Capítulo 14

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A Z R A E L 

Estoy muy feliz, Nico me ha dado la noticia de que sus abogados le han informado que es posible conseguir una documentación para mí.

¡Podré ser una persona normal!

Me sentiría tan bien teniendo un trabajo, trayendo un sueldo a casa, ayudando a Nico, sintiéndome útil...

No soporto ser un mantenido, es algo con lo que simplemente no puedo y ya está.

Tocan la puerta y abro sin saber quien podrá ser, Nico se marchó a buscar más  locales para montar la librería y yo como siempre decidí quedarme aquí para terminar los quehaceres diarios.

Me quedo extrañado al ver que no hay nadie.

Miro a un lado y a otro, incluso bajo las escaleras, pero no hay rastro de ninguna persona.

Quizás el timbre esté mal, ¿no?

Los aparatos electrónicos pueden fallar, es algo lógico.

Pero al entrar en casa tropiezo con un sombre blanco. Me agacho para cogerlo  y veo que va dirigido a mí.

Tiene mi nombre.

Lo abro con las manos temblorosas sin saber de qué pueda tratarse y cuando veo la caligrafía mi estómago se revuelve.

Es de Antonio.

''Nunca escaparás de mí'' 

No, esto no podía ser cierto, este hombre tenía que desaparecer de mi vida, Nico le había pagado muchísimo dinero para que nos dejara en paz ¿qué demonios quería ahora? 

Metí la carta arrugada en mi bolsillo y agarré la chaqueta mientras anudaba una bufanda a mi cuello pues hacía bastante frío.

Caminé a paso decidido hacia el club nocturno para plantarle de una vez por todas, pero mi sorpresa fue encontrar que el local ya no estaba, no quedaba rastro de nada... 

¿Qué? ¿Por qué? 

Si iba bien... si ganaba dinero...¿por qué lo cerró? 

Aquello me daba muy mala espina.

Toqué la puerta varias veces aun sabiendo que nadie respondería, volví sobre mis pasos a casa rompiéndome la cabeza para intentar comprender lo que estaba sucediendo.

¿Debía contárselo a Nico? Quería hacerlo pero algo en mi interior me decía que no lo hiciera pues tenía miedo de causarle demasiados problemas y que  no quisiera seguir estando conmigo.

No soy más que un maldito estorbo.

Me da de comer, me ofrece un techo, una cama cómoda y caliente, me arropa por las noches, me da amor y además de todo eso va a lograr que pueda tener una vida normal.

No puedo venir ahora con esto, sería egoísta por mi parte darle más problemas.

Llegué a casa cabizbajo con los hombros agachados, me di cuenta al intentar meter la llave en la cerradura de que habían dos personas saliendo del ascensor.

Eran Cristobal y otro hombre más.

-Azrael...

-Tengo un mal día, Nico no está por favor ven en otro momento.- Musité mientras me daba prisa en abrir.

-No vengo a hablar con mi primo sino contigo.- Dijo tras mi espalda a lo que quedé extrañado.

-Pues dime.- Le miré con impaciencia.

-Te pido perdón por mi comportamiento, estaba un poco mal por la ruptura con mi mujer y me dejé llevar por los malos sentimientos, sé que no es excusa para..

Tu ángel de la muerte [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora