Tu ángel de la muerte [Yaoi]

Capítulo 8

Nico

Me siento muy extraño, desde que llegué a casa no he sido capaz de ducharme porque no quiero que desaparezca el olor de su piel en mi cuerpo.

Nunca, juro que nunca me sentí así.

La verdad me da tanta pena por Anita, ella le imagina trabajando en algo totalmente diferente pero él le miente tan solo por su bien, es demasiado joven como para comprender esas cosas y además de eso ya ha debido de sufrir bastante la pobre chiquilla.

Yo quiero... quiero darles un vida mejor.

Si pudiera les ofrecería vivir conmigo, metería a Anita en uno de los mejores colegios de Cadiz y Azrael... Azrael quisiera que tan solo se dedicara a amarme.

Si tan solo pudiera comprarle para siempre...

Pero tendré que conformarme con las noches.

Todas las noches.

Sonreí al pensar que hoy de nuevo volvería a verle, llegaría antes de que comenzara su turno para asegurarme de que ningún cliente se me colaba por delante, no podría permitir que se acostara con otro u otra, las marcas que dejó en mi cuerpo con sus candentes labios son demasiado profundas como para permitir que queden en simples cicatrices.

Ahora que se ha encendido el fuego de mi alma, no quiero que se apague.

Nunca...

Me levanto y decido escribir un capítulo más, mientras hago esto pienso en que puede trabajar el nuevo personaje que voy a incorporar a la historia y se me ocurre... una librería.

Una librería grande y repleta de los mejores libros del mundo, a la que vengan escritores famosos y que esté siempre llena de clientes, con un ambiente de lo más animado...

Entonces me doy cuenta de lo mucho que me gustaría trabajar en un lugar así.

Quizás buscara un local y montaría mi propia librería ¿por qué no?

Incluso... podría ofrecerle a Azrael el trabajar conmigo.

Tengo pensado hacerla inmensa por lo que entre dos personas se llevaría genial...

Azrael...¿Qué estará haciendo ahora?

Mi teléfono suena y es la inmobiliaria, todo está listo para hacer el pago y comenzar a vivir en mi nuevo hogar.

Un hogar acogedor, limpio, iluminado y con maravillosas vistas al mar pero... tan solitario como siempre.

Comienzo a vestirme para ir al encuentro mientras mi cabeza no para de volar con fantasías y castillos en el aire.

¿Podré conseguir la vida que quiero? ¿Bastará con plantearlo y luchar por ello? ¿Funciona así el mundo?

Siempre pensé que los sueños de las personas eran susurros del destino, señales de hacia donde debíamos ir... quizás por eso nunca pude ser feliz con otra vida porque simplemente no era mi camino parece que todo comienza a tomar color.

El gris se pierde y nuevas tonalidades aparecen en mi vida llenando mi mundo de sentido, de sentimientos y sobretodo....de esperanza.

Sí, ese es el secreto de la vida, tener sueños y perseguirlos.

Es lo único que merece todo nuestro esfuerzo.

Azrael

-Oye y la hamburguesa esta...¿la has hecho tú?

-No cariño.- Acaricié su mejilla sintiéndome fatal.- Mi compañera de trabajo.