Different ➳ Yoongi

003.

— ¿A qué hora llegan mamá y papá?

Jungkook entró a la cocina y fue lo primero que preguntó.

— En la tarde.

Goeun apenas podía hablar por la noche anterior, había gritado, cantado y rapeado como nunca durante todo el evento.

— Tu voz suena como la de un hombre.

— Cállate o no te doy desayuno.— Lo fulminó con la mirada y Jungkook se limitó a asentir.— Siéntate.

El mayor por tan solo minutos se sentó en la barra y esperó a que su hermana le sirviera el desayuno que había preparado. Ella comió a su lado mientras charlaban casual. Después de cepillarse los dientes, tomar sus mochilas y que ella tomara algunas pastillas, partieron a la escuela.

— ¿Podríamos poner algo de mi música esta vez?— Suplicó él.

— Está bien.

Si bien, como ella era la encargada de ese auto hasta que Jungkook consiguiera su permiso y lo tuvieran que compartir, ella controlaba la música y siempre escuchaba hip-hop.

— ¡Hey doctor, doctor!

Sober de BIGBANG retumbaba en las bocinas del Sedan, Jungkook movía sus pies al ritmo de la música.

— No grites.— Dijo ella burlona.

— Amo esa canción.— Corroboró.— Además ni te quejes, ayer estabas peor.

— Yo tenia enfrente a Gray, es justificable.

—Sí, sí como sea.— Le restó importancia.— ¡Hey taxi, taxi!

— ¡Jeongguk!

Goeun aparcó en el estacionamiento de la escuela y bajó del auto junto su hermano.

— Es vergonzoso que tú seas la que conduzca.— Cerró la puerta del auto y empezó a caminar a la entrada junto a su hermana.— Digo, yo soy el hombre.

— Un hombre bobo que se pasó cuatro altos y casi atropella a una ahjumma en su examen de conducir.

— La chica que aplicaba el examen era linda y muy divertida.— Se encogió de hombros y soltó una risita.

— Eres un caso.

Caminaron entre los pasillos y subieron las escaleras hasta llegar a su salón de clases. Era temprano aún. Como de costumbre, se sentaron en sus asientos y esperaron a que sus amigos llegaran. Debido a que eran hermanos y los asientos eran de pareja, el maestro les había asignado el mismo asiento. Justo enfrente de ellos se sentaban Minji y Jiho y a los lados los chicos.

— ¡Goeun!

Minji apareció por la puerta proclamando a su mejor amiga. Con señas y gestos le dijo que se acercara, Goeun se puso de pie y salió con ella.

— ¿Ahora qué?

— ¡Me sonrió!

— ¿Qué?

— ¡Me sonrió!

Wo Jae Ho, el chico más guapo del otro salón era el amor de Minji. Desde cuarto grado había estado perdidamente enamorada de él pero nunca se atrevió a hablarle.

— Deberías hablarle, en serio.— Goeun se cruzó de brazos.— No pierdes nada.

— No puedo. Me daría un coma en media palabra.

Goeun rió por eso y negó con la cabeza. Siempre había tratado de persuadirla para que le hablara, pero nada, de tan solo pensarlo Minji ya estaba temblando.