si le había dado clases alguna vez.

—Es Astrid, la novia de Jack.

—¿LA...QUÉ...? —Eso si era un todo un descubrimiento para Miller, no pudo menos que exhibir una sonrisa con mueca de sarcasmo incluida—¿Jack tiene "Novia"? ¡Esto es el colmo!

Max recibió aquella respuesta con cierta gracia, le sonó a celos por parte de Miller conociendo los sentimientos que este tenía por Jack, pero obviamente no respondió nada. Al sitio también llegó un señor canoso de lentes de pasta quien saludo muy cortésmente a Miller y se acercó a ambos.

—¡Doctor Schubert! ¡Gracias por venir! —Miller se levantó y le estrechó la mano.

—Era mi deber. Me alegra mucho verte de nuevo aunque hubiera sido mejor en otras condiciones. Me imagino que tenemos mucho de qué hablar.

—Max, él es el psiquiatra que tiene el caso de Jack, es importante que lo conozcas ya que eres la persona más cercana a él —Muy a su pesar tenía que involucrar a Max en todo el asunto del tratamiento por el bien de Jack.

—Necesito hablar con él a solas, estaré cerca, cualquier cosa búscame en la cafetería del primer piso. Recuerda: Él no debe saber que estoy aquí.

Max sólo asintió con la cabeza y los vio retirarse.

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Los dos colegas se sentaron en una pequeña mesa con un café cada uno, Miller se sentía bien de tener a alguien de confianza con quien desahogarse.