Por fin en casa. Después de cinco meses en el hospital y siete operaciones estoy de vuelta en mi hogar.
Subo las escaleras con la ayuda de mi padre y después le digo que puedo moverme sola.
El lo considera por un momento y me deja recorrer sola el pasillo hasta llegar a la puerta de mi dormitorio.
Pero no entro.
No tengo el valor.
No tengo el coraje.Luego de un par de minutos de lucha interna levanto mi mano y la poso en la perilla de la puerta.
Yo puedo. Yo puedo.
Tomo una gran bocanada de aire y con mi mano temblorosa abro la puerta.
Y todo está normal. Como si nunca hubiese habido un intento de asesinato en esta misma habitación.
Entro dudosa. Miro hacia todos lados comprobando que nadie va a saltar y va a intentar matare.
No hay ni una sola gota de sangre, la puerta del armario está intacta y mi lámpara fue reemplazada por otra.
—Cariño...
—¡Ah! —grito al instante.
—¿Mi amor, estás bien? —pregunta mi madre mientras me abraza.No, no estoy bien. Estoy temblando del miedo.
*****
Han pasado dos meses desde el incidente con Laughing Jack.
Los primeros días en casa tuve pesadillas muy violentas. Gritaba hasta que me desgarraba la garganta y temblaba violentamente.
Pero lo superé con el tiempo.—Mi vida, ya nos vamos —me llama mi papá.
Justo ahora vamos a la fiesta de cumpleaños de Nora, una prima por parte de mi mamá. Hoy cumple ocho años.
Bajo rápidamente y entramos al coche. Mi padre conduce por unos minutos hasta llegar a nuestro destino.Cuando entramos al local hay niños por doquier.
Corriendo de aquí para allá. Comiendo pastel, jugando con pistolas de agua.
Mi ánimo sube a mil, me encantan los niños.Empiezo a recorrer el lugar para cerciorarme de que ningún niño haga algo que lo pueda lastimar.
Tomo asiento y miro alegre a mí alrededor.Alguien toca mi hombro, cuando volteo me encuentro con un payaso. Y no con cualquiera. Esa sonrisa me hace recordar a Laughing y mi pulso se acelera al recordar aquella noche.
Miro a mí alrededor. Nadie parece notarnos. Comienzo a temblar.
Se acerca más a mí y pierdo la última pizca de cordura.
Tomo lo primero que encuentro. Una pistola de agua. Con el mango golpeo al payaso y este cae al suelo sangrando.
Me abalanzó contra él y lo golpeo en el rostro hasta que unas manos ajenas me toman fuertemente por el torso y me separan.
Mi padre.
Y yo sólo pataleo y miro furiosa al payaso.
Y sólo cuando mi padre me abofetea entro en razón.
Los niños están gritando asustados, el payaso está sangrando en el suelo y yo estoy empapada de sangre.r
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El Enemigo [Laughing Jack Y Tu] (Book 1)
FanfictionLa vida de ___ era simple y monótona. Padres que la amaban, un hermano odioso al que quería infinitamente, amigos fieles, buenas calificaciones, una linda casa en un buen vecindario, e incluso uno que otro enamorado. Pero aquel mundo color de rosa...