Como cada mañana Ryan y yo nos despertamos juntos, solo que esta vez teníamos de melodía de fondo los gritos de Dana y Jayden. ¿Qué pasaba?
Al parecer, la noche de relación abierta había afectado más a algunos. Jayden estaba resfriado y la única explicación a esto que se le ocurrió a Dana fue que él se había liado con otra mujer.
En cuanto yo me entere de que Jayden estaba enfermo no pude alejarme más de él, pero curiosamente se puso bien en cinco minutos. Así que decidimos jugar un rato al típico juego de niños: Verdad o reto. Lo que no esperábamos es que alguien le preguntase si quería a Dana y tampoco esperábamos que Jayden se fuese de casa cabreado, dejando a Dana sintiéndose como una mierda.
Al final acabamos todos tirados en el salón mientras nos moríamos porque el majo de Jayden nos contagió, pero bueno, Dana recibió la mejor y peor parte ya que estuvo sola en casa pero Jayden fue a verla y amarla de por vida...o de momento jajaja.
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Dejo de golpe el café en la encimera haciendo tal ruido que Luke se despertó de golpe poniéndome mala cara. El me mira con odio pero rápidamente se levanta de la silla, coge su mochila y ambos salimos de la casa en dirección a clase.
Los exámenes ya habían empezado y bueno, aunque nos tienen agotados, están saliendo bien, lo que no se puede decir de Ryan y de mí. Los exámenes ponen presión en nuestra relación y bueno, ninguno de los dos lo llevamos bien.
Ahora Luke y yo estamos de camino a la universidad para la última clase antes del examen de esta asignatura. No he visto a Ryan desde ayer por la mañana. ¿Dónde ha estado? No lo sé, se fue después de que discutiésemos.
Ayer por la noche cuando me estaba lavando los dientes descubrí que no mi pasta de dientes estaba fuera de mi neceser, al principio no lo vi raro pero después de ver que apenas quedaba y que casi no pude lavarme los dientes me cabree. Le pegue un grito a Ryan cuando comprobé que su pasta de dientes había desaparecido y que había usado la mía. ADEMAS NO LA HABIA TAPADO.
Es una tontería, lo sé, pero a raíz de esto empezaron las discusiones de porque ocupaba toda la cama, que si yo lo agobiaba cuando lo abrazaba, que si él se tiraba pedos dormido, que si tenía que aguantar mis cambios de humor.
Ryan se fue de la habitación dando un portazo y yo dormí ocupando toda la cama. Me sentí mal durante unos minutos ya que la cama estaba un poco fría pero después de pensar otra vez en mi inexistente pasta me dormí plácidamente. Así aprenderá a no gastar mi pasta.
El problema es que estas discusiones están haciendo mella en nosotros. Os juro que le quiero con toda mi alma pero hay momentos en que lo estamparía contra el armario. También me estamparía a mí misma, pero muchísimas menos veces
Luke y yo llegamos al campus y cuando vamos por la mitad de este alguien me agarra el brazo. Pienso que es Ryan y que viene a solucionarlo todo, cosa que yo tenía pensado hacer después de la clase, pero no podía estar más equivocada.
– ¿Matthew?-pregunto sorprendida mientras él me sonríe y me suelta el brazo.- ¿Qué haces aquí?-pregunto.
Por si no os acordáis, Matthew podía haber sido mi posible conquista si me hubiese quedado en Orlando. Creo que nos hubiésemos acostado un par de veces y ya, porque para que mentir, no pensaba en tener novio en ningún momento y voy y llego aquí y ya he tenido dos.
Perra.
No me arrepiento de salir con George porque la verdad es que no me aporto nada y por suerte no tuve sentimientos, aparte de una excitación puntual, que hiciesen que me desmoronase al saber que había estado jugando a dos banda y encima con su ex. Lo único bueno que saque de esa relación fue que a Ryan y a mí nos hizo darnos cuentas de nuestros sentimientos.
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Fraternidad mixta...¡UNA MIERDA!
Roman pour AdolescentsTras descubrir la infidelidad de mi padre y la indiferencia de mi madre, decido dejar atrás el caos familiar y cumplir mi sueño: cambiar de universidad y empezar de cero. Al inscribirme en una fraternidad, esperaba finalmente encontrar paz y tranqui...