"Vete." Parte 1.

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Estoy en mi habitación, recostada en mi cama. Peeta esta a mi lado, esta acariciando mi poco abultado vientre. Desde que se entero de la noticia siempre tiene esa hermosa sonrisa de felicidad.
-Gracias por hacerme la persona más feliz del mundo.-me dice mientras besa mi vientre.
-No. Gracias a ti. Tu me cambiaste. Y no puedo estar más feliz por eso. Tu me hiciste la persona más feliz de este universo. Todo lo que tengo, la persona que soy, te lo debo a ti.

Me despierto. Ese sueño fue... raro. Trato de levantarme pero los brazos de Peeta me lo impiden. Volteo a ver a Peeta. Lo veo e inmediatamente recuerdo el sueño. Frunzo el ceño. Mejor no pienso en eso. Trato de acomodar las manos de Peeta para que me deje salir pero cuando las separo de mi cuerpo, el se despierta inmediatamente y me busca con su mirada. Cuando me ve se tranquiliza.
-Lo siento. No quería despertarte. Solo quería ir al baño.-le sonrió tímidamente.
-No importa. Ve- me dice. Me paro y corro al baño. Cuando salgo, ya con mi uniforme, Peeta ya arreglo todo el cuarto.
-Bueno, mi turno.-el se mete a bañar al baño. Después de cinco minutos el sale con el uniforme. Se ve tan guapo.
-¿Me podrías decir como es que hasta con este uniforme te ves guapo?-le digo con un falso tono de fastidio.  El solo sonríe.
-Si te portas bien, tal ves te lo diga.-me dice sonriendo.
Después de eso vamos al comedor. Haymitch y Effie pasan a la mesa y nos dicen que cuando acabemos de desayunar vayamos con ellos para arreglar todos los spots. Después de eso los dos se van. Últimamente pasan mucho tiempo juntos. Al poco tiempo, mi madre y Prim llegan a la mesa. Se sientan enfrente de nosotros y empezamos a hablar. Me siento cómoda. Estas tres personas tienen un efecto especial en mi. Estoy segura de que cuando les cuente mis problemas no me juzgaran. Ellos podrán ayudarme a encontrar una solución. Algo que también me alegra es que mi relación con mi madre ha mejorado demasiado. Se ha vuelto mi confidente, junto con Prim. Hablamos por un rato más y después nos retiramos para seguir nuestros horarios. Peeta y yo tenemos el mismo horario. Las visitas de Peeta con el psiquiatra son casi inexistentes. Nuestro día se compone por: mitad entrenamiento y mitad planificación.
Al terminar nuestra reunión para acordar lo de los spots, Peeta y yo nos dirigimos a entrenar. Cuando llegamos yo agarro mi arco y Peeta se pone a practicar fuerza. Cuando estamos a punto de irnos vemos a Johanna. Ella nos sonríe sarcásticamente.
-Nos vemos en la comida.-nos dice mientras sigue caminando.
Fruncimos el ceño pero seguimos. Después de que recogemos nuestra comida nos vamos a sentar a la mesa. Como Johanna dijo nos vimos ahí. Hablamos sin problemas. Annie y Finnick siempre están juntos. Al igual que Peeta y yo supongo. Ellos desprenden amor. Yo sonrío al verlos. Se lo merecen.
-Así que, descerebrada-empieza Johanna-¿Cuantas veces lo hacen tu y Peeta?-pregunta. Yo frunzo el ceño, no se de que habla. Supongo que Peeta lo sabe ya que esta sonrojado hasta los codos. Todos los demás solo se nos quedan viendo con una cara cómica.
-No te entiendo.-le digo mientras me llevo el vaso con agua a la boca.
-Me refiero a cuántas veces tienen sexo Peeta y tu.-me dice ella con tono impaciente. Yo casi escupo el agua que tenía en la boca. Me sonrojo violentamente. ¿Como pudo preguntar eso? Los demás solo se ríen, lo cual hace que me enfurezca.
-Lo que Peeta y yo hagamos o no o cuantas veces lo hagamos, no es de tu incumbencia. -le digo con un tono frío, molesto y un poco amenazante. Ella solo se ríe, al contrario de los demás que acaban de parar de reír.
-Peeta, nos tenemos que ir.-le digo. El asiente,se levanta y me sigue. Cuando estamos a punto de salir del comedor tomo a Peeta de la cara y lo beso profundamente. Lo tomo por sorpresa pero me corresponde al instante. Paso mis manos por su cabello y el por mi espalda, eso hace que más corrientes eléctricas recorran mi cuerpo. Recuerdo que estamos en un lugar publico así que acerco mi boca a su oído y trato de poner un tono un poco provocativo.
-Vamos a tu cuarto ¿quieres?-le digo con una sonrisa. Después le muerdo el lóbulo de la oreja. ¿Qué me pasa? El te pasa.
Solo recibo un gemido de su parte y me arrastra hacia su cuarto. Antes de irnos volteo a la mesa y observo como todos se quedaron impactados.
Cuando llegamos a el cuarto de Peeta el abre la puerta rápidamente y los dos entramos.
-Katniss...-antes de que el diga hago lo beso igual que en el comedor. Nos la pasamos así un buen rato. Hasta que por fin nos separamos. Cuando lo hacemos, los dos sonreímos.
-Hoy tiene las hormonas muy altas señor Mellark.-le digo. Me río. El también.
-Bueno, no se hable de usted señora Everdeen.-el me dice y nos reímos sonoramente. Nos vamos a seguir nuestra segunda parte del horario.
Durante el entrenamiento no puedo dejar de mirar a Peeta. En serio todos los ejercicios que hizo en la terapia dieron resultado. Cada vez que levantaba algo para lanzarlo o cargarlo todos sus músculos se tensaban y se marcaban más de lo que ya están.
Cuando salimos de ahí nos vamos a bañar. Cada uno se va a su cuarto a vestirse. Cuando estamos a punto de entrar al comedor Peeta me para y me dice.
-Se porque hiciste lo que hiciste en la comida...
-No te quería usar...
-Tranquila, pensaba hacer lo mismo.-me dice sonriéndome.- Pero tenemos que seguir con la actuación.-Frunzo el ceño.-Tienen que creer que en verdad lo hicimos.¿Porque lo hago? Es divertido. Hace que de alguna manera se traguen sus palabras.-me dice y estoy totalmente de acuerdo.
-Esta bien, vamos.-le digo tomándolo de la mano y recargando mi cabeza en su hombro, el pasa su brazo por mi cintura. Entramos a el comedor y hablamos de los entrenamientos. Se que dentro de ocho tendremos que ir a el dos pero no quiero hablar de eso ahora. Cuando nos sentamos en la mesa todos se nos quedan viendo.
-¿Qué?-pregunta Peeta.
-Nada.-dice Prim con una sonrisa irónica.
-¿Qué hicieron en la tarde?-les pregunto a todos.
-Nada nuevo.-me dice Annie.
-Bueno, pues Katniss y yo tuvimos una tarde muy activa.-dice Peeta. Yo solo lo miro y le sonrió. Haymitch solo nos mira con una gran sonrisa en su cara. El resto de la cena paso sin ningún contratiempo. Todos salimos al mismo tiempo del comedor. Cuando estábamos caminando hacia nuestras habitaciones cuando de repente aparece Gale. Tiene todo el cabello alborotado y los ojos rojos. El se acerca. Peeta inmediatamente se pone enfrente de mi, protegiéndome de el. Conozco muy bien esa apariencia. Así se veía Haymitch cada vez que lo visitaba en el doce. Gale se pone enfrente de Peeta y desde ahí me llega ese conocido olor.
-Estas borracho.-dice Peeta confirmando lo que ya sabia.
-Tal vez-dice el. Su aliento apesta a alcohol. -Tengo que hablar contigo.-dice señalándome.
-Gale, no es momento. Estas borracho y yo cansada.
-No me importa. Tengo que hablar contigo.-me señala.
-Gale, no es momento.-le dice Peeta a Gale con un tono frío.
-Es momento. ¿Sabes Katniss?  Yo se que no amas a Peeta. Se que solo estas con el por lastima. Te sientes culpable y se lo quieres compensar de alguna manera. -me dice con una sonrisa en el rostro. Siento como Peeta se tensa y se pone serio.
-Eso es una mentira. Mira yo jamás te vi de otra manera. Siempre te vi como mi mejor amigo. Como mi hermano. Pero jamás, escúchame bien, JAMAS te vi como algo más.-me coloco enfrente de Peeta y continuo.-Yo amo a Peeta. Es a la única persona a la que ame, amo y amare. Pero a ti no. Jamás te ame y jamás lo haré. Así que...-antes de que pueda continuar siento la mano de Gale se estampa con fuerza en mi mejilla.

¿Y si algo fuera diferente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora