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4.

Andrea había ido a pedir disculpas por su disparo en la cabeza, ella le caía bien, tenía agallas y cuando hablaban por momentos parecía que le devolvía la tranquilidad porque parecían tener cosas en común, no el deseo a morir obviamente sino por donde encajaban en el grupo; ella no parecía muy satisfecha con todo lo que estaba haciendo pero parecía mejorar ahora que le estaban dando clases de tiro.

La mujer rubia entregó un libro y le dio sus disculpas, Daryl le dijo que comprendía pero que si volvía a disparar deseará que él esté muerto. Ella asintió y se quedó meditando antes de volver a hablar.

- ¿Has hablado con Beth? La hija pequeña del señor Greene- dijo con cuidado.

Daryl no se sentía con ganas de responder - ¿Ha dicho o preguntado sobre mí? -. Cuestionó a la defensiva.

Andrea miró con calma a Daryl, podía notar su nerviosismo y podía ser nada o que realmente había hablado con ella -No, pero ha pasado parte de la mañana mirando a la tienda y dando algunos pasos para acá-.

Por primera vez parecía desconcertado, él esperaba que la niña se hubiera quejado del comportamiento de él pues daba esa apariencia. Entonces Andrea sonrió divertida -Tal vez alguien tiene una admiradora-.

Daryl dio un bufido de exasperación ¿en serio? Con eso, Andrea salió de la tienda, los sonidos de animales comenzaron a arrullarlo, se recordó pequeño de nuevo en su casa basura con un calor del infierno cuando no había nadie y lo único que podía hacer para calmarse era dormir.

- ¿Puedo pasar? - una voz afuera de la puerta lo sacó de su somnolencia.

Suspiró de nuevo, esa niña sí que tenía un tino -Sí-.

-Papá me dijo que le diera estas pastillas para evitar la infección. Yo no quería molestarlo de nuevo pero era importante para usted y yo...- vio como Beth extendía la caja con tabletas.

Daryl intentó estirarse para tomarlas y un quejido escapó de sus labios. Al instante Beth ya estaba a su lado para verificar que no había abierto su herida, era curioso como ella había pasado de tímida niñita a la preocupada joven que tenía delante-Estoy bien-.

Beth dio unos pasos para salir -Oye, siento lo de esa mañana-. Dijo Daryl, ella mantenía su distancia porque desde que la había visto no había hecho otra cosa que regañarla o ser brusco con ella.

- ¿Por qué le caigo mal? - ella preguntó de pronto con extrañeza y ahora lo miraba con curiosidad.

Daryl tragó saliva, tenía que poner de su parte si por lo menos quería recibir un mensaje a tiempo y no veinte horas después porque le daba miedo acercarse a él. Tampoco es que fuera algo como un caminante pero parecía que la rubia se asustaba por cualquier cosa -No me caes mal, ni siquiera te conozco-.

Beth le dio una pequeña sonrisa y extendió una mano -Hola, me llamo Beth Greene-.

El gesto lo tomó por sorpresa y casi por inercia ofreció la mano -Daryl Dixon-.

5.

No habían pasado muchos días pero él se sentía mejor y debía ir a la búsqueda de esa niña como era su costumbre, o ese era el plan original hasta que Glenn había dicho que había caminantes en ese granero y Shane había estallado en un ataque de ira con deseos de irse. Luego se le había ocurrido que Sofía no era prioridad y Daryl había estallado en llamas porque pensara de esa manera.

Se le acababa el tiempo y lo sabía, fue por un caballo de nuevo para encontrarse con Carol pidiendo que se rindiera ¡ella ya se había rendido! ¡Era su hija y ella se había rendido! La maldita mujer había creído que era mejor conservar su vida ¿De verdad? Cuando Sofía tenía todo un mundo por explorar mientras él ya había arruinado la suya.

Estaba furioso, nadie se tomaba en serio las cosas ni las personas y entonces Daryl había decidido que iba a actuar o se iba a morir; Shane había llegado con armas y con determinación para acabar con los caminantes del granero así que Daryl había accedido ¿Qué más da? Los disparos le aturdieron con la misma facilidad que su corazón se había saboteado con los años hasta el momento en que vio a la niña frente a él.

Detuvo a Carol ahí estirando las manos para su hija, el dolor que Daryl sentía parecía desgarrarlo y recordó porque no le gustaba involucrarse ni preocuparse por nadie: siempre te lastiman quieran o no.

Y luego de eso había escuchado que la otra niña rubia había intentado suicidarse, decidió encogerse de hombros porque no le interesaban los cobardes. Decidió alejarse de nuevo, tal vez era buena idea largarse de ese grupo pero ahí estaba Carol, ella lo escuchaba, lo veía y se daba cuenta que existía.

Ella era terca y por más que él había tratado de apartarla ella simplemente no le daba tregua y entre peleas juntos estaban pasando el duelo por Sofía, a veces se preguntaba porque Carol no se rendía con él, como en un momento lo había hecho con su hija pero en su interior se lo agradecía, ella le daba el apoyo para continuar y le decía que era tan buena persona como el resto.

Daryl por supuesto no lo entendía, pero cada vez que Carol lo pronunciaba parecía ser más cierto. En especial cuando veía a Shane que cada día parecía perder más la cabeza; las cosas no iban a mejorar estaba claro pero con Carol cerca, la diferencia era evidente.

Eeey, esa Andrea tiene buen ojo, lo que me encantó de este capitulo es que por fin Beth y Daryl se presentan como debe de ser. Ah y quiero advertir que esta historia busca un amor dulce y lento pero a mí no me importó porque ponia tanta ternura en cada capitulo que lo disfrute mucho, ojala que ocurra lo mismo con ustedes.


Nacida así (bethyl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora