#24 | El final de nuestro inicio

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—¿Estás escuchándome? —Jungkook jaló la manga de Taehyung, este volteó a verlo pero su rostro no pudo expresar una sonrisa como él quería.

—No —contestó sinceramente—. Quiero regresar, Kook, no me siento con ánimos de salir a comer —agachó el rostro.

Jungkook frenó el andar de Taehyung, el sujeto levantó el rostro, mirando al chico frente a él, Kook puso sus dos manos sobre sus hombros. 

—Salir te hará bien, pensar solo en Hoseok, te va a enfermar, mírate, estás muy pálido, casi no comes, te la pasas en cama todo el día, todos estamos muy preocupados por ti, Tae, por favor, por lo menos... —Jungkook dudó de sus palabras pero al final lo dijo—, por lo menos, dame un día y yo te haré reír hasta que te duela el estómago —giró su rostro para mirar de lado a Tae, acercó su mano a la cara ajena y estrujó sus cachetes, formando una graciosa cara, Tae sonrió pero no duró mucho.

—Lo siento, Kook, no puedo —dio un paso hacia atrás, alejándose del pelinegro.

—¿Al menos un helado? —Kook lo detuvo de irse, Tae dudó— ¿Me da dos nieves? —Pidió al hombre que iba pasando con un carrito de helados.

—Que sean cuatro —habló Tae, pensando en Jin y... Hoseok.

Los dos caminaban en silencio, Tae no había aceptado quedarse a comer el helado, él quería regresar y encerrarse en casa.

—Jin —Jungkook llamó al mayor pero nadie respondió, Tae señaló la cocina con su mano que tenía escurrido el helado favorito de Hoseok— Cierto, la cocina —sonrió, caminaron directo al lugar menciondo pero se detuvieron al escuchar la voz de Jin.

—¿de qué te ríes? —Preguntó.

—De lo fácil que sería morir desangra- ¡Ouch!

Los dos se quedaron callados, perdiéndose en sus pensamientos propios.

Tae pensó en entregarle el helado a Jungkook y subir a su habitación, la mano de Jungkook en la espalda de Tae lo detuvo de huir.

—Actúa como si no te importara —Jungkook miraba la puerta, Tae volteó a verlo, la expresión del pelinegro era seria—. Si sigues así, solo te estás haciendo daño a ti mismo.

Jungkook empujó la puerta, arrastrando a Taehyung dentro, Jin levantó la mirada y junto con esa acción, Hoseok volteó su rostro, Tae miró la mano de Hoseok, por un momento sintió las ganas de correr a él y preguntarle qué había hecho pero la mano de Jungkook en su espalda lo mantuvo serio en todo momento.

—Me voy —Hoseok se levantó, Jin intentó detenerlo, gruñó y repetidamente lo llamó más este solo tenía su mirada clavada en el de cabello naranja quien no cambiaba su expresión, Jungkook se hizo a un lado y, como si Tae no estuviera ahí, pasó a un lado de él sin voltear atrás. No fue hasta que Hoseok salió de la habitación cuando Tae pudo respirar.

—Este chico —Jin reprochó, limpió su mano con la toalla blanca y empezó a recoger los múltiples algodones con sangre.

—Jin... ¿qué le pasó a Hoseok? —Nerviosamente, Tae se acercó al mayor ofreciéndole los dos helados que tenía en su mano.

—No querrás saber —tomó un helado y empezó a comerlo—, iré a terminar de limpiar este desastre...

Horas después... 

—¡Oye! ¡Abre los ojos, dormilón! —Me quejé por el insistente sonido, abrí los ojos, observando a mi alrededor, vi el rostro sonriente de Taehyung sobre mí, lo miré confundido— ¡llegamos tarde! —se quitó de mí, echándose a correr a la puerta, él se dio la vuelta haciéndome un ademan de que lo siga.

¿AMIGOS? ; VHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora