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No se cuánto tiempo me quedé con la boca hasta el suelo, pero sentí que fueron horas. Me toqué la barbilla disimuladamente sólo para asegurarme si no había caído baba. No.
No salia palabra de mi boca. Ni de la de Emma que seguía con la boca colgando. Este internado parecía más un castillo. Todo hecho de cantera y cuarzo, con lo que me pareció pedazos de oro. ¡cantera , oro y cuarzo! ¿pero qué clase de internado es éste? Era hermoso . Y el jardín enorme que lo rodeaba, PRECIOSO. Incluso esperaba que la reina de...no sé, alguna reina saliera por esas inmensas puertas doradas.
- Síganme, es tarde y mañana las clases comienzan temprano. - nos indica Olivia. Brian desapareció, literalmente, porque ya no está.
Subimos las escaleras, ¡Escaleras de cuarzo! Y Olivia abrió una puerta solo lo suficiente para pasar rápidamente.
Y más WOW. El suelo de mármol, paredes blancas con algunas pinturas de paisajes, ventanales de cristal grabado, candiles de cristal, más escaleras pero de mármol. Todo parecía tan pulcro que me daba pesar ensuciar el piso.
- Las escaleras que ven al final de la sala- comenzó Olivia. ¿¡Cuál sala?! Yo sólo veía un enorme espacio, donde cabrían unas ...mucha gente.- llevan a los dormitorios. El número 38 les ha sido asignado. Ahí encontrarán el horario y desde mañana tendrán que seguirlo, al igual que el uniforme. El Reglamento se los entregará la directora personalmente. Los salones están del otro lado de ésta área, tomando el pasillo junto a la fila de dormitorios del 1 al 11. Que pasen buena noche.- y se va por otro pasillo.
Subimos hasta el dormitorio 38 y entramos. Creo que mi boca podría desprenderse de mi cara por la impresión de hoy.
La habitación es tan lujosa como el resto del edificio. Y grande. Hasta tiene vestidor y dos armarios enormes.
Con camas fabulosas y cómodas.
- Suficiente impresión por hoy.- dice Emma sentándose junto a la puerta.
-Me da miedo entrar al baño y encontrar un spa completo.- me dejo caer sobre la cama que está junto al balcón.
Oh, sí. Tenemos balcón.
-Si....-resopla
-Pero quiero entrar- me levanto y entro al baño. Aunque creo que es más un spa, como había dicho. Una vez acostadas me permito imaginar una vida diferente.
Con risas, compañeros normales, sin internado, en mi casa...oh, no. Mejor no.
- Pues, es bonito- dice
- Sí. Oh Dios, hoy fue un día cansado.
- Ajá... Oye Sav.
Levanto mis cejas
- ¿Estás bien con esto? ¿Aquí?
Frunzo el ceño presintiendo lo que va a venir.
- Creo que sería bueno intentarlo.-respondo
Pasan unos minutos y luego Emma suspira.
-¿ Savannah, qué pasó realmente esa noche?
Me tenso. Nadie sabe lo que ví. Cuando todos llegaron sólo estaba...lo que vieron y yo, empapada en sangre.
- Nada más que lo que sabes, Emma.- contesto duramente.
- Yo sé que no es así. Tú sabes algo más, pero bueno. Cuando ..necesites algo, sabes que aquí estoy. Buenas noches, Sav.- me da la espalda.
Siento una punzada de dolor y culpa. Así ha sido desde esa noche. Y ahora que lo pienso, creo que no podré ocultar más las pesadillas. Supongo que ya lo sabía. No puedo esconderlo todo. Una lágrima resbala por mi mejilla y la limpio enojada.

No merezco llorar.
No lo haré, no lo haré... Y me dejo llevar.

MONTREUXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora