Heart Of Stone

Capítulo 19. Querer de nuevo.

Le había dejado en claro a Wren que recién acababa de terminar la más larga relación que tuve.

— ¿Fue con alguien de Los Ángeles?- comenzó a hacerme preguntas.

— Sí.- le contesté.

— ¿Qué pasó?

— Prefiero no hablar de eso Wren, es algo muy reciente.- dije sin poder evitar que mis ojos se llenarán de lágrimas y cuando cayó la primera la quite con fuerza de mis mejillas.

<<Tranquila Spencer, Tranquila>> me decía mi subconsciente.

Wren trató de  acercarse a mi.

Pero me aleje.

— Lo siento Spencer.- se lamentó.

Tu no tenías la culpa de estar siempre para mí Wren.

Tú no.

Lo que había pasado con Adam, o como fuera que se llamará me había hecho más fuerte. Menos credula.

— Se qué estás siendo sincero conmigo, pero no se si pueda... querer de nuevo.

— No busco presionarte, puedo esperar.- me dijo con voz suave.

Sabía que tratándose de Wren, las cosas podían cambiar.

El momento de tensión se fue. Era casi  madrugada.

Despedí a Wren acompañandolo hasta la puerta.

— Hasta pronto, Spencer.- se despidió.

Maldita sonrisa encantadora, pensé y le devolví la sonrisa.

Esto podía ser más que una sonrisa, podría ser el pase a mi vida.

Cerré la puerta en cuanto vi su auto avanzar, me adentre.

*****

Me desperté muy temprano para ir al Instituto.

Melissa estaba recostada en la sala, al parecer estaba durmiendo.

Mamá y papá habían llegado hace un par de horas antes de que yo me despertara, muy probablemente en estos momentos estuvieran durmiendo.

No me di cuenta cuando fue que habían llegado, pero las maletas que estaban en la cocina lo decían todo.

Deje mi bolso en la mesita y camine hacia la nevera, quería un vaso de agua.

— ¿Irás al Instituto?- me preguntó Melissa.

No estaba tan dormida, después de todo.

— Sí, tengo 3 horas de clase de Francés, tengo que ponerme al corriente.- dije y tomé el último trago de mi vaso de agua.— ¿A que hora llegaron mama y papá?

Melissa se levantó muy deprisa del sofá.

— No han llegado, todavía.- me respondió Melissa.

— ¿Y esas maletas?- pregunté confundida.

Si no eran de nuestros padres, ¿De quién eran entonces?

— Son de Ian. Se mudara aquí.

¿Qué? 

Esto no podía estar pasando.

¿Por qué Ian se mudaria aquí? Por qué no Melissa se iba a su casa.

Me puse a pensar en lo que sería de mi vida ahora que Ian estaría aquí.

Menos privacidad, más secretos a la luz.