Capitulo 41 ||Sustos||

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Me senté a desayunar junto a Peter, hemos estado recordando todo lo que vivimos cuando éramos pequeños. Todas las noches que se quedo a dormir, porque nuestros padres trabajaban hasta tarde.

Sus ojos viajaban de allá, acá. Viendo cada esquina de aquella vieja casa. Pero el aroma hogareño aún estaba, su sonrisa era amplia hasta que el timbre de la puerta sonó.

No esperábamos a nadie más, así que aquello nos tomó por sorpresa, me levante de dónde estábamos. Margarita quiso ir pero preferí ir yo.
Al abrir me encontré con un hombre de saco, su sonrisa era de lado y sus ojos se fijaban en los míos.

-Señorita Esposito -extendió su mano- Mucho gusto; me presento soy ...
-Julian Serrano -interrumpió Peter a mis espaldas- ¿Qué haces acá pendejo? -el antes mencionado sonrío.
-Pues vine a avisarte que estas legalmente divorciado -mi sonrisa fue amplia y voltee a ver a Peter.
-Mi amor -lo abrace.

Íbamos camino de regreso a "casa" pero para mí, mi casa, mi hogar la había dejado desde que me subí al auto, resulta que Julian es primo de Peter. Es menor por 2 años, Peter con 25 y Julián con 23.

Cuando estábamos en la entrada de la casa de Peter, mis manos empezaron a sudar, y mi corazón se aceleró. Y no es por gusto, cuando mire por el espejo del auto. Pude divisar la imagen de Mariano, al principio pensé que era una mal jugada de mi cabeza, pero cuando aquel cuerpo delgado se empezó a acercar sabía que no era mi imaginación

Cúbrete.

Fue lo único que escuche de parte de Peter, luego de eso se empezó a escuchar el sonido de las balas saliendo del arma. Los gritos no eran solo míos, sino también de Julián y algunos de Peter. Mis manos apretaban fuerte la mano de Peter.

-Te amo -susurro.

Este se bajó del auto cuando las balas dejaron de salir de aquella arma. Quise salir del auto pero Peter le había puesto seguro. Empecé a golpear la ventana y la puerta, pero era inútil, cuando desvíe mi mirada al asiento trasero vi que Julian tampoco estaba.

-Ábreme la puerta -dije gritando.

[...]

-Te quieres hacer el héroe -dijo entre risas Mariano.
-No, solo quiero defender y cuidar a la mujer que amo -dije mientras sacaba el arma, lo cual sorprendió a Mariano- pensaste que no sabía que vendrías

Al otro lado estaba Julian con su arma ya cargada, y en la terraza de la casa un francotirador, si algo salía mal las órdenes que tenía eran "Matar a Mariano" pasara lo que pasará.

-Bravo lanzani, estás preparado para tu muerte -este cargo el arma.

Un sonido agudo se escucho, mi arma se había disparado, al igual que la de el.

Ambas balas se toparon, haciendo que ninguna de las dos llegaran a sus destino.
»«

El francotirador di el primer y ultimo disparo junto en el pecho de Mariano.

[...]

-Quiero hacerte mía -bese sus labios.

Poco a poco fui bajando primero por sus labios, luego a su cuello dejando pequeños besos, hasta llegar a sus pechos.

-Soy toda tuya.

La ropa hace mucho había desaparecido de nuestros cuerpos, quedan solo en la parte baja de la ropa interior, su cuerpo se movía al compás de mis besos, pase mi lengua lentamente desde sus pechos hasta su ombligo.

-Quiero saborearte.

Baje su braga y comencé a darle besos desde sus piernas hasta llegar a su sexo.
Un gemido salió de ellas mientras pasaba mi lengua sobre su sexo, el cual estaba húmedo.

-Déjame estar siempre contigo

Subí dejando otros besos desde su sexualidad hasta sus labios, los cuales mordí y saboree.
Baje mi bóxer y ella comenzó con el vaivén con mi miembro y su mano.

-Te quiero dentro de mi

No me lo dijo dos veces cuando ya la estaba penetrando, primero fue lento despacio, pero mi necesidad por tenerla hizo que mis embestidas fueran aumentando de velocidad. Provocando gemidos y pequeños gritos.

-Te amo -susurre en su oído.
-Te amo -dijo entre gemidos

Continuará...
-Sarai

Amor Rima con.. ¿Sexo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora