Capítulo 7

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Azrael


Me atrevo a besar sus labios porque lo necesito y algo me dice que él lo desea tanto como yo.

A pesar de negar que le gusten los hombres su cuerpo late por el mío, puedo sentir la necesidad que hay en él.

Ha sido un simple beso inocente, un roce superficial pero pienso ir mucho más lejos de esto porque le amo y necesito que me ame.

Necesito que vuelva.

Que venga.

Que me busque.

Quiero ser su salvación.

-Eso...ha sido raro.- Dijo con la respiración agitada mientras me miraba con los ojos abiertos como platos.

-¿Te dio asco?

-No... no sabría describir lo que he sentido.

-Entonces, déjame repetirlo hasta que lo tengas claro.- Tomé su rostro entre mis manos y volvía besarle esta vez de forma más intensa.

Nuestros labios se movían despacio buscándose los unos a los otros, me sorprendió cuando se atrevió a tocar mi cabello, me separé unos milímetros de él para observar sus ojos encendidos por mí.

-Me gusta, me gustas- Dijo en voz baja y esta vez fue el quien comenzó el beso.

Empujé sus labios con mi lengua para entrar en su boca, él me recibió lo que me dio permiso para dar un paso más.

Comencé a acariciar su cuello bajando lentamente por los botones de su camisa, desabrochándolos precavido de no hacer nada que pudiera molestarle.

-¿Por qué?- Preguntó.- ¿Por qué siento esto?

-Hay cosas que nunca podremos entender como la vida o la muerte.- Le abracé dejando que apoyara su rostro en mi hombro mientras yo seguía desabrochando su camisa.- Pero aunque no lo entendamos debemos dejarnos llevar.

-Yo no soy homosexual.

-El amo no entiende de calificaciones ni grupos sociales, eso son tonterías de los humanos.- Besé el lóbulo de su oreja.- Solo siente lo que te dice el corazón Nico, libera lo que llevas dentro.

Bajé la camisa por sus hombros con delicadeza mientras acariciaba su piel y besaba su cuello.

Daría tanto por poder morderle y marcarle, pero no era quien para eso, desgraciadamente no era mio, por ahora.

Se subió a mis caderas y comencé a arquear mi cintura para ejercer presión sobre su entrada, no sabía si era activo o pasivo por lo que iría despacio intentando de averiguarlo.

-Quiero hacerte mío.- Dijo tumbándose y atrapándome en sus brazos.

Nunca...me sentí tan bien junto a un hombre.

Sentí unas fuertes ganas de llorar pero pude controlarme, él no podía saber de mi amor, aun no.

-El corazón te late muy rápido ¿estás bien? - Preguntó observándome con preocupación.- Si no quieres.... podemos dormir, conversar...

-Hazme tuyo.- Pedí.- Por favor.

Su boca se hizo dueña de la mía, ahora era él quien llevaba el control de ambos, yo le seguía y la verdad era bastante bueno, era un buen amante.

Desabroché su cinturón para liberar su erección y comenzar a acariciar su hombría mientras su boca recorría mi cuello, mi clavícula y mi pecho.

-Ah...- Gimió al sentir mi mano frotándole.- Nunca lo he sentido así...

-Disfruta Nico.

-¿Tú estás disfrutando?- Me miró y me sentí perdido en sus ojos de almendra.- Te noto muy nervioso...

Tu ángel de la muerte [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora