Conocemos a Hades.
El viaje por el inframundo fue muy deprimente. Navegábamos entre las ilusiones perdidas y los sueños que no se cumplieron de la gente.
Y entre todo eso, tuve la mala suerte de encontrar aquello.
Justo por nuestro lado pasó flotando un traje de bailarina y un trofeo.
Cuando les vi, no dudé en cogerlos, cediéndole mi espada a Grover.
-¿Qué pasa Mary?- dijo Percy- ¿Te encuentras bien?
Yo negué con la cabeza mientras los ojos se me llenaban de lágrimas.
-¿Qué es eso?- preguntó Anna.
Quise contestarle la pregunta pero cuando abrí la boca para hablar, el único sonido que se oyó fue un sollozo ahogado.
Percy cogió el vestido y lo inspeccionó.
Yo negué, dándole a entender que no emcontraría ninguna pista ahí y le cedí el trofeo.
-«Concurso de ballet XXVI. Primer premio. Valeria Twain.»- leyó Percy.
Se quedó pensativo un rato y después abrió bastante los ojos.
-¿Era...?
Yo asentí y las lágrimas comenzaron a descender por mi mejilla mientras Percy me abrazaba por los hombros.
-Os lo explicaré en otro momento, chicos- dije al ver las caras de confusión de Grover y Annabeth.
Ellos asintieron y Percy volvió a dejar que el trofeo y el vestido de bailarina flotasen alejándose de nosotros. Y en unos momentos, las ilusiones de mi abuela volvieron a confundirse con las de los demás. Acaricié el collar.
-No se me permite ir más allá- dijo el barquero frenando poco a poco la barca.
Nosotros bajamos y alzamos la vista. Un imponente castillo negro se alzaba ante nosotros.
Grover me devolvió la espada.
-Sabes utilizarla mejor que yo- dijo guiñándome un ojo.
Yo sonreí.
-¿Listos?- preguntó Anna
-Puede...- contesté.
Entramos al castillo.
Dos perros del tamaño de un oso y con fauces de lobo se nos tiraron encima.
Por allí apareció una chica, no muy mayor. Pronunció unas palabras en latín y los perros se fueron.
-¿Qué queréis?- su voz sonó fría.
-Queremos... Queremos ver a Hades.- dije.
-Seguidme...- dijo dándonos la espalda.
La seguimos a través de aquel lúgubre castillo hasta la sala donde se encontraba Hades.
Él se giró al notar nuestra presencia.
-Bueno, bueno, bueno... Bienvenidos sobrinos.- sonrió.
Nosotros desenfundamos las espadas.
-Oh, no. Tranquilos, por favor... No voy a haceros nada.- dijo al vernos hacer eso.
-¿Dónde está el rayo?- preguntó Percy.
-Ah...- dijo con una sonrisa-Habéis venido a por el rayo...
-Básicamente.- dije yo sin soltar mi espada.
-¿Y qué me vais a dar a cambio del rayo?- preguntó Hades.
Nosotros nos miramos. No habíamos pensado en que accediese tan amistosamente. Habíamos pensado en que tendríamos que luchar o algo por el estilo.
-¿No traéis nada?- preguntó
Nosotros negamos.
-Entonces elegiré yo...- dijo sonriendo y mirándome- Quiero... Eso.
Me señaló.
-¿Me quieres a mí?- pregunté, procurando que no me temblase mucho la voz.
-No.- dijo acercándose- Quiero esto.
Entrelazó sus dedos con el camafeo de mi abuela.
-Escúchame, María. Podemos intentar de otra forma, no es necesario que accedas...- me susurró Percy.
-No- dije- Está bien.
Hades sonrió.
Me quité el camafeo y se lo entregué. Él, sorprendentemente, me entregó el rayo.
-Iros ya- dijo, mientras miraba el camafeo con una sonrisa.
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La hija de Zeus (Percy Jackson #1)
FanficMaría, una chica de tan solo trece años deberá afrontar la noticia que su madre le tiene preparada. Eso cambiará su futuro al completo. Pero... ¿De verdad está preparada para ese gran cambio que la vida decide darle?