2.7

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7.

Daryl terminó de ducharse y volvió a donde se supone que tenían sus cosas para pasar la noche, Beth estaba envuelta en mantas como si fuera un gato retozando. Estaba dormida y Daryl se acostó en su lado de la bodega con las mantas restantes, debía buscar una forma de reconciliarse con Beth. Ella tenía razón: si no pensabas mal la acción no era mala, pero es que a él le habían enseñado a pensar siempre mal de las personas.

-Por si te lo preguntas estuve mirando todo el rato- dijo Beth molesta y soñolienta.

-Ok- contestó con calma pero tenía la cara roja, sabía que ella no lo había hecho pero la idea lo inquietaba. Se merecía la burla por hacerla enojar.

-La nieve me hizo pensar en navidad, nunca tuve una navidad con nieve- exclamó ella con tristeza.

Daryl no respondió, decirle que ni siquiera había tenido una navidad era hundirse -Mmm-.

Beth se sentó entre sus mantas y lo miró de modo inquisidor - ¿Qué es? Y no me salgas con mmm porque me lo debes-.

-Yo tampoco tuve una navidad con nieve, nunca he salido de Georgia y esta la primera vez en mi vida que veo nieve- contestó él de modo tranquilo.

- ¿Ni de vacaciones? - pidió Beth intrigada.

-Nunca tuve vacaciones, estaba muy ocupado en seguir a Merle- contestó calladamente.

- ¿Por qué? - pidió Beth con precaución.

- ¿Qué te importa? Es complicado- le cortó rápidamente.

Beth le miró de ese modo que lo incomodaba, estaba enojado de nuevo pero trató de no decirlo, solo dio pequeñas miradas a la joven sin decir nada pero Beth no dejaba de mirarlo así que finalmente cedió -No era nadie así ¿Qué más podía hacer? -.

-Eras alguien, Daryl: el cazador, una buena persona que se preocupa por niñas desaparecidas y rubias morbosas- contestó Beth con una sonrisa.

Daryl la miró con seriedad -Buenas noches voyerista-.

Con eso le dio la espalda para ocultar su sonrisa al ver que Beth hacía una mueca por el nuevo apodo; ella podía decir cosas que lo relajaban del mismo modo que lo hacían enojar, era confuso pero agradable.

Por la mañana despertó y se encontró frente a él una nota "Feliz navidad" decía. Al levantarla encontró unas barras de dulce de sabor vainilla, recordó que cuando se las había entregado a Beth ella había saltado de gusto por tenerlas y había dicho que las guardaría para una ocasión especial. Una alegría particular se instaló en el pecho y volteó a ver a Beth dormida -Feliz navidad Beth-.

8.

A Daryl le gustaba el bosque; con el invierno desagradable esa no era opción y ahora se quedaban en una casa pequeña; el jardín tenía el pasto alto y nomos ridículos por todos lados; las ventanas habían sido tapiadas y solo ocupaban la sala para permanecer en ella porque desde el último ataque en que casi muerden a Beth, Daryl había decidido que no iba a permanecer lejos de ella.

Todavía podía recordar los gritos de Beth cerca de la ventana, jalando su brazo con todas sus fuerzas para zafarse de tres caminantes que la tenían de la muñeca y como ella los azotaba contra el cristal para mantenerla a salvo. Daryl había clavado su cuchillo tres veces en los cráneos para poder liberarla y cuando había visto los fragmentos de cristal incrustados en la piel de ella se sintió tan asustado.

Por fortuna solo necesito unas pequeñas puntadas y un buen vendaje; él esperaba una reacción de pánico mezclada con sollozos pero Beth le había dicho que no iba desperdiciar lágrimas de esa manera; entonces se habían mudado a la nueva casa y ahora no se mantenía alejado de ella por mucho tiempo.

Nacida así (bethyl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora