CAPITULO 10:
Miércoles, 21 de enero de 2015, 07:30 a.m.
El día en Doncaster era perfecto. No helaba como de costumbre en esa época, pero tampoco hacia un calor de los infiernos.
Hasta Louis Tomlinson estaba de humor como para levantarse lo suficientemente temprano para llegar al colegio. Por supuesto que una sonrisa en su cara no puede durar mas de quince minutos.
Primera clase del día.
Religión.
Si había algo negativo de las escuelas religiosas, era justamente eso, era escuchar durante ochenta minutos a la anciana llena de arrugas que llevaba a cabo la clase junto a su libro "La Biblia" al que Louis odiaba con todo lo que era.
La sala que utilizaban era algo tétrica, parecía un santuario, en el que Louis solía sentirse muy intimidado. Llena de estatuas de diferentes santos y en el medio de una pared, una cruz con Jesús en ella, crucificado. El castaño tenia la vista directa a el adorno, y siempre le había gustado la forma en la que caían gotas de sangre desde sus manos atravesadas por clavos y también se esparcía por su pecho. También le gustaba lo bonito que era su cuerpo delgado y la forma en que sus costillas sobresalían.
Pero luego de eso, todo daba asco frente a los ojos azulados del chico.
Louis se sentó al final del aula, en el ultimo pupitre, junto a Zayn. E intento perderse la mayor parte de la clase, pensando en unos ojos verdes simplemente perfectos y una mente algo retorcida que le daba pesadillas por las noches, Harry. Su promesa de pasar por él, luego de que las clases terminen, aun le hacia ilusión.
El moreno a su lado, que no era católico, al igual que Louis, también solía aburrirse bastante en esas clases, por lo que aprovechaba para dormir, o conversar con el castaño, solo cuando estaba de ánimos y no como ahora, veía a Louis tan hundido en sus pensamientos, que solo se recostó en su banco, cerrando sus ojos e intentado darle paso a unos minutos de sueño.
Cuando la clase comenzó, el oji-azul se vio muy frustrado al oír que tema era el que estaban tocando. Era algo fuerte para Louis, aun sentía que cada palabra de ese libro, La Biblia, iba dirigida a él, con todo el odio que el mundo le podría ofrecer, pero claro, el jamás demostraría el dolor que eso le producía, al contrario, intentaría contradecir las palabras en todos los sentidos.
-Levítico, capitulo 20, versículo 13.- comenzó. -Si alguno se ayuntara con varón, como con mujer, abominación hicieron, ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.- citó y la irritación de Louis iba creciendo en sus adentros, de repente toda su atención se centro en la clase. -¿Qué quiso decirnos nuestro Dios, con eso?- cuestiono la profesora, a los que uso de los niños del salón, Daniel, levanto su mano. Louis estaba echo furia, y la mujer le dio la palabra.
-Quiso decir que si un hombre practica a homosexualidad al tener relaciones sexuales con otro hombre, como si fuese una mujer, es un acto detestable, lo que será condenado de muerte.- las ultimas palabras las dijo con odio y repulsión. Apuntando su mirada en Louis, el sabia que el oji-azul era gay, lo había visto en el callejón varias veces con distintos hombres, y Daniel estaba muy en contra de él y su sexualidad.
Luego de las palabras del chico, comenzaron los típicos comentarios dolorosos "Dios odia a los maricones.", "Cama vez que un homo muere, Dios ríe." "Los maricones merecen la muerte." Louis no podía asimilar que, aun estando en el siglo XXI siguiese habiendo gente de menta tan cerrada, y que dijera tales estupideces, que no aceptara que el amor, era simplemente eso, amor. Estaba seguro de que si seguían hablando, explotaría en rabia.
La mujer volvió a abrir el gran libro en otra pagina comenzó a leerlo como si eso se lo supiese de memoria.
- Primero Corintios, capitulo seis, versículo nueve.- Dio un mirada a todos los presentes, en especial a Louis. -¿No sabéis que los injustos no heredaran el reino de Dios?- Louis ya sabia estos versículos de memoria. La psicóloga se lo había repetido tantas veces en sus terapias a la edad de doce, que hasta el juro "Recuperarse de su enfermedad" a lo que ser homosexual se refería, y así dejar a su madre en paz. -No erréis, ni los fornicarios, ni los idolatras, ni los adultero, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, heredaran el Reino de Dios.- volvió a cerrar el pesado libro marrón, dando énfasis en las ultimas dos frases. El oji-azul no soporto mas y salto rápidamente de su silla decidido a contradecir las palabras de su profesora.
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l o v e s i c k. || larry.
FanfictionHarry Styles, un joven de tan solo diecisiete años, con un gusto bastante peculiar, para él es prácticamente un hobbie, algo de cada día, algo que realmente le encanta. Lastimar, destruir, acabar con la integridad física y psicológica de las persona...