Amor Rima con.. ¿Sexo?

Capitulo 37.

La cena de Navidad estaba más que buena, mis padres, mi hija y mi amor estaban allí; lo único que me importaba era que ella seguía siendo mía como lo fue hace tiempo en aquel hotel en París.
Nuestras manos estaban entrelazadas, su sonrisa era amplia; simplemente se veía hermosa.

-A sido una velada muy hermosa -comentó Gimena.
-Me alegra que la hayan pasado bien -dijo mi madre, dándole un beso en la mejilla- Las esperamos para año nuevo

Desde el momento que salimos de casa la sonrisa de Lali se esfumó, es como si hubiéramos vuelto a la realidad, y es que eso era. Habíamos regresado a la cruel realidad, donde ella volvía a ser la Señora de Martinez, y yo el amante. Eso era tentador, escabullirme por su ventana tener sexo salvaje e irme cuando Mariano estuviera de regreso en casa.

-¿Y esa sonrisa? -cuestión Lali, nos habíamos detenido en medio del jardín.
-Tu la provocas -arqueo su ceja- Y la idea de ser tu ardiente amante -reí a carcajadas- Bueno es broma -dije cuando noté que estaba sería.
-Quiero que seas mi amor, mi novio, mi esposo -bajo su mirada- No mi amante -limpio rápido sus lágrimas- Sabes estuvo rica la comida -cambió radicalmente la conversación.
-Lali...
-Lo que más me gustó fue la salsa del pavo -río bajo y me miró- Tengo que pedirle a tu mamá la receta
-No me cambies de tema -la tome por la cintura- sabes lo que pasó en ese cuarto, sabes lo que sentimos, tienes que dejar a Mariano el no es bueno para ti

-Quiero que quites tus asquerosas manos de mi esposa.

Voltee y allí estaba él con un arme apuntándonos, o si lo veían bien; me apuntaba a mi.
Lali sujeto fuertemente mi camisa por la parte trasera.

-Quiero que vengas acá -gritó mariano- Te hablo a ti Lali

Su agarre se hizo más fuerte, la observe de reojo, las lágrimas ya brotaban y recorrían por sus mejillas.

-A ver, creo que te has quedado sorda -seguía con su voz elevada- Te dije que vengas acá

Su agarre se volvió débil, hasta soltar mi camisa, "Por favor amor, no lo hagas" le pedía a Dios que no caminará hacia el. Cuando ya estaba un paso enfrente mío, la tome por el brazo. Escuche como la pistola se disparaba.

[...]

Esta perdiendo mucha sangre.
Cirugía de emergencia.
Bala situada en la parte baja de la espalda.
Doctor, ¿cómo está?
Sigue delicado de salud.
Lo estamos perdiendo, un paro-cardiaco
Hijo, ya luchaste una vez; vuelve a luchar de nuevo.

[...]

-¿Qué tal te sientes?

Hace unas horas que Peter había despertado, los sustos que este hombre me saca no son normales. Tome su mano y le regale una sonrisa. Aún estaba delicado de salud, y no es para más. Había recibido un disparo por salvarme a mi.

-Y-yo estoy viendo -dijo sonriendo- ¿Pero tú cómo estás? ¿Qué pasó con Mariano? -intento sentarse.
-Escapado -me acerqué a él y le di un beso- La policía lo está buscando
-Hijo de perra -dijo este enojado- Si no hubiera tenido esa arma, yo voy y lo mato

-Joven Lanzani -dijo un hombre de traje mientras entraba a la habitación.

-Hola Sebastián -este le regalo una sonrisa, siéntate.
-Muchas gracias; Joven Esposito me alegra verla acá

"¿Me conoce?"

-Creo que eso hace más fácil mi trabajo.
-¿De qué habla? -lo mire a él, y luego a Peter.
-Quiero que trates de calmarte y escuches a Sebas

-Hace unos años se registró el fallecimiento de los señores Esposito Reyes, de ese trágico accidente la única sobreviviente fuiste tú pequeña, luchaste por tu vida durante horas y horas. Las investigaciones se abrieron, buscando al culpable o los culpables de tremendo suceso. A lo largo de los años no hubieron respuestas. Ni para tu familia ni para nosotros -trago fuerte- Ya se han cumplido 5 años desde esa tragedia y cómo queda escrito en él testamentos de tus padres; es momento de contarte todo.
-¿Todo? ¿De qué habla Sebastián?
-Tus padres eran dueños de una gran empresa, exportadora a nivel internacional ganando al año más de 5,8 mil millones de dólares, nunca se te dijo ya que cuando cumplieras tus 24 años ibas a ser heredera legítima de todo eso. Solo que para serlo tenias o tienes que estar casada ya sea con un Martínez o con un Lanzani, aquí presente el nieto del Señor Alejo Lanzani, que en paz descanse.
-¿Heredera? -mi boca se abrió- Millones, ¡a ver explíquese mejor!
-Es fácil Lali, tus padres eran de la familia más rica de todo Argentina, muchos estaban detrás de ellos, unos para ser socios y otros para acabar con su vida y comprar la empresa
-GOOD Time -dije en susurro- ¿Así se llamaba verdad?
-Si pequeña, el nombre que tus padres le pusieron en honor a que habías llegado en Buen Tiempo, tus padres estaban en la cima, su poder era grande. Hasta que un día cierto joven con un carácter horrendo, lleno de odia y envidia terminó con la vida de ellos.
-¿Saben quién es? -dije alterada, y enojada, sabía que la muerte de mis padres no había sido un accidente de tránsito.
-Fue Mariano Martínez, el mismo hombre que ahora quiere quitarte la mitad de lo que te pertenece

Continuará...

-Espero les haya gustado, nos vemos a la próxima.

Sarai.