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Después de que Becca me dejara en la enorme biblioteca sumergida en mi confusa mente, tomé algunos libros de ficción.
Pensé que aquí no tendrían ninguna saga de las que ya me he leído pero parece que aquí tienen de todo, bueno, casi todo.

Y aquí estoy, en mi habitación leyendo emocionadamente el primer libro de la saga Lux.
Realmente es muy bueno y entretenido.
Aunque los ronquidos de Em me distraigan.

A veces me siento como en un calabozo aquí.
Encerrada en un edificio con otros cientos más, que a la vez es una escuela, y los tiempos están medidos; sin poder pasar más allá de los jardines, hasta que llegue el fin de semana... Dios, dime, ¿ cómo pude llegar aquí?

Oh, claro...gracias a ese....hijo de fruta que arruinó todo.

Bueno, una noche más en ésta cárcel.



Italiano.

La primera clase del día.

La primer tortura de este bendito martes.

Y Alex Blanco está sentado ahora junto a nuestra mesa.

- Buenos días, Luna - sonríe. Esa deslumbrante sonrisa que hace que mi estómago se vuelva un nido de mariposas.

Uy, pero qué cursi.

Suspiro y respondo, porque no es su culpa que yo sea tan...yo.

- Nuage, hola

- Sigo insistiendo , ¿por qué me dices "nuage" ? Ya sé que es "nube" en francés, pero....¡ por favor, es terrible!

Ruedo los ojos. No le diré hasta que deje de decirme Luna, o al menos me diga por qué se le ocurrió decirme así.

- Porque sí, Nuage.

Apoyo mi cabeza contra la mesa y doy un enorme bostezo.
Lo que menos me importa hoy son los modales.

- Como sea, ¿quieres pasar el receso conmigo? - pregunta de repente.

Lo miro.
No sé si sería buena idea. Es decir, no creo que sea un mal chico, pero apenas y hablamos.
Tal vez...no sé, quizás así inician aquí las amistades.

- De acuerdo. - contesto.

Miro a Em y ella me sonríe. Gesto que devuelvo.

- Yo tengo que hablar de algo con Lessa- me dice.

- Entonces, Luna - estrecho mis ojos y su sonrisa demuestra diversión - nos vemos en el almuerzo.

Y las siguientes clases estoy que se me cae la cabeza.

El timbre. Ese hermoso sonido que indica el final de la clase de Literatura.
Te amo, bello timbre.

Salimos todos corriendo del salón como si un ogro nos persiguiera.
¿ Cómo cupimos todos por esa puerta?
Magia, amigos míos, magia.

- No pierdas los nervios, Sav. - sonríe Em y sale en busca de las chicas.

Camino hacia el jardín frontal, tarareando una melodía de Bach.
Me gusta su música, es bonita.

Y voy al jardín frontal y no al de adentro donde todos están, porque quiero un poco de...soledad.
Se ha convertido en una parte de mí.

Claro que no me olvidé de Alex, pero no seré yo quien lo busque a él.

Me detengo frente a una de la jacarandas que rodean el edificio y me recuesto en su tronco.

Cierro mis ojos y pienso en el océano; pienso en cuán suave se siente la arena bajo mis pies descalzos; pienso en el sonido que hacen los pájaros al amanecer y al ocaso.

MONTREUXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora