Para mi sorpresa " HEY SEXY LADY " una canción de Shaggy ft Brian & Tony Gold comenzó a sonar. ¿Cuántas veces habría escuchado yo esa canción junto a las chicas preparando una coreografía para nuestro primer trabajo como bailarinas? Éramos unas novatas por entonces pero cuánto habíamos mejorado desde ese día.
Algo (probablemente mis copas de más y mi resquemor) me impulsó a subirme al escalón junto a tres chicas gogos vestidas iguales. Al principio estuvieron chillándome un buen rato que no podía estar allí, que me tenía que bajar. Yo no hice caso a sus advertencias porque estaba muy concentrada en recordar los pasos básicos de aquella coreografía que inventamos hace tiempo. Mary, Tessa y Helen me animaban desde abajo. Fueron ellas las primeras en imitar mis pasos. Varias personas se detuvieron para mirar lo que hacía, incluidas las gogos. ¿Qué esperaban? Yo era bailarina, una de verdad, no como ellas. El ir desvestidas no las hacía bailar bien, lo siento. No es que tuviera nada contra las gogos , es más, al poco tiempo comenzaron a seguir mis pasos. Me dejaron quedarme allí arriba y decidí hacer pasos más fáciles y repetidos para que ellas los imitaran sin problema. Acabé dirigiendo los pasos de la canción tanto para ellas como para la mitad de la discoteca que me seguía con diversión. Todos gritaban eufóricos y concentrados en poder imitarme. Los hombres que se daban por vencidos ya que no tenían ritmo para seguirme, se limitaban a levantar las manos y gritarme cosas que no lograba escuchar. Por primera vez en mucho, mucho tiempo, podía decir que estaba disfrutando bastante. Mary se animó a subir a mi lado. A Tessa costó más convencerla, pero acabó junto a mí. Pronto estuvo moviendo las caderas junto a una gogo. Helen se quedó abajo.
No sé cuántas canciones más pasaron porque estaba disfrutando como una enana. Bailar me hacía aquello. Estaba en control. Saber que tenía a varias personas fascinada, era un plus. A lo lejos, aun en la barra distinguí como Ryan y sus amigos, miraban atónitos. Le saludé con la mano y luego le tiré un beso. Segundos después, tuvo que venir Kevin a aguarme toda mi diversión
- Kate , venga vamos , baja- me urgió.
- No, no quiero. ¡Suéltame!- le grité soltando sus manos de mis caderas. ¿Es que le costaba tanto entender que necesitaba aquello?
Ryan se colocó junto a él poco después. Le dijo algo al oído a Kevin y se dirigió a mí.
- Ven conmigo – gritó al tiempo que me extendía una mano.
Kevin consiguió bajar a Tessa y Mary. Sin ellas ya no tenía tanto encanto. Supongo que era la hora de bajar. Mis ojos traidores se fueron por última vez hacia Jared. Volvía a tener sus labios en aquella chica. ¿O esta vez era la amiga? No me importaba. Estaba apoyado en la barra y podía observarme mientras tenía su boca ocupada. Estuve tentada de hacerle un corte de mangas.
Y sin pensar en absoluto lo que hacía, movida por una sensación desconocida, salté encima de Ryan. La desesperación y los celos (y por supuesto mi estado alcohólico) me hicieron acercar mi cara a la suya para besarlo. Iba a ser un beso, tonto, leve e inocente. Más breve que los de Jess, pero Ryan alzó su cabeza para besarme en la frente.
- No creo que estés en condiciones de lo que has estado a punto de hacer.
¿Por qué tenía que ser tan dulce y perfecto? No era bueno que cogiese sentimientos por alguien que no iba a volver a ver. Pero lo peor era que ahora sí podía decir que me sentía una puta, justamente como Jared había insinuado.
Me colocó de pie y agarró mi mano encaminándonos a la barra. Ni de broma. Escapé de su agarre y volví rebelde a subirme junto a las gogos. No quería seguir pensando en nada, y menos en lo que acababa de hacer, y eso era justo lo que aquel escenario me permitía hacer. Tras varias canciones sin prestarle atención, negándome a bajar, Ryan se dio por vencido y volvió a la barra. Se dirigió a Jess y al momento este vino directo hacia mí. Chivato.
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Secuestrada
RomanceAntes de que acaben las vacaciones de verano y de que empiece su último año en el colegio , la vida de Kate da un giro de 180 grados, cuando es víctima de un inquietante rapto. La que debería haber sido la mejor noche del verano se convierte en la...