Titulo Pendiente

Por qué me quede aquí???... simple... por idiota

Después de lo que paso con Louisse deje de ir a la escuela por un tiempo... ya había pasado un mes desde ese incidente... me sentía fatal, no podía concebir la idea de que dañe a una persona ni siquiera me interesaba saber si recordaba el incidente o no... seguramente si no hubiera sido por que necesitaba el dinero hasta a el trabajo hubiera dejado de ir... no soportaba verme en el espejo –soy un monstruo– me dije a mi mismo... en el preciso instante en que termine la frase unos golpes leves sonaron en la puerta... no le di tanta importancia al final se cansarían y se irían, no quería ver a nadie, de pronto se escucharon unos gritos diciendo –si no sales te juro que tirare la puerta– al escuchar eso supe perfectamente quien era y que si no le hacía caso realmente lo haría, me acerque lentamente a la puerta y la abrí un poco y le dije

–Que quieres Fujino–

¬–te desapareces un mes y eso es todo lo que me dices– dijo mientras a la fuerza entraba en el departamento.

–es mejor que te vayas no tengo ganas de tener visitas– le dije desanimado

–Que no te emociona verme¬– dijo ella eufórica

¬–emm... no–

–Lástima porque de aquí no me muevo si no me cuentas que te sucedió– dijo sentándose en el suelo y cruzando brazos y piernas

–puff veo que vas enserio– dije mientras me dejaba caer en el suelo

–Y bien qué esperas– dijo ansiosa

–Pues no pasó nada solo es que... estuve enfermo y no podía salir de casa¬– dije mintiéndole

–Mientes...– dijo entrecerrando los ojos

–claro que no...– le conteste rodando los ojos para no ver los suyos

–O me dices la verdad o te la sacare a la fuerza y eso no te gustara– dijo amenazándome

–haz lo que quieras no obtendrás nada más que eso– dije retándola

En ese momento vi como Fujino se levantaba y lentamente se acercaba a mi... de pronto dio un brinco y de un momento a otro estaba sobre de mi... –e...ee... espera que haces– dije nervioso

–te dije que no te gustaría... o acaso si lo estas disfrutando– dijo con cara traviesa

–e... espera no es el momento para preguntar esas cosas y menos en esta posición– dije mientras trataba de quitármela de encima y poderme levantar

–entonces me dirás la verdad de lo que te paso?? – dijo insistiendo

Estuve un rato más forcejeando para escaparme pero inútiles resultaron mis esfuerzos ya que la única forma de quitármela de encima sin decir nada era levantándola con mi fuerza sobrehumana y eso causaría que supiera que no soy humano... me quede quieto para no hacerle daño pero con lo que hizo después parecía que lo que buscaba era que la lastimara... porque de repente su cuerpo se pegó lo más que pudo al mío y lentamente vi como sus labios se acercaban a mi cara... en ese momento me moví lo rápido que pude ya que conforme se iba acercando podía sentir el fluir de su sangre a través de ellos. Hice la menor fuerza posible y la gire para que cayera al suelo y yo pudiera levantarme.

Ya al fin libre de su cuerpo y del impulso de beber de su sangre me dirigí al baño y me lave la cara con agua fría para tranquilizarme y sacarme de la mente la imagen vivida de sus labios llenos de suculenta sangre de mi mente.

Ya más tranquilo regrese al comedor y me volví a sentar... Fujino se encontraba en la cocina preparando algo de té, de pronto me dijo hablando a lo lejos –sabias que a Louisse le sucedió algo extraño– en el momento que pronuncio su nombre me quede tenso y no sabía que responderle... al no haber contestación Fujino se asomó por la puerta de la cocina y me dijo –acaso sabes que es lo que le paso– yo automáticamente negué frenéticamente con la cabeza, –seguro– dijo con cara de incredulidad, –si~– respondí algo nervioso –y como supiste que vivía aquí¬– dije cambiando el tema.

–en tu trabajo me dieron la dirección, solo les tuve que decir que era tu novia y fácilmente me la dieron– dijo sonriente, –que dijiste que!!! – Dije exaltado ante tal revelación...

–Suficiente ahora mismo te vas, quiero estar solo¬– dije mientras la empujaba fuera de la casa y cerraba la puerta.

–Si no vas mañana a la escuela vendré y te llevare a la fuerza, entendiste– grito desde el otro lado de la puerta