Ψ Capítulo 15 Ψ

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Camino y entrada al inframundo.

-Se tarda cuatro horas en llegar a Hollywood desde aquí...- suspiré y les mostré la pantalla de mi móvil.

-A lo mejor llegamos en tres- dijo Percy, que se encontraba al volante.

Pisó el acelerador y el coche cogió velocidad. Íbamos haciendo eses en las calles de Las Vegas.

Annabeth y yo nos agarrábamos a los asientos, rezando por que todo saliese bien y Percy no se estrellase contra algo, mientras que él y Grover iban pasándoselo bomba.

En efecto, en tres horas llegamos a Hollywood. Anna y yo bajamos del coche con las piernas temblorosas. Nos tiramos al suelo.

-Nota mental: Cuando haya que huir de algo, NUNCA, y cuando digo nunca es nunca, dejar el coche a Percy. A no ser que quieras morir. Entonces entrégate a aquello de lo que quieras huir. Será mejor y más rápido- dije tirada en el suelo.

Annabeth soltó una carcajada mientras que Percy suspiró.

-¡Oh, vamos!- dijo- ¡Ha sido lo mejor del viaje!

Acaricié el colgante de mi abuela como siempre hacía cuando estaba nerviosa o nevesitaba calmarme.

Percy y Grover nos tendieron una mano para ayudarnos a levantar del suelo.

-¿Dónde queda el Inframundo?- pregunté mientras me limpiaba el pantalón.

-Allí.- señaló Grover- Justo al lado de la hache.

-¿Tenemos que bajar hasta ahí?

-Me temo que sí, pelirrosa...- dijo Anna.

Bajamos el monte entre traspiés y caídas. Finalmente llegamos a la letra hache.

Percy leyó una frase en griego antiguo y la pared empezó a romperse.

-Las damas primero.- dijo Percy, cediéndonos el paso a Anna y a mi.

-Que caballerosidad más oportuna, de verdad...- dije, lanzando mi anillo al aire y entrando en la cueva.

-Ya ves...- dijo Anna.

Ellos entraron justo después de nosotras.

Siguiendo el camino que marcaban las velas llegamos a una especie de lago. A orillas había un tipo con una túnica, con la cabeza encapuchada que daba muy mal rollo.

-Los vivos no podéis entrar aquí. Morid y luego volvéis.- dijo el tipo.

-No tenemos tiempo- espeté.

-Los dracmas, Mary, los dracmas- susurró Grover.

Saqué un puñadito de dracmas de la mochila y se los mostré.

Él los inspeccionó y los aceptó.

-Subid a bordo- dijo con voz lúgubre.

La hija de Zeus (Percy Jackson #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora