¿Jugar? Oh mierda.
Me mira con esa sonrisa tenebrosa y siento que mi corazón se saldrá de mi pecho.Miro la puerta con anhelo de que mis padres la abran y me salven de este psicópata.
El pone una mano en mi rostro y me rasguña con sus garras. Pronto mi cara esta empapada de ese líquido color carmesí.—Oh, no cariño —dice con esa aterciopelada voz que me causa escalofríos—. Nadie vendrá a salvarte.
—¿Quién diablos eres? —pregunto en un leve murmullo.
—Pensé que nunca lo preguntarías —contesta con arrogancia y se levanta—. Soy Laughing Jack, y vamos a divertirnos como nunca.Y en un descuido de él me levanto y corro hacia la puerta. Intento abrirla con todas mis fuerzas pero simplemente la puerta no cede.
—Humanos —dice en un suspiro mientras toma asiento en mi cama—. Siempre tan predecibles.
—¿Qué es lo que quieres? —pregunto temblando mientras me recargo en la puerta.
—¿No lo he dicho antes? Vengo a divertirme.Él se levanta y yo tomo lo primero que encuentro: una figura de cristal, regalo de mi abuela, y sin pensarlo dos veces la lanzo en el aire haciéndola estrellarse y romperse en mil pedazos en el abdomen del payaso diabólico.
Pero ni siquiera se inmuta, suelta una pequeña carcajada. Es más que obvio que no le cause ni el más mínimo daño.Mierda, mierda y mierda.
No pienso dejar que se me acerque. Le daré la pelea de su vida. ¡Joder! No dejaré que se me acerque este demente.
Corro hacia mi mesa de noche, tomo la lámpara y lo golpeo con esta. El sólo ríe y me levanta con un solo brazo para después tirarme en el aire y mi cuerpo termina impactando con la puerta del armario, haciendo que este se rompa. Y puedo jurar que escuche algunos de mis huesos fracturarse en el impacto.
Obligo a mi adolorido cuerpo a levantarse.El maldito se acerca lentamente a mí mientras siento que estoy a punto de desmayarme.
Se inclina y su rostro queda a milímetros del mío. Siento su respiración chocar contra mi rostro.Me paralizo al ver esos fríos e inexpresivos ojos. Y me doy cuenta de que moriré aquí mismo bajo las manos de este maldito loco.
Cierro los ojos aceptando mi cruel destino.
Siento un dolor en el abdomen y un líquido caliente empapar mi blusa. Pronto llega a mis fosas nasales el tan conocido olor metálico de mi propia sangre.
Cierro mis ojos aun mas fuerte tratando de ignorar el dolor.—Vamos, no es divertido si no miras. Abre los ojos.
—¡Jódete! —le grito mientras aprieto mis puños fuertemente. El dolor se está volviendo más insoportable cada segundo que pasa.Siento como introduce aun más sus garras en mi cuerpo y aprieto los dientes reprimiendo un grito agonizante de dolor.
—¿Sabes? No es divertido jugar contigo —me dijo molesto—. Te propongo algo. Tú abres los ojos y yo no asesino a tus padres.
Abro mis ojos de golpe y una sonrisa surca el rostro del payaso. No a mis padres.
—Nos estamos entendiendo.
Lucho con todas mis fuerzas para no cerrar los ojos y gritar cuando observo que saca mis intestinos.
¡No puedo más!
Este payaso definitivamente no es humano. No se puede ser tan sádico y desalmado.
Él sabe que estoy sufriendo como nunca, una sonrisa se dibuja en su rostro. Mi dolor le produce una satisfacción inmensa.Luego de unos minutos agonizantes él se separa de mí y me observaba inmerso en sus pensamientos.
Él maldito esta admirando su obra de arte: yo ahogándome en mi propia sangre.
De sus labios sale una risa diabólica.Mis párpados comienzan a pesar demasiado y mi visión se nubla.
Y por un segundo el dolor desaparece.Y con mi último minuto de conciencia veo como el payaso desaparece en una nube negra.
Siento unas manos tocarme, volteo con mis últimas fuerzas y me encuentro con el rostro de mi madre antes de cerrar mis ojos.�������V���a�
ESTÁS LEYENDO
El Enemigo [Laughing Jack Y Tu] (Book 1)
FanfictionLa vida de ___ era simple y monótona. Padres que la amaban, un hermano odioso al que quería infinitamente, amigos fieles, buenas calificaciones, una linda casa en un buen vecindario, e incluso uno que otro enamorado. Pero aquel mundo color de rosa...