Heart Of Stone

Capítulo 2. Secando mis lágrimas

Estábamos en una posición bastante incomoda, estábamos tan cerca el uno del otro que era imposible que su nariz no rozara con la mía.

Ni siquiera me di cuenta cómo fue que llegamos a esto.

Sentí que se acercaba cada vez más hacia mí, estaba a punto de besarme cuando...Reaccioné. No podía hacerlo. Simplemente era algo que sabía estaba mal.

Me aleje lentamente, tal vez por mi mente paso la palabra "él y yo", pero sabía que eso solo pasaba por ahí, por mi mente, pasaba solo para tentarme e ilusionarme, no para quedarse.

—Yo, no sé qué pasa conmigo.- respondió Adam en tono un poco avergonzado. Tal vez el intento atrabancado de hace unos segundos había sido sin su consentimiento.

Yo solo lo mire sin poder decir algo.

Quise evadir el tema, buscar algo con lo cual no continuar con esta conversación.

—Tampoco yo sé lo que me paso.- respondí mirando al suelo.

Era algo vergonzoso, y a la vez tan raro no poder mirarlo a los ojos, y eso me pasaba solo con él.

Podrías mostrarme la habitación en la que dormiré.- le pedí, más que para que me la mostrara para terminar lo que recién comenzaba.

—Sí, casi lo olvidaba.- dijo, y ambos subimos las escaleras que nos conducían hacia el segundo piso.

Nadie dijo nada, ninguno de los dos movió los labios siquiera, no por ese momento de tensión, así hasta llegar a la habitación.

—Es esta.- dijo mostrándome la habitación de su hermana.

—Gracias.- respondí.

—Aquí estarás mejor, si necesitas algo estaré dos puertas al lado.- dijo mientras caminaba hacia su habitación.

Entre lentamente hacia la habitación de su hermana, me sentía rara.

La habitación era muy linda, tenía una gran vista, pero lo que se veía estaba precioso era el perfecto y acolchonado colchón que estaba justo enfrente de mí. No dude ni un solo segundo en probarlo, me tire a la cama, observe el techo por varios minutos pensando en él.

De alguna forma me sentía culpable por no haber correspondido a algo que sabía yo también quería, seguía sin entender por qué es que no lo había hecho.

Me levante bruscamente de la cama, me puse la pijama, y en cuanto pude salí de la habitación, baje las escaleras y me senté en ellas.

— ¿Estás bien?-pregunto Adam mientras tomaba mis manos para hacerme poner de pie.

—Si.- dije mientras me ponía de pie, al parecer mis ojos habían comenzado a llorar, ni siquiera yo lo había notado.

—¿Nada?, estas llorando, ¿te pasa algo?- dijo secando mis lágrimas.

—Me duele un poco la cabeza, eso es todo.-respondí.

—Ven.-dijo tomando mis manos y haciéndome subir de nuevo hacia la segunda planta de la casa.- Vamos a mí habitación, ahí estarás mejor.

No sabía que responder, aquellas palabras me habían dejado un trauma sicológico, o al menos eso parecía.

Entramos a su habitación, ambos caminamos hacia el sofá cama dando pasos lentos.

Se sentó en el sofá y me miro.

—Siéntate.- dijo mientras se quitaba la camisa.

Ahora me tentaba.

Pero me senté a su lado, de cerca podía apreciar tan bien sus músculos, todo era más lindo así, cuando estábamos tan cerca el uno del otro.

—Me dirás que te sucede.- dijo mirándome fijamente.

—Yo...

—Ven.- dijo haciéndome que me recargara sobre su pecho.- No quiero verte así.-respondió mientras me acariciaba la barbilla y secaba cada una de mis lágrimas.

Levanto mi barbilla lentamente haciéndome mirarlo, y lo logro, logro de nuevo que su mirada controlara la mía, y de nuevo estábamos en esa posición incómoda, pero esta vez fue diferente.

Se acercó de nuevo hacia mí, nuestros labios rozaban cada vez más, hasta que... ambos alineamos nuestros labios.

No lo podía creer. Estaba besándome con mi propio primo, y por mas feo que sonara, se sentía perfecto.