El día que me atreva a decirte que TE AMO (¡Disponible el TOMO 1 en Físico!)

¡Libérate!

Despertó sumamente adolorido. Sentía su cuerpo magullado y golpeado, lo peor era que casi no podía abrir los ojos. Sobre todo el izquierdo, al sólo intentarlo sentía como si recibiera un choque de electricidad. Cuando puso su mano sobre este ojo lo tenía hinchado. Trató de incorporarse para ir al baño y sin querer puso su mano sobre algo grande y duro. Sin casi poder ver trató de palpar que era aquello que estaba en su cama y cuando lo agarró aquello se estremeció y Jack se asustó. Abrió mejor el único ojo que podía y vio a Max profundamente dormido a su lado, estaba en ropa interior, y lo que estaba tocando Jack en ese momento...lo hizo caerse de la pequeña cama estrepitosamente. Max se despertó sobresaltado y al asomarse hacía el piso vio a Jack tirado en suelo que se había dado un tremendo golpe en la cabeza.

—¡Hey! ¡Enano! ¿Estás bien?

—¡Max! ¿Qué haces en mi cama? —Jack no salía de su asombro. De pronto detalló el rostro de Max, este tenía la nariz sumamente hinchada y con rastros de sangre seca, entonces empezó a aclarar su mente y recordar lo que había ocurrido. Se llevó las manos al rostro y en ese momento solo quería morirse. Sintió que Max le extendió su mano y lo ayudó a levantarse del piso. Jack se sentó en la cama horrorizado y Max solo se reía de verlo que empezaba a reaccionar y comportarse como el Jack de siempre.

—¡Tranquilo, Jack! Todo está bien...iré por unos analgésicos para ti y para mí...¡Vaya que pegas duro! ¡Eso no me lo esperaba!

—¿Dormiste conmigo? —Jack aún estaba impactado de ver a Max en ropa interior en su cama.

—Sí, y te violé salvajemente toda la noche, idiota...¿No sientes como te arde el culo? —Max pasó su mano bruscamente por el rubio cabello de Jack despeinándolo como quien acaricia un cachorro. Se sentía aliviado de ver que pudo impedirle salir y que se encontraba mucho más tranquilo.

Pero Jack entró en razón de lo que había hecho, de lo que había pasado. Se sintió terriblemente avergonzado con Max. Le había dicho cosas horribles y lo golpeó ¡Atacó a Max! ¡A Max! ¡A su Max! Sintió como si su corazón se estremecía y se arrugaba dentro de su pecho. Entonces volteó a mirar a Max, quien como siempre mantenía su buen humor y su sonrisa de ángel, sintió que se le hacía un nudo en su garganta y sus ojos se nublaron de lágrimas.

Cuando Max vio que Jack de pronto se desmoronaba intentó calmarlo, le partió el alma verlo que casi estaba a punto de llorar frente a él.

—¡Jack! ¡Jack! ¡Hey, Amigo! ¿Qué pasa? ¡No te pongas así! ¡Fue divertido! ¡Deberíamos pelear más seguido! ¡Tienes un buen gancho enano!

—¿Cómo pude hacerte daño? ¿Y decirte las cosas que te dije? ¿Qué está pasando conmigo?—Jack se llevaba las manos a la cabeza terriblemente angustiado. No podía perdonarse lo que le había hecho a Max —¡Gabriel y tú tienen razón en tratarme así!...¡Me estoy volviendo Loco!

—¡No! ¡No digas eso, Jack! ¡Eso no es cierto! ¡Tú no eres ningún loco!

—¡Ah!¿No? ¡Te ataqué Max! ¡Te hice daño!

—Bueno...quizás sí, un poco loquito —sonrió Max—  ¡Jack! No importa, no es nada. Mis hermanos y hermanas discutíamos y peleábamos, yo les quemabas las Barbies a mis hermanas y ellas me golpeaban todo el tiempo...y a mis hermanos los colgaba de la ropa interior ¡Era divertido! ¡Me odiaban! No era mi culpa ser el mayor...Lo cierto es que los hermanos y los amigos discuten todo el tiempo, es normal...Para eso existe el perdonar ¿No es así?

Al escuchar a Max hablar así Jack no pudo contenerse y lo abrazó llorando, lo necesitaba tanto. Max se sorprendió y se abrumó un poco de ver a Jack tan angustiado, él sabía que algo lo estaba consumiendo y se sentía impotente de no poder hacer más por él. Solo lo abrazó fuertemente tratando de consolarlo de alguna manera. Tristemente Max no entendía que era él la causa que tanto dolor traía a Jack.