Cacería

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Tarde en procesar aquellas palabras, no sabía si lo habría dicho enserio o solo como un juego... de cualquier manera no podía arriesgarme... aunque en ese momento había algo que me impedía pensar con cordura... la sed se encontraba en el punto máximo como para soportarla mucho más tiempo... verifique si había alguien alrededor y al no haber nadie eche a correr lo más rápido que pude, corría sin sentido alguno solo quería ir lo más lejos de la ciudad posible, así no mordería a alguien conocido, ya en las afueras de la ciudad divise a una chica que regresaba a su casa... sigilosamente la seguí hasta que entro en su casa, me acerque y asome por la ventana, pude ver a la chica que saludaba a sus padres y subía las escaleras dirigiéndose a su cuarto, lo más delicadamente que pude trepe por el tejado de aquella casa hasta quedar fuera de la ventana de la habitación de la chica, agradecí que al estar cerrada aquella ventana su aroma se quedara dentro de ahí, eso hizo mi esfuerzo de controlar la sed un poco más sencillo y efectivo, pero esto no duraría para siempre, observe lo que esa chica desconocida hacía, escribía en sus cuadernos, usaba el celular y demás actividades, en eso la chica empezó a bostezar de sueño y no sé si debí haber visto aquella escena... vi como la chica lentamente se desasía de la ropa que llevaba, aun cuando me encontraba luchando contra la sed, aquella escena fue muy sugerente, observe toda su bella piel blanca que ocultaba bajo esa ropas, se retiró el sujetador y no daba crédito a lo que estaba viendo, vi cómo se ponía la pijama, apagaba la luz y se acostaba en la cama... tuve que esperar un momento más a que estuviera totalmente dormida, era más tarde de la media noche así que decidí entrar en acción, abrí la ventana silenciosamente y entre en aquel cuarto a obscuras, observe todo lo que había a mi alrededor y espere para saber si la chica había notado mi intrusión, para mi fortuna la chica siguió dormida tan profundamente como antes de mi entrada, me acerque a ella lentamente, a cada paso que daba su aroma llegaba hasta mí, mi sed iba en aumento con cada paso, hasta que estuve junto a ella, puse una mano sobre su cama al lado de su cabeza tan suavemente para no moverla y despertarla... ella inconscientemente giro la cabeza dejando al descubierto la blanca piel de su cuello, la chica sonreía bastante, quizás era debido a su sueño, ese era el momento perfecto para morderla... si no hubiera sido por el movimiento que hizo antes de que pudiera morderla, ella giro de nuevo la cabeza y repentinamente sus brazos se extendieron alrededor de mi cuello jalándome hacia su pecho, quede atrapado entre sus brazos y aquella suavidad de su pecho, pude sentir al palpitar de su sangre bajo la delgada ropa que llevaba, su aroma me parecía exquisito... con mi mano libre quise levantarme pero solo logre alzarme unos cuantos centímetros, si me alzaba más ella despertaría y sería un gran problema, la sed seguía presente así que no había mucho que pudiera hacer, con la mano que tenía libre desabotone la camiseta de su pijama y con la misma mano abrí aquella pijama que le cubría el pecho, pude observar aquella piel blanquecina que antes había visto por fuera de la ventana cuando ella se cambiaba de ropa, la sed no me daba muchas alternativas, así que decidí hacerlo sin pensar demasiado en las consecuencias... baje lentamente hacia su cuerpo desnudo y mordí aquella suavidad en la que había caído antes, la sangre tibia empezó a fluir por su pecho, nunca antes había mordido en aquel lugar, fue una sensación muy placentera, era un lugar muy terso y suave. Una vez saciada mi sed me aleje de su pecho y de sus brazos, me quede observando su cuerpo desnudo y el sitio donde estaba la marca de mi mordida, era muy cerca del punto más alto de su pecho... con algo de temor a que se despertara, pase mi lengua sobre la herida para limpiar la sangre restante y ayudar a cerrar aquella herida... me quede observando aquel cuerpo desnudo un poco más, y con suma delicadeza volví a abrochar la camiseta de su pijama y Salí de la habitación de la misma manera en que entre, empecé a correr por los techos de las casas para poder llegar a mi departamento...


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