Fraternidad mixta...¡UNA MIERDA!

20. Ding-Dong, soy yo

Revisado 14/07/2019

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Me levante del banco de piedra en el que me había sentado para intentar relajarme. El momento de compasión conmigo misma ya había pasado y debía ponerme los pantalones de persona adulta y afrontar las cosas.

Pese a conocer como se había comportado mi madre anteriormente conmigo, no pude negra que sus palabras hicieron más mella en mí de lo que pensaba. No fue una sorpresa como tal ya que no era difícil de adivinar, pero ser consciente de ello me afecto.

Me gire justo a tiempo para ver a los chicos salir de la casa. En cuanto volviese de la universidad mi madre se habría ido y podríamos hacer que no había pasado nada.

Los chicos me vieron y algunos intentaron disimular la sorpresa en sus caras, otros debían practicar un poco más para ello.

Sin darle muchas vueltas me lance hacia ellos intentado meterles a todos en un abrazo conjunto. Tras unos segundos la voz de Luke se hizo presente.

- ¿Os cuento un chiste? - preguntó. No esperó respuesta e inmediatamente empezó a contarlo. - En una sala esta un plátano y una gelatina, el plátano le dice a la gelatina: Si todavía no me he desnudado ¿Por qué estas temblando? - nos dice riéndose solo.

El abrazo se disolvió y pude ver como Luke, Josh y Mike se reían como si acabasen de escuchar el mejor chiste del mundo. No voy a negar que no fuese algo gracioso y que solté alguna risilla ahogada, pero...No pude continuar porque mis pensamientos se vieron interrumpidos por un ataque de risa al ver como a Luke se le salía un moco de la risa.

Pegue un bote cuando una mano salida de la nada me toco el hombro.

- ¡Que susto! - le dije a George mientras me ponía la mano en el corazón

- Vaya, lo siento. Ese no era el tipo de saludo que quería darte. - me dijo mientras me agarraba de la cintura y se acercaba hacia mí. Me puse nerviosa al momento, nuestras narices se estaban rozando y los ojos de George estaban cerrados.

- ¡Rose! - me separe de George a la velocidad de la luz. ¿Quién me había gritado?

- Se ve que hoy es el día de los sustos. - dijo George riendo mientras me daba un beso en la mejilla. Vi como Ryan me miraba con el ceño fruncido mientras que Eddie lo hacía con una sonrisa socarrona. ¿Quién me había llamado?

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- Dios, estoy famélica. - le digo a Luke en cuanto salimos de la clase.

- No podía dejar de pensar en llegar a casa y ponerme como un cerdo. Como odio derecho comercial. - responde Luke pasándose las manos por la cara mientras yo me rio.

- ¿Estáis hablando de comida? - dice Jayden detrás nuestro.

Salimos de la facultad con la boca echa agua al pensar en lo cerca que estamos de llegar a casa y comer.

- Os ha costado salir. - dice una voz a mi derecha.

- ¿Qué haces aquí? - le pregunto a George mientras me acerco a abrazarle.

- Te esperaba. - dice agarrándome de la cintura y colocándome entre sus piernas.

- Pues no os quedéis mucho rato aquí porque esta señorita te comerá de un bocado a otro. - dice Luke mientras saluda a George.

- No hagamos esperar a la señora. - dice George a la vez que me rugen las tripas.

No tardamos mucho en llegar a casa y que nos rodee un aroma de pollo al curry. Como perros nos acercamos a la cocina donde vemos a Eddie y a Josh terminando de hacer la comida.

- George, ¿Te quedas a comer? - pregunta Eddie sonriendo.

- Si. - contesto yo por él.

Al poco de llegar ya estamos dando nuestro primer bocado a la comida por la cual no puedo evitar soltar algunos gemidos.

¡Esto esta delicioso!

Ayudamos a recoger la mesa y después cojo de la mano a George y lo arrastro a mi habitación.

La mitad de los chicos todavía no ha llegado a casa porque tienen clase hasta un par de horas más tarde.

Entro a mi habitación con miedo de lo que me puedo encontrar, pero sorprendentemente esta reluciente. Frunzo el ceño ante el aspecto de mi habitación porque en mi vida he visto a mi madre coger un solo plumero por lo que no me la imagino limpiando mi habitación y mucho menos al otro chico.

No tardo en alisar mi frente cuando veo la factura de una empresa de limpieza encima de mi edredón.

Genial mama

George me abraza por la espalda y coloca las manos en mi cintura a la vez que yo vuelvo a doblar la factura.

- ¿Qué es eso? - me pregunta apoyando su cabeza en el hueco de mi cuello.

- Una cosa sin importancia. - le respondo agarrándole una de las manos que están en mi cintura. El, con la otra me retira el pelo del cuello y me pieza a besar la nuca.

Me rio cuando me hace cosquillas y me retuerzo entre sus brazos, pero en vez de soltarme me coge y me tira a la cama.

- No te atrevas. - le digo intentando apartarlo, pero es más fuerte que yo y no puedo evitar que me torture con cosquillas. - ¡Para! - le grito riendo y retorciéndome.

Como puedo, le coloco los brazos alrededor del cuello y lo acerco a mi y pego mis labios a los suyos. Noto como George se deja caer casi por completo sobre mi cuerpo. Dejamos que nuestros labios se conozcan, que nuestras lenguas bailen al ritmo del deseo. Mis manos van directas a su pelo y las suyas se meten por mi camiseta rozándome el borde del sujetador. Enrosco una pierna en su cintura intentando acercarle más, mientras, sus labios se arrastran hasta mi cuello arrancándome un gemido. De repente George se aleja de mi y protesto con un gemido.

- ¿Qué pasa? - le pregunto apoyando los codos en la cama para incorporarme un poco. George no tiene tiempo de contestar cuando mi puerta se abre.

- ¿Qué tal ha ido el...?

Giro la cabeza corriendo hacia Ryan que mantiene la puerta abierta.

Mierda

Le sonrío con toda naturalidad y me siento en la cama. Por favor que no tenga tan mal aspecto como creo. Ni George ni yo nos habíamos quitado nada de ropa, pero eso no significa que no lleve la camiseta que antes llevaba metida por dentro del pantalón enroscada en mi cintura mostrando mi ombligo, unos pelos de loca y que ambos estemos con la respiración alterada.

- Creo que no es el mejor momento. -dice Ryan con la boca pequeña cerrando la puerta.

- No había oído que habían llegado. - le digo a George que se empieza a descojonar.

- Menos mal que yo sí. - me responde dándome un beso.

George no tarda en irse después de la interrupción y quedamos en vernos mañana para tomar algo. Cuando me miro en el espejo recolocándome para tener un aspecto menos desaliñado oigo como mi móvil empieza a vibrar en la mesilla.

Voy hacia él y cuando veo quien llama lo cojo rápidamente.

- ¿Papa? 

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15/10/2020

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bueno, Hola jejeje, este capitulo ya no es tan dramatico como el otro. Espero que os guste, sobre todo la escena del sexo. No la he querido narrar con detalles para que todo el mundo la puediese leer pero ya me direis si lo preferís o no.

Este sera el unico capitulo de la semana, ya empiezo el curso y no voy a poder escribir tanto

Besos y gracias a todas por los comentarios y los votos 

hasta el proximo capitulo

os quiero <3<3<3<3<3<3<3<3<3