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La diferencia de pelear y querer confortar a Carol en comparación con Beth, es que con Carol sabía cómo ella podía reaccionar pero con Beth parecía ser de una especie totalmente diferente; Beth podía ser una callada melancólica, una joven llena de espíritu o una impulsiva amorosa en cuestión de minutos. Desde el último ataque de caricias de Beth Daryl se había apegado a las nuevas reglas de convivencia.

Las cosas parecían mejorar, porque en la semana que habían pasado buscado a su familia no habían discutido de nuevo o no tanto como esos cuatro primeros días. El comienzo del invierno se sentía fuerte, posiblemente sería un invierno muy frio y moverse podría no ser tan viable.

Habían conseguido un poco de gas para la moto, algo bueno, todavía seguían buscando alguna señal de su familia. Daryl comenzaba a ver el desganó de la joven que trataba de no demostrarlo, cuando él estaba mirando le daba pequeñas sonrisas pero él sabía que era pantalla para disimular la pérdida de su esperanza. El hombre decidió que fingiría creer en la apariencia porque no sabía que era mejor: la joven que lloraba o la que necesitaba ánimo.

Ya era tarde y buscando un lugar para pasar la noche, no les quedó otra que refugiarse en ese bar en medio de la carretera, lo más probable que no muy lejos hubiera un motel de paso pero Daryl no iba arriesgarse por una cama para ella pues "era momento de madurar para Beth" se dijo ante la pequeña vocecita que le susurraba que a Beth no le iba a gustar.

Él entró en el bar y luego de clavar sus flechas en tres caminantes hizo que Beth trajera las cosas mientras él cerraba por completo el lugar. Cuando volvió a la barra Beth estaba buscando la comida pero solo había muchas botanas y una interminable lista de alcohol para probar. Guardaron las botanas en las bolsas que tenían y Beth sacó una lata de verduras, los dos comieron en silencio.

Cuando acabaron sacaron la única manta que tenían para dormir, Beth prendió una de las velas; luego se puso a leer las etiquetas de las botellas que desfilaban enfrente de la barra, su lectura era tan meticulosa que de inmediato Daryl se dio cuenta de lo que Beth planeaba.

- ¡O no! Tú no vas a estar bebiendo esta noche- le advirtió Daryl a la joven que levantó la vista como un cachorro.

-Nunca he tenido una copa, tendré la primera experiencia y lo dejare- suplicó ella.

Daryl la miró inquisitivamente, una copa no hacía daño a nadie y podía ser una buena forma de hacer las paces con ella porque nunca se había disculpado por la manera en que la había tratado los otros días. Se fue a la barra del bar tender y ofreció una copa pequeña con la que se hacían los "caballitos de tequila".

Beth sonrió muy emocionada y se sentó en la barra, Daryl tomó cualquier botella y vertió su contenido en la copa de Beth, la joven le dio la sonrisa más emocionada que le había visto en la vida pero pronto su ceño se frunció al ver que él no tenía nada en sus manos.

- ¿No piensas acompañarme? -cuestionó ella con un dejó de súplica en ella.

Daryl no había tomado en mucho tiempo y realmente lo necesitaba después de todo lo que habían pasado pero tenía un deber -Yo tengo que cuidar-.

Beth junto sus manos en una súplica -Por favor, jamás pensé que bebería sola. Que estaría sola para todo, es como...más triste de lo que realmente es-.

Daryl hizo una mueca pero sacó otro vaso y vertió un trago, chocaron las copas y lo bebieron, de inmediato Beth comenzó a toser; Daryl no pudo evitar sonreír divertido -Para un principiante un trago debe ser lento o puede arderte la garganta-.

Beth tenía la cara roja y no dejaba de toser, le miró con molestia por la broma pero él se encogió de hombros con la sonrisa burlona en la cara; Beth tomó otra botella y vertió otro tragó en los dos vasos y bebió de golpe esta vez sin toser. Daryl arqueó la ceja divertido por la joven amenazante y bebió el contenido con facilidad.

Nacida así (bethyl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora