Amor Rima con.. ¿Sexo?

Capítulo 3.

Si con la mirada se pudiera violar a alguien, este chico ya lo hubiera echo o quizás ya lo estaba pensando. Me estaba poniendo muy nerviosa su mirada bajando y subiendo por todo mi cuerpo.

-¿Se te a perdido algo?
-Si -me respondió con una sonrisa muy amplia.
-Pues lo que sea que se te haya perdido, dudo que este en mi cuerpo
-No esta en tu cuerpo, es tu cuerpo el que se me a perdido

No acaba de decir eso, mi mano estalló en su cara en una cachetada que sonó por toda el aula.

-Esposito -gritó la licenciada- te me retiras de mi clase, inmediatamente
-Será un placer -dije tomando mis cosas y saliendo rápido de aquel aula.

Camina rumbo a la cafetería, algo bueno había salido de que me sacaran iba a poder desayunar algo, sin la molestia de hacer fila.

-Tia, podrías darme un desayuno
-Claro marianita, ahorita te lo preparo -me contesto desde adentro de la cocina
-Gracias

Ella era Gime mi tía, vivo con ella desde que mis padres murieron hace unos años. Trabajaba en la cafetería de la Universidad y era mas que obvio porque, hacia la comida mas rica de todo Buenos Aires
Exageras quizás un poco.
Bueno quizás, pero era mi tía y para mi ella hacia todo mejor. Desde que ellos se fueron se hizo cargo de mi y estaba muy agradecida.
No tenía que pagar Universidad ya que tenía una beca completa para poder llevar a cabo mis estudios así que por eso no nos preocupábamos muchos.

-Marianita, acá esta
-Tia, dime Lali -dije tomando la bandeja con el desayuno
-Bueno, bueno.. Lalita, ¿te gusta?
-Si -le regale una sonrisa
-Ahora ve a esa mesa, ya llego y me cuentas porque estas acá a esta hora
-Esta bien

Me fui directo hacia esa mesa y empece a disfrutar mis panqueques con fresas y una jalea de chocolate. Saboreaba y saboreaba y era lo mas rico que podía probar luego de casi 14 horas sin comer nada.

-¿Me contaras?
-Claro que si -dije dejando los cubiertos a un lado.
-A ver, cuenta -puso sus ojos sobres los míos, lo mas atenta que podía
-¿Conoces al famoso Peter? -ella solo se limitó a asentir- Bueno pues el fue el que me beso en la fiesta del viernes -abrió sus ojos como platos.
-¿Enserio? -sonrío pícaramente
-Tia será mejor que te relajes -dejo de sonreír para volver a mirarme atentamente- bueno resumiendote un poco todo, Rocío trato otra vez de humillarme frente a todo el salón y a inventado que yo bese a su novio y todas ahora me ven mal, aunque mucho no me importa. Bueno, la cosa esta en que Peter dijo algo que no me agrado mucho y le di una tremenda cachetada -mi tía soltó una carcajada que los pocos que estaba allí la voltearon a ver- Tia cállate, todos nos miran
-¿Y? -siguió riendo- me saliste peleadora -volvió a reír.
-Tia cállate, haces que me ponga mas nerviosa
-No estés así, hiciste bien, nadie tiene que hacerte sentir mal, y mucho menos un chico
-Tienes razón tía -me levante para poder sentarme en sus piernas y abrazarla, como cuando era mas chica.
-Mi niña, siempre recuerda que un hombre va a querer tu cuerpo, pero un caballero tu corazón y amor.

Y allí estábamos ambas platicando de un sin fin de cosas, cuando del aula donde había estado anteriormente empezaron a salir todos.

-Vaya cachetada que le has dado, aún tiene rojo

Al terminar de decir eso, mi tía se levanto y se fue a la cocina, mientras con la mirada buscaba a Peter, que desde lejos se le notaba tremenda cachetada. Vaya problema en el que me había metido.

-Eres una perra -gritó una chica a mis espaldas- como pudiste golpearlo de esa manera -me jalo del cabello, haciéndome caer de pompas al suelo.
-Suéltame -grite, mientras trataba de soltarme de su agarra.
-No, ahora pagaras por a verle pegado

-Que la sueltes te dijo -dijo Gaston desde el otro lado
-Tu no me mandas -dijo la chica jalándome mas.

Gaston la tomo por los brazos y tiro de ellos haciendo que me soltara.

-No vuelvas a tocarla, ¿escuchaste? Si a ti te gusta andar de perra con Lanzani es tu culpa, ella solo se dio a respetar
-Imbécil -el solo se limitó a sonreír.

Me ayudo a levantarme y nos fuimos de allí.

Continuará..

-Sarai