Ψ Capítulo 12 Ψ

7.8K 472 53
                                    

Segunda y tercera perla.

-¿Cuál es nuestro próximo destino?- pregunté guardando la perla en otro de los bolsillos de mi mochila.

Percy sacó el mapa que nos había dado Quirón.

-El partenón de Nashville.

Grover asintió y arrancó el coche.

No había pasado mucho tiempo en el coche, pero tenía tanta hambre que parecía que mi estómago se comería a sí mismo en cualquier momento.

Por eso, no dudé en hacer parar a Grover en cuanto vi la oportunidad.

-Aunque sea, las encargamos y nos vamos, pero me estoy muriendo de hambre- repliqué al ver que no le hacía mucha gracia parar.

Nos pusimos a la cola para encargar las hamburguesas desde el coche.

Después de haber pasado varios minutos cambiando de ventanilla y hablándole a distintos micrófonos salimos de allí con nuestros humeantes pedidos.

-Pararemos en un descampado cerca de aquí. Ahí podremos descansar un poco y comer tranquilos- dijo Grover, desviándose de la carretera.

Llegamos al descampado del que nos había hablado Grover. Éramos los únicos que estábamos allí.

Salimos del coche cargados con las bolsas y las mochilas.

Estiramos las chaquetas en el suelo y nos sentamos allí a comer las hamburguesas. Se habían enfriado un poco, pero con el hambre que teníamos nos daba igual.

Terminé el refresco de cola y tiré el envase en una papelera cercana. Se ve que este sitio se usa como merendero.

Volví con los demás y me tiré en la hierba a observar el cielo y las nubes. Eso me reconforta.

Aprovechamos para hacernos un par de selfies... Somos adolescentes al fin y al cabo. Después guardé el móvil y volví a tumbarme.

Acaricié el colgante de mi abuela mientras sonreía. Ella estaría tan orgullosa de mí si me viese...

Percy, el único que sabía la historia y pareció leerme el pensamiento, dijo:

-Ella está orgullosa de ti. Tenlo por seguro.

Yo le sonreí y volví a incorporarme.

-Tengo un mal presentimiento, chicos...- dije mientras lanzaba mi anillo al aire.

Percy destapó a Contracorriente y Annabeth tensó la cuerda de su arco.

Grover empuñó su daga mientras olisqueaba el ambiente.

-Se acercan...- dijo antes de correr hacia el coche- ¡Corred, vamos!

Cogimos nuestras cosas y corrimos detro del coche. Grover arrancó y pisó el acelerador a tope.

Annabeth y yo miramos hacia atrás. Efectivamente unas furias se hallaban en el descampado. No tardarían en darse cuenta de que no estábamos.

-¡Pisa más a fondo!- exclamé- ¡Son furias!

Grover me hizo caso y el coche empezó a ir a más velocidad.

Después de unos cuantos kilómetros nos relajamos, habíamos conseguido despistar a las furias.

Aunque, tampoco nos fiábamos mucho, por lo que no guardamos ni las espadas ni el arco.

Llegamos a Nashville en una hora. Grover aparcó en el parking del Partenón.

Grover cogió sus muletas y Percy se subió la capucha de la sudadera.

Entramos al Partenón.

-¿Por dónde empezamos a buscar?- preguntó Annabeth susurrando.

-Chicos, no hace falta que busquemos...- dije alzando la vista hacia la corona de la gran estatua de Atenea que había justo al entrar.

-Bueno, ha sido fácil...- dijo Grover, dispuesto a lanzar una muleta.

-¡Quieto, loco!- exclamó Percy parando a su amigo.- Nos esconderemos y las cogeremos cuando el museo esté cerrado. Esta noche.

﹏﹏﹏﹏

Pasamos la tarde visitando el Partenón. Cuando dieron el aviso de que cerrarían, nos escondimos en los baños.

Annabeth y yo salimos de los cubículos en los que nos habíamos escondido a la media hora de que el museo cerrase.

-¿Y ahora qué hacemos? Aún queda media hora para salir a coger las perlas...- dijo Annabeth

-Pues... ¿pasarlo bien?- dije sacando mi móvil.

Ella sonrió.

Activé la cámara y enfoqué al espejo. Quité el flash, por si acaso y añadí entre risas:

-Pon morritos, Anna

﹏﹏﹏﹏

Pasamos el rato haciéndonos selfies y grabando vídeos diciendo bobadas, hasta que Percy y Grover entraron por la puerta.

-Bueno, bueno... Si habéis montado una fiesta... ¿Cómo no nos invitáis?- preguntó Percy con una sonrisa.

-Venid, venid- dije, volviendo a abrir la cámara de mi móvil. Cuando estuvimos los cuatro juntos, añadí- Ahora poned morritos.

-¿Qué?- preguntó Grover entre risas.

-Sólo hazlo- rió Anna- Queda una foto muy graciosa.

Cuando terminamos nuestro selfie salimos del baño para coger las perlas.

Cuando nos encontramos delante de la estatua de Atenea, Grover preguntó:

-¿Y cómo las cogemos?

-Anna- llamé a mi amiga- pon las manos así.

La mostré como ponerlas. Para que os hagáis una idea, tenía que entrelazar los dedos y agacharse.

Yo apoyé el pie en su mano para darme impulso y escalar la estatua de Atenea.

-Parece que así- se contestó a sí mismo Grover.

Cogí las perlas y bajé la estatua de un salto.

-Sólo nos queda una- dijo Anna.

Antes de que saliésemos del edificio, las furias aparecieron delante de nosotros, dándonos un bueno susto.

-¿Creíais que escaparíais de nuestras garras?- siseó una.

-¡Eso es imposible!- dijo la segunda.

Miré a Percy que asintió. Miré a Annabeth. Con una mirada nos pusimos de acuerdo.

Percy y yo desenfundamos las espadas y Annabeth corrió junto con Grover a intentar abrir la puerta.

Bastaron unos cuantos mandobles con las espadas para que las furias cayeran convertidas en polvo.

Anna y Grover consiguieron abrir la puerta. Yo guardé las perlas en el bolsillo, junto con la otra. Sólo quedaba una.

﹏﹏﹏﹏

N/A: Ya sé que en los libros no se hacen selfies y que no se nombra ni la existencia del móvil, pero quería darle un toque del siglo XXI a la historia y, además esas fotos serán importantes en un futuro :)

La hija de Zeus (Percy Jackson #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora