Camila y Austin charlaron sin parar durante un par de horas, a Camila aquel rato de paz le sentó maravillosamente, pero tuvo que volver a la realidad, tenía que comprar el billete para Berlín, ir a casa, hacer la maleta y esperar que Lauren volviese de alguna de sus fiestas para explicarle la razón por la que volvía a Berlín.
Cuando llegó a casa se sorprendió al encontrarse a su novia allí, "¿Cómo este milagro?, ¿qué haces aquí?", preguntó asombrada.
Lauren tardó en responder, la miraba fijamente, "Tenía ganas de verte, ¿tan raro es eso?"
"La verdad es que últimamente si, ¿a tu amiga le ha salido un plan mejor?, ¿o está en el baño?" respondió la joven castaña sarcásticamente.
"Camz, no quiero discutir, simplemente quería verte, ¿cómo te ha ido el día?, ¿qué has hecho?" respondió conciliadora la ojiverde.
"He estado en la playa y luego paseando por la rambla" respondió la castaña cada vez más extrañada.
"¿Sola?" siguió preguntando Lauren.
"Si sola", Camila ya ni se acordaba de Austin, tenía mil cosas en la cabeza, "¿por qué de repente te interesa tanto lo que hago?"
"Camz... por favor, no nos peleemos" volvió a insistir Lauren.
"Bueno, sea como sea, me alegro de que estés aquí, quería hablar contigo", Camila fue directa al grano, "mañana me vuelvo a Berlín".
"¡¿Qué?!, ¿cómo que vuelves a Berlín?, ¿y me lo dices así, sin más?, ¿vuelves con él?" Lauren estaba asombrada, triste y muy, muy enfadada.
Camila la miró tranquila y contestó, "Lolo nuestra relación va de mal en peor y algo tenemos que hacer, he pensado que es mejor que nos demos un tiempo, que nos alejemos la una de la otra, para poner en orden nuestras ideas, para pensar, para echarnos de menos, si seguimos así lo nuestro va a terminar mal irremediablamente", hizo una pausa y analizó la última pregunta de Lauren "¿qué tontería es esa de que si vuelvo con él?, ¿y quién es él?"
"Camila, ¿cres que soy tonta?, ¿qué no sé lo que está pasando?, pues lo sé perfectamente" Lauren estaba cada vez más enfadada.
Camila no entendía nada, "pero Lauren ¿se puede saber de qué estás hablando?"
"Deja de tratarme como una imbécil, Elena tenía razón todo este tiempo, he sido una idiota al no darme cuenta", Lauren temblaba de ira.
"Lauren no sé de que estás hablando, pero que nos separemos un tiempo, es lo mejor para las dos" intentó tranquilizarla Camila.
"No te vas a ir a Berlín ni a ningun sitio, tú eres mía, lo entiendes" masculló la ojiverde se acercó hacia ella e intentó besarla.
"Ya vale Lauren, no hay discusión mañana a las cuatro de la tarde sale mi vuelo para Berlín" Camila se zafó de ella y se encerró en la habitación dando un portazo.
"Vete con él Camila, eso vete con tú hombre, ya te has cansado de que te folle una mujer, así que vuelve a sus brazos, seguro que él lo hace mejor que yo" le gritó Lauren completamente fuera de si.
La puerta de la habitación se abrió con fuerza y Camila furiosa se acercó hacia ella, "busca la excusa que te dé la gana Lauren, yo no me voy con nadie y tú lo sabes, pero tiene razón en una cosa, me he cansado, pero me he cansado de que me folles tú y si, en verdad, cualquiera lo haría mejor que tú, te pasas el día borracha y apestas a alcohol y a tu amiguita", Camila se arrepintió al instante de haber dicho esas palabras, una lágrima corrió por el rostro de Lauren.
"Lolo, perdona yo...", Lauren no la dejó terminar, se dio la vuelta y sin decir palabra se marchó.
Camila se pasó la noche llorando y esperando que Lauren volviera, sabía que le había hecho daño, no debía haber dicho esas palabras, por eso precisamente era por lo que se marchaba, eso era lo que quería evitar, el daño involuntario que podían causar la una a la otra.
La llamo una y mil veces durante aquella noche, pero Lauren no respondió a sus llamadas, le mandó infinidad de SMS, pidiéndole que volviera, tenían que hablar, pero Lauren no volvió.
Al día siguiente Camila se levantó, intento llamar a Lauren, pero tuvo el mismo éxito que la noche anterior, hizo las maletas, mando un último SMS a Lauren, -"Lolo, no me cansaré de repetírtelo, siento mucho lo que dije, no quería hacerte daño, te amo, eres el amor de mi vida, me gustaría verte antes de coger el avión" y con todo el dolor del mundo se dirigió al aeropuerto.
Durante el viaje en taxi, siguió sin tener noticias de Lauren, tenía la esperanza de que hubiera recapacitado en el último momento y verla en el aeropuerto, pero no había rastro de ella, con quien si se encontró fue con Austin.
Casi no tuvo tiempo de hablar con él, había apurado hasta el último segundo esperando a Lauren y tenía que embarcar inmediattamente, supo que su hermana, había ido a Barcelona a visitarlo y regresaba a Berlín en el mismo avión que ella, había ido al aeropuerto a despedirse, él le deseó buen viaje, se abrazaron, Camila le dirigió una sonrisa forzada y se dirigó a embarcar.
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Lauren llegó al aeropuerto sin aliento, el último SMS de Camila la había hecho reaccionar, ambas habían cometido muchos errores en los dos últimos meses, pero Camila era la mujer de su vida, su gran amor y no podía permitir que se fuera sin decirle cuanto la amaba.
Había sido una estúpida al pensar que la engañaba, al dejar que Elena y su profesión se interpusieran entre ellas dos, Camila tenía razón, un tiempo separadas les podía ayudar a volver a recuperar la pasión y el deseo perdido, porque el amor jamás se perdió.
De pronto se le heló la sangre, Camila y Austin estaban enfrente de ella, abrazados otra vez, a punto de entrar por la puerta de embarque, sonriente, seguramente celebrando que ella ya no sería un problema, podrían vivir su amor libremente en Berlín sin preocuparse de ella, Lauren se dio la vuelta y salió corriendo del aeropuerto.
Fue a su casa, al entrar sintió un gran dolor en su corazón, Camila ya no estaba allí, los ojos se le llenaron de lágrimas, pero no se permetiría llorar, no por ella, la había engañado, la había dejado y se había ido con su ex a Berlín y lo peor de todo era que había seguido con su mentira y engaño hasta el último momento, no se había atrevido a dar la cara, seguro que cuando llegase a Berlín la llamaba y rompía definitivamente con ella desde la distancia, ella siempre se había negado a creer a Elena, pero finalmente esta había tenido razón.
Lauren se arregló, hoy era el estreno de la película en Barcelona, ya no llegaba a la proyección, así que iría directamente a la discoteca para la fiesta.
Llegó a la fiesa, observó que todos su compañeros ya estaban allí, pero ella no tenía ganas de hablar con nadie, no podía dejar de pensar en Camila, se dirigió a la barra y pidió un Whisky, lo bebió de un trago, no le hizo sentirse mejor, al contrario, el dolor en su corazón pareció aumentar, pidió otro, otro, otro y otro, con cada trago su ira aumentaba, imaginaba a Camila en los brazos de Austin, a este besando, acariciando, amando ese cuerpo que hasta hacía poco le había pertenecido a ella, besando aquellos labios que entre gemidos habían susurrado una y otra vez su nombre en sus noches de amor, ya no era ella quien la enloquecía, quien la poseía..., ahora pertenecía a otro.
Lauren no podía soportarlo más, vio a Elena bailando en la pista de baile, ciega de rabia y de ira se dejó llevar por los celos y el dolor que sentía en su corazón, se dirigió hacia la morena, -ella también se divertiría aquella noche- pensó.