El mirarte en este preciso momento, donde no existe nada más que tú y yo es el privilegio más grande, no sabría explicarte la sensación que causas en mí en este justo instante en el cual desearía que fuera eterno, ese gesto relajado, tú manía de lamer tus labios, tú cabello desordenado cayendo sobre mí hombro, la manta cubriéndote hasta los hombros , tú brazo sobre mi cuerpo y el reflejo de la luz en tu piel hace que de un resplendor que me idiotiza.
Parecía una imagen sacada de una pintura, destellando miles de sensaciones en mí.
Quisiera que no pasara el tiempo y poder seguir observándolo, con una tranquilidad que emana de su ser, que me hace sentir bien, feliz.
Feliz porque nunca encontraré a alguien que me llene tanto con tan solo verle dormir, pero a veces pienso —demás— todo lo que estamos haciendo ¿está bien? ¿Lo está para él? ¿Sería capaz de ser tan egoísta para pedirle que nunca se enamore de nadie más?
Realmente te quiero, pero no puedo ser egoísta contigo, TaeHyung.
—Si sigues mirándome así, no me quedará de otra que besarte para que dejes de mirarme tanto, me gastas —regresé a la realidad, Tenía un ojo abierto, mirándome, sonríe mostrando sus dientes, le devuelvo la sonrisa y con mi mano subo su mentón acercándolo a mí—. ¿Pasa algo?
—Nada, solo quiero abrazarte muy fuerte —metí mi nariz en su cabello, grabando en mi cerebro ese aroma inconfundible; manzana—. No, la verdad es que te apesta la boca y...
Ya sé, soy un idiota poco gracioso.
—¡HOSEOK! —Me gritó, se alejó de mí, no podía parar de reírme como loco, empezó a golpearme y moverme, enojadísimo pero eso hacía que me riera más—. ¡Deja de reírte!
—¡HAAHHA, OUCH!
—¡Ya van dos veces que te burlas de mí! ¡Maldito! —Se cubría la boca para hablar, tomé su mano y me incliné hasta su boca, su rostro tomó una expresión de sorprendido, me acerqué aún más, olfateando su aliento.
—Huele a alcohol y mi... —Me tapó la boca.
—¡No lo digas!
...
Aun no sé cómo me convenció de ir al pueblo más cercano, solo por una broma y ya estaba paranoico pensando que apestaba, ahora estoy conduciendo a cientos de kilómetros solo para ir al pueblo de a lado a comprar ¡pasta dental y jabón! Tenía que ser Taehyung.
—Solo era pequeñita broma —me excusé, Tae se había mantenido callado por gran parte del camino.
—Ah.
—Tae... ¡No es en serio!
—Olvídalo, Hoseok, tú tienes la culpa ahora conduce.
—Ayer me decías por otro nombre... —puso sus manos en su rostro, lo miraba de reojo y noté que se había puesto rojo.
—¡No te llamaré así, estoy molesto contigo! —Me contuve las ganas de reír.
—Pero yo te amo mucho, mucho, no te enojes conmigo ¿sí? —Hablé con un poco de ternura, a ver si de esa manera le persuadía el enojo, funcionó, volteó a verme con una sonrisa.
—No.
—Casi...
Bajamos del auto y en cuanto se paró frente a mí, pasé mis manos por su cintura, pegándolo a mí con cierta perversión, él se inclinaba hacia el frente, dejándome una sensación bastante deliciosa con el rose de su trasero.
—Estamos en publico —se movia un poco para alejarse, en cuanto lo solté, su forma de caminar me pareció un poco incomoda.
—¿Te duele mucho? —Esta vez sin doble intención, lo abracé con amor, rosando mi nariz en su cuello.
ESTÁS LEYENDO
¿AMIGOS? ; VH
FanfictionHay cosas que nunca se podrán controlar, como enamórate. Tan espontáneo y sin prejuicios, solo que... la sociedad sí los tiene y obliga al hombre a seguir sus normas. Hoseok y TaeHyung descubren con el tiempo que los prejuicios marcados por la so...