¿Cómo paso?

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No lo encuentro.
Llevo tiempo buscando a Peeta y no aparece.
¿Dónde se habrá metido?
Medite demasiado sobre todo eso. Lo que dijo Peeta fue doloroso, si. Pero ya pasó. Ya me enoje. Ya me desahogue. Y ahora tengo que hablar con el. Pero no aparece. ¿Dónde puede estar? Fui con nuestra entrenadora, pero al parecer el fue a entrenar temprano. Ya lo busque en el hospital, en el comedor y no lo encuentro. Los demás tampoco lo han visto, lo cual no facilita mi búsqueda. Estoy caminando por el comedor, otra vez, cuando lo veo. Esta sentado en un rincón con la mirada perdida. Me acerco a él lentamente pero él parece no notar mi presencia. Me siento junto a él.
-Hola.-él se sobresalta pero se compone de inmediato.
-Hola.-me contesta el débilmente.-Katniss, en serio perdóname. Sé que estuvo muy mal lo que te dije. Me siento fatal por eso. Espero que me perdones.-me ve directamente a los ojos y yo lo tomo de la cara y uno nuestros labios. Al principio se queda inmóvil pero no tarda en corresponderme el beso. Le acarició su cabello y el mi mejilla. Nos separamos plor la falta de aire y juntamos nuestras fuentes.
-Quedas perdonado. Hay que olvidar eso ¿Está bien?-le sonrió.
-Estoy totalmente de acuerdo contigo.-me dice correspondiéndome la sonrisa.
Me abraza y yo solo me dejo abrazar.
-Te estuve buscando todo el día pero no te encontré. -me acaricia el cabello y eso me relaja inmediatamente.
-Hice todas mis cosas temprano. Necesitaba pensar.-me dice el mientas me acaricia la espalda esta vez.
-¿Por qué te enamoraste de mí? ¿Qué viste en mi? ¿Cómo pasó?-le digo y lo miro a los ojos.
-Me enamore de ti por todo lo que eres. Vi que eras perfecta y me enamore de ti.-antes de que pueda decir algo al respecto el me pone un dedo en los labios, evitando que hable.-Luego vi que no eras perfecta y me enamore más de ti. Pero para mí siempre serás perfecta.
Antes de que pueda seguir lo beso.
-Y tu ¿Por qué te enamoraste de mí?- me pregunta.
-Bueno, pues lo que más me gusto de ti fue ron tus sentimientos, tu corazón. Eres tan amable con todo el mundo, aunque hay una sola excepción.-le digo y él sabe a quién  me refiero. Maldita serpiente.-Te preocupas por todos. Eres muy generoso, bondadoso, amoroso, cuidadoso. Eres perfecto para mis ojos. También eres muy guapo. Tus ojos son hipnotizantes, siempre que los veo me relajo inmediatamente. Tus pestañas son hermosas. Tus brazos son perfectos, siempre logran que las pesadillas se vallan. Puedo seguir pero creo que ya marque mi punto.-termino y él me besa. Despacio. Dulce.
Estamos en el comedor un rato. Al fin y al cabo los dos ya hicimos todos nuestros pendientes. Cuando llega la cena Peeta y yo estamos inseparables. Eso es una oportunidad que los demás no dejan pasar para burlarse. Nosotros los ignoramos.
Hablamos por un rato.
-Veamos ¿Cuál es su lugar favorito?-pregunta Johanna.
-La playa.-contestan al unísono Annie y Finnick. Lo cual no me sorprende.
-Cualquier lugar siempre y cuando tenga alcohol.-nos dice Haymitch y Effie lo golpea en el hombro.
-Pues para mí sería cualquier lugar siempre y cuando esté cómoda y con las personas que quiero.-dice ella.
-Concordamos con Effie.-dicen mi mamá y Prim.
-Opino lo mismo.-comenta Peeta.
-Diría que el bosque pero no es lo mismo desde los juegos. Esto va a sonar muy cursi pero mi lugar favorito es estar en los brazos de Peeta.-digo. El me sonríe y me besa. Los demás no tardan en quejarse en especial Johanna y Effie.
-¡Consíganse un cuarto!-gritan Johanna y Haymitch al mismo tiempo. Ese comentario hace que me sonroje fuertemente y me escondo en el pecho de Peeta. Solo escucho las risas de los demás y me sonrojo aún más.
-Podríamos hacerlo ¿sabes?-me dice Peeta en mi oído, lo golpeó en el hombro y eso provoca las risas de los demás.
Pasamos un rato más riendo de nuestras tonterías y de varios comentarios de Johanna que me hacen sonrojar y Haymitch no deja pasar la oportunidad para burlarse de mí.
Después de un rato, salimos del comedor. Cada quien se va a sus habitaciones. Hoy voy a dormir en el cuarto de Peeta así que me despido de mi hermana y de mi madre. Vamos caminado y recargo mi cabeza en su hombro. Se siente tan bien estar junto a él. Cuando llegamos a la puerta de su habitación, sin saber porque lo beso. Al principio es un beso dulce pero con el tiempo se vuelve un beso posesivo y dominante. Nos separamos por la falta de aire. Estamos recuperando al aliento cuando le digo:
-Hay que entrar.-Peeta solo asiente con la cabeza y abre la puerta sin separarse de mi. Cuando cierra la puerta me lanzo a sus labios inmediatamente. En un momento del beso los dos terminamos en la cama. Cuando nos separamos, nos empezamos a reír sin saber la razón.
-Me voy a cambiar, ya vuelvo.-le digo mientras me incorporo de la cama
-Esta bien. No te tardes.-me dice con una gran sonrisa en su rostro.
Cuando salgo del baño el ya está cambiado. Entra a el baño para lavarse los dientes mientras acomodo la cama para que nos acostemos. Cuando él sale me toma de la cintura. Y pone su boca en mi oído.
-Te amo. Te amo con todo mi ser. Gracias por perdonarme.-cuando me habla en el oído envía cientos de corrientes eléctricas por todo el cuerpo. Me volteó hacia el, mientras pongo mis manos en su pecho.
-¿Perdonarte que?-le preguntó y él me sonríe. Le dije que lo olvidáramos.-Yo también te amo. Lo sabes. -empiezo a acariciar su rostro y el cierra sus ojos.-Eres todo para mí. Sin ti estaría perdida. Todo el tiempo que no estuviste aquí me la pase deprimida, perdida. No sabes cuántas veces me recriminaba él no haberte traído conmigo. Cuando llegaste, para mí fue como ver un arco iris en un lugar totalmente negro. Fue mi salvación. Tú eres mi salvación.-cuando termino le doy un suave beso que el me responde gustoso.
Nos acostamos en la cama y nos dormimos inmediatamente.

¿Y si algo fuera diferente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora