Tu ángel de la muerte [Yaoi]

Capítulo 11

ODIO AL PUTO WATTPAD OEOEOEOE LO ODIO MUCHO OEOEOEOE

(ESTA CANCIÓN LA CANTÉ CON UN CUCHILLO APUNTANDO AL ORDENADOR)

De nuevo se me borró el capítulo.... *se dispara a sí misma y muere* PUTO WATTPAD TE CREES QUE TENGO TODA LA VIDA PARA TÍ O QUÉ?

OK ya pasó.

*Respira, va a romper cosas, grita como loca y vuelve*

--Azrael--

-Esto está más blanco que el presidente de los Estan dos Unidos.- Dice Anita mientras remueve la leche en el vaso.

-En primer lugar, no es Estan dos Unidos, es Estados Unidos y en segundo, el presidente es un hombre de color por lo que acabas de decir no tiene nigún sentido.

Ella me mira con cara de ''eres tonto'' otra vez.

-¿Tú no sabe lo que éh er sarcasmo verdá?

Esta niña hace que me sienta idiota...

-Aquí tienes, Obama con leche para desayunar.- Le echo tres cucharadas más y miro el reloj.- Son las y cinco, antes de las y diez quiero que te lo tengas todo bebido que se hace tarde.

-Pero tú que te cree, ¿que soy una aspiradora? deja de decí tonterías y ponme los dibujitos anda.

-¿Dibujitos? como no te bebas la leche te quedas un mes castigada sin bollycaos.

-¡Já! Nico no lo permitiría.- Me hace una burla y yo entrecierro los ojos mientras sirvo una taza de café con leche tal y como a Nico le gusta.

-Ya lo veremos.- La señalo con el dedo hasta que desaparezco de la cocina y entro y en la habitación.- Buenos días dormilón.- Empujo con suavidad su hombro para despertarle.

-Buenos días...¿qué hora es?- Pregunta mientras bosteza y se estira.

Amo cada músculo de su cuerpo.

-No es temprano pero tampoco tarde, tienes tiempo de tomarte tu desayuno.- Pongo la taza con dos magdalenas en sus manos.- Y vestirte para llevar a Anita al colegio.

-Azrael....

-Lo hago porque te amo.- Contesté antes de que terminara la frase y me puse a prepararle la ropa dejándola sobre la cama.- ¿Te vas a duchar? Para calentarte el agua.

-¿Ducharme?- Preguntó mientras daba un sorbo de café.- Si nos duchamos juntos anoche cuando...

Nos miramos incómodos y cambiamos el rumbo de nuestros ojos mientras ambos nos sonrojábamos al mismo tiempo.

-Lo importante es que huelo bien.- Dijo olisqueándose un sobaco, no pude evitar reírme.

Me fui al cuarto de la lavadora y comencé a separar la ropa blanca de la ropa de color, después la puse a lavar y comencé a planchar la que acababa de recoger.

-Anita son las y ocho y no veo que el vaso de leche se haya movido.

-¡OJU QUE PESAO ER RUBIO POR DIÓ COMPRATE UN ZUDOKU Y DÉJAME EN PAZ!

¿Un sudoku? ¿Qué demonios era eso? Tenía curiosidad pero no iba a preguntarle pues volvería a mirarme con esa cara que me hacía dudar de mi inteligencia.

Media hora después Nico apareció de la mano de Anita.

-Nos vamos cielo, ¿de verdad que no quieres venir?

-No.- Respondí mientras planchaba una de sus camisas.- Tengo cosas que hacer por casa, pásalo bien y ven a comer por favor, prepararé algo delicioso.