Pruebas.
No pensé que en un Internado-escuela harían pruebas.
Odio las pruebas, son demasiado estresantes.
Tener que estudiar y estudiar para un solo feo examen por cada materia, y preocuparse de acertar o no.
Y lo peor, comenzamos el lunes, es decir, MAÑANA.
Ugh.
Pero eso no es lo que tiene toda mi atención.
Es el hecho de que Lessa no haya venido a clase de portugués, la única que compartimos.
Ella nunca falta a ninguna clase, según nos dijeron.
Tal vez esté enferma. Espero que no.
Cuando la clase termina, Alex se me acerca.
No tengo ganas de tener conversaciones extrañas.
- Te veo afuera. - musita Em. Asiento.
- Hola - sonríe tan adorable Alex que me dan ganas de agarrarle esos cachetitos de aspecto suave como bebé. Ay Dios, se me sale mi lado cursi. Qué cosas.
- Oh, Nuage. ¡Qué sorpresa! - exclamo.
- Sí, mira yo....quería saber si quieres ser mi pareja...para la fiesta. - dice.
Mis ojos se abren tanto que siento que pueden salirse.
No porque no lo esperaba, sino porque...no lo sé.
Bueno, no es que exactamente esperara esto, más bien yo sabía que alguien podría invitarme, y supuse que ese alguien tal vez podría se él.
Sin embargo, qué manera y momento de pedirlo.
¿En un salón de clase? ¿En serio?
- Seguro, Nuage. - respondo no tan animada.
Pero él decide ignorar eso.
- Estupendo - sonríe. - Entonces, Luna, te digo que yo sé bailar - me guiña un ojo.
Siempre que guiñan el ojo , no puedo evitar compararlo con el tic que me da en el ojo cuando enfurezco.
Y siempre termino riéndome de eso.
- Bueno, hasta luego - me da una extraña mirada y se va a su siguiente clase.
Em y yo hacemos lo mismo.
- ¡Te lo dije! ¡Te dije que sí irías con acompañante ! - dice Becca.
- Nop. No me dijiste nada así- digo.
- Como sea, dijiste que sí - rueda los ojos.
Todas están contando los días para la fiesta. Y cuando digo todas, me refiero a TODAS aquí.
Así que estoy informada de que faltan exactamente 20 días.
Creo que no mencioné que bailo como un mono loco. Mejor dicho, no sé bailar y siempre que lo intento acabo casi arrancándole el pie a mi pareja.
No se lo advertí a Alex porque quiero que él sólo se dé cuenta.
- ¿Por qué no llegaste a clase? - le pregunta Em a Lessa, quien se encoje de hombros, restando importancia.
- No me sentía bien.
- ¿ Estás mejor?
- Sí, gracias - dice.
Y de repente me golpea un pensamiento.
Será la primera Navidad sin mi familia. La primera de muchas.
Empiezo a sentirme mareada y asqueada. Me levanto tambaleante, ganando miradas preocupadas de las chicas.
- ¿Sav, estás bien?
" No, no he estado nada bien estos meses", quiero decirle a Em.
Pero en cambio, no respondo nada. Solo sigo caminando como puedo.
Escucho que me hablan, pero no le importa.
No me importa lo que piensen, no me importa nada.
Sólo sé que quiero hacerme bolita en mi cama y jamás salir de ahí, porque tengo miedo de seguir con esto. Tengo miedo de volverme loca.
También sé que estoy muy, muy, MUY enojada por todo lo que pasó esa noche.
Fui una tonta.
Fui tan tonta, que por mi culpa están muertos. Por mi maldita culpa.
Pensé que con el tiempo tal vez lo habría superado, pero estaba equivocada.
Porque no quiero superarlo. Lo que quiero es venganza. Y saber por qué.
Ellos murieron. Los torturaron y luego los asesinaron. Y yo ni siquiera sé por qué.
Pero, ¿ cómo puedo vengarme ? Jamás imaginé que esa palabra se aplicaría alguna vez a mis más desesperados deseos.
Pero, oh, yo siempre he estado equivocada.
