***REVISADO***
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Noto como alguien me zarandea con brusquedad y dice mi nombre. Cinco minutos más, ¿por favor? Tardo unos segundos en abrir los ojos y cuando lo hago veo que me cuesta enfocar la cara de la persona que tengo delante de lo cerca que esta.
- Despierta. - dice mi madre.
- Ya estoy despierta. - le digo restregándome los ojos y acostumbrándome a la luz que hay en el salón. Ayer no pensé en las cortinas. - ¿Qué pasa? - le pregunto cuando veo que me mira inquisitivamente.
- Tenemos hambre. - me dice poniendo los brazos en jarra.
- ¿Tenemos? - pregunto mientras me levanto y voy hacia la cocina. No me jodas que sigue aquí.
- No te hagas la tonta, te queda fatal. - me dice mi madre siguiéndome. Gracias mama, tú siempre diciendo cosas bonitas
Cuando entro en la cocina me encuentro al chico de ayer en calzoncillos sentado en uno de los taburetes de la isla de la cocina.
- Buenos días, guapa. - me dice guiñándome un ojo y veo como me mira de arriba abajo.
Joder, voy solo con la camiseta de Eddie.
- ¿En serio? - le digo a mi madre aludiendo a su saludo.
- Es muy bueno en la cama. - me responde como si eso lo justificase todo.
Me giro y abro el armario de arriba y con mucho cuidado de que el tío que esta en la cocina no me vea el culo, saco una caja de cereales y una bolsa de galletas. Abro la nevera y cojo la leche. Por último, enciendo la cafetera y la preparo para que se vaya haciendo el café.
Quizás si hubiesen sido más amables les habría preparado unos huevos, pero como no ha sido así, que les den.
- Que aproveche. - les digo saliendo de la cocina y subiendo a mi habitación.
En cuanto abro la puerta de mi habitación una arcada sube por mi garganta.
Esta habitación apesta a sexo. Lo peor, apesta al sexo que ha tenido mi madre con un chavalín.
Corro hacia el interior de la habitación y abro la ventana. La habitación esta hecha un asco. Las sabanas arrugadas, envoltorios de preservativos por el suelo junto a la ropa.
Cojo aire para intentar relajarme y entro en el baño para coger el neceser e irme corriendo a la ducha. El reloj que hay en la pared de mi habitación marca que son las 7:30 am así que corro a las duchas antes de que los chicos se levanten para ir a clase.
En las duchas me encuentro con Jayden que me sonríe con un bostezo y veo que Ryan también se está duchando.
No tardo mucho en enjabonarme y lavarme el pelo. No quiero dejar mucho rato a mi madre sola, no me gustaría que los chicos tuviesen que ver como se enrolla con el chico en la cocina.
Cuando termino me enrosco una toalla en la cabeza y otra en el cuerpo y con una mano cojo el neceser y con la otra la camiseta de Eddie. En cuanto abro la puerta de mi habitación me encuentro al chico sentado en mi cama y a mi madre rebuscando en el armario.
- ¡¿Qué haces?!- le pregunto asegurándome de que la toalla no se haya movido ni un milímetro. Vale que ha dormido aquí y ha invadido mi habitación completamente, pero... yo que se joder. Pensaba que podría cambiarme tranquilamente mientras ellos terminaban de desayunar, ¿Tanto he tardado en la ducha?
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Fraternidad mixta...¡UNA MIERDA!
Teen FictionTras descubrir la infidelidad de mi padre y la indiferencia de mi madre, decido dejar atrás el caos familiar y cumplir mi sueño: cambiar de universidad y empezar de cero. Al inscribirme en una fraternidad, esperaba finalmente encontrar paz y tranqui...