Mi Verdadero Yo

3 0 0
                                    

Los meses habían continuado con su curso, y a pesar de que las cosas no habían sido todas como yo las hubiera querido, había pasado un año desde que Kotomi y yo habíamos comenzado a salir, durante esos 12 meses vivimos muchas cosas juntos, desconocidas y nuevas para ambos, las cosas se habían calmado aparentemente tanto en la escuela como fuera de ella, mi tiempo con ella era de los momentos donde más disfrutaba mi "vida", poco a poco había desaparecido esa oscuridad que tanto me había atormentado por años, con ella podía sentirme más "humano", junto a ella era la persona más feliz del universo y poder verla feliz a mi lado.

Conforme pasaban los días mi felicidad iba creciendo y la calma en mi vida se incrementaba al paso de los días, cada recuerdo con ella se plasmaba vívidamente en mi mente, nuestro primer beso, la primera vez que nos tomamos de las manos, el primer "te amo" que nos dijimos en aquel festival de verano cuando en el cielo explotaban los fuegos artificiales, hasta recuerdo nuestros momentos más íntimos, mas también recuerdo los momentos que no fueron felices, son especialmente estos últimos los que pusieron a prueba nuestra relación y el amor que nos teníamos, especialmente ese día cuando todo quedó al descubierto...

*********************************************************************

Nos encontrábamos en vísperas de navidad, Kotomi y yo habíamos quedado en vernos justo frente a la estación de tren a las 5 de la tarde, nuestro plan para esa noche era espectacular, habíamos decidido que ese día que era para estar en pareja, tendríamos la mejor cita de nuestras vidas, algo que jamás olvidaríamos, y no lo hicimos...

–Disculpa por la tardanza– fueron las primeras palabras que escuche por parte de ella en ese estrepitoso día, sus palabras me tomaron por sorpresa ya que yo me encontraba mirando hacia otra dirección, al mirar hacia ella mi sorpresa fue enorme, se veía hermosa, por instantes me quede sin habla, me había quedado deslumbrado por lo bella que se veía, se había vestido especialmente para la ocasión, para mí siempre era hermosa más sin embargo ese día era deslumbrante.

–No te preocupes, también acabo de llegar– fue lo único que alcance a articular dada mi estupefacción, y aun así era una total mentira, realmente había llegado 30 minutos antes de la hora pactada debido a mis nervios de salir con ella en ese día tan especial.

–nos vamos? – pregunte ya una vez pude recuperarme del impacto, –claro... a donde iremos primero? – Pregunto con curiosidad mientras me tomaba de la mano y con un leve tirón me invitaba a comenzar a caminar, –pensé que primeramente podríamos ir al parque de diversiones– conteste dudando un poco sobre mi elección, no sabría si a ella le gustaría lo que había decidido.

Ella asintió con la cabeza y nos adentramos en la estación del tren que nos llevaría a nuestra primera parada de nuestra supuesta magnifica cita, en cuanto llegamos al parque de diversiones rápidamente subimos a todos los juegos mecánicos que se nos cruzaban, y nuestra visita al sitio termino con un viaje en la rueda de la fortuna y sellado con un profundo beso con un hermoso paisaje a nuestro alrededor.

Nuestra próxima parada era un restaurante en el cual había hecho reservaciones 3 semanas antes, ahí tendríamos una cena de ensueño solo para nosotros dos, así que regresamos a la estación del tren con dirección al siguiente punto de nuestro itinerario, al llegar al restaurante nos atendieron muy amablemente y rápidamente nos llevaron lo que sería nuestra cena de navidad, realmente lucia exquisita y sabia mejor, aunque realmente no necesitaba comer decidí hacerlo, pero disfrutaba más el ver la cara de felicidad en los ojos brillantes de Kotomi, si realmente ella disfrutaba de esta velada era lo único que importaba para mí.

Al término de la cena puse el dinero sobre la mesa, tome a Kotomi de la mano y casi corriendo la saque de aquel restaurante para llevarla en dirección a nuestro último punto de nuestra esplendida cita.

Era esta parada la que más me importaba, la que más importancia tendría para ambos dado a que nos dirigíamos a ese parque donde todo había comenzado aun cuando ella no supiera que ahí nos habíamos encontrado por primera vez, al llegar a la entrada del parque la invite a pasar con un gesto de mi mano a lo cual ella acepto complacida, caminamos por un rato por aquel parque casi desierto, hasta que llegamos a esa banca donde la había encontrado dormida.

Tomamos asiento en aquella banca de tantos de nuestros recuerdos, para ambos diferentes, pero igual de importantes y especiales para cada uno, y ahí mientras veíamos al cielo comenzó el espectáculo de fuegos artificiales, eran tan bonitos y espectaculares que rápidamente captaron nuestra entera atención, sentí como su tibia mano se posaba sobre la mía e instintivamente mire hacia ella que desde hace unos segundos había dejado de ver el espectáculo para verme a mí, nuestros ojos se encontraron en la penumbra ávidos de amor, deseosos de sellar esa noche con algo muy especial, lentamente me incline hacia ella y ella inmediatamente cerro los ojos para recibir mi beso enamorado.

Mas fue ahí donde comenzó mi pesadilla, en ese preciso momento que nuestros labios se juntaron, surgió mi otro yo atacándome a traición, y como si fuera una ola imparable sentí una gran sed, incapaz de reprimirla, por un momento perdí el control ante mi otro yo y sentí como mis dientes se encajaban en sus labios en una suave mordida dejando salir a cuentagotas un poco de sangre.

Fue en ese momento donde ya no hubo vuelta atrás, mi verdadero yo había surgido.


Titulo PendienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora