012.

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— ¡Pero mamá!

Goeun vio pasar por el corredor a su hermano tras su mamá. Ahogó una fuerte risa al verlo, caminaba como un mono y casi lloraba. Estaba haciendo un buen berrinche.

— ¡Jeongguk, no es no!

— ¡Pero mamá!— Volvió a gritar, esta vez enojado.— ¡¿Por qué no?!

— Porque no quiero.

— ¡Pero todos mis amigos irán! ¡No puedo perderme esa fiesta!

— Claro que puedes. Lo harás.

— Deja de llorar, Jungkook.— Goeun apareció en la escena. Miraba a su hermano cansada y cruzada de brazos.

Quería ver esto en primera fila.

— Mami, por favor.— Jungkook hizo un puchero y mostró su labio inferior haciendo aegyo.— ¿Sí?

— No.

— ¡Me iré de la casa!

Goeun no aguantó más. Se encontraba hincada, riendo fuertemente y tomando su estomago debido al dolor.

— Las puertas están abiertas, hijo.

Jungkook dio una fuerte patada en el piso y empuñó las manos, después de una pelea de miradas con su madre, se fue de ahí furioso y entró a su habitación, dando un fuerte portazo. La señora Jeon miró seria a Goeun para que dejara de reír.  La chica cesó su risa lo más pronto que pudo y se reincorporó.

— Toc-toc.— Dijo mientras daba toques en la puerta de su hermano.— Jungkook, entraré.

— ¿Qué quieres?

Jungkook estaba bajo las colchas de su cama, Goeun pudo notar ese tono de bebé chillón. Sonrió burlona y seguido se lanzó sobre él, disfrutando placenteramente de las quejas de Jungkook.

— Mueve el trasero, los hermanos Jeon harán de las suyas.

Jungkook se quitó las mantas de encima y la miró con complicidad y a la vez con temor. Goeun no solía ser así. Ella apenas se movía.

— ¿Nos escaparemos?— Sonrió entusiasmado.— Mamá nos matará.

— Sip, ella lo hará.— Soltó una risita.— Te espero en veinte allá abajo.

Palmeó su muslo con fuerza incrementada de más y salió de ahí. Jungkook ya había hecho algunas cosas por ella, Goeun se sentía en deuda con su hermano. Él realmente tenía ganas de ir a la fiesta de Park Youngho, venía hablando de ella hace días; Goeun era la única que podía ayudarlo. Su madre había estado de mal humor las últimas horas y por eso no lo había dejado ir.

— ¿Por qué estás vestida así?— Jungkook la miró mal.— Te bajarás del auto, ¿oíste?

Goeun soltó una risita y asintió. La verdad era que bajo el gran abrigo llevaba puesta ropas dignas de una fiesta adolescente. Pero quería ser discreta, no como Jungkook que parecía un chico recién salido de una pasarela de modas.

— Eres tan metro.— Murmuró.

— ¿Qué dijiste?

— Nada.— Tomó las llaves del auto y lo jaló fuera.

Por suerte, su madre se había ido a la cama hace rato y seguro ya se encontraba dormida. Mucho estrés en el trabajo. El motor pasó desapercibido y en cuestión de minutos ya se encontraban fuera del vecindario donde vivían.

— En un año seremos mayores de edad.

Goeun escuchaba a su hermano hablar. Aveces era así, Jungkook se soltaba y terminaba hablando de sus planes a futuro o la reencarnación de los Nazis.

Different ➳ YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora