Capítulo 12

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--Nico--

Mi teléfono suena y respondo.

-¿Sí?

-Nico soy Bernon, he estado trabajando sobre lo que hablamos esta mañana y sí, es posible conseguir una documentación para Azrael.

-¿Enserio? -Una sonrisa se dibujó en mi cara.

-Sí, tan solo hay un pero.

-¿Cual?

-Dinero, doscientos mil euros desean por la transacción.

Me eché a reir.

-¡POR FAVOR!- Respondí.- Eso no es nada, sigue adelante con el proceso cárgalo directamente en mi cuenta y si necesitas más adelante.

-De acuerdo.- Dijo mientras oía como tecleaba en el ordenador.- ¿Quieres mucho a ese hombre cierto?

-Más de lo que pueda imaginar.- Susurré mientras veía a Azrael caminar por la casa en ropa interior, volvía a ser de noche y Anita ya estaba dormida.- Siga adelante entonces, gracias por la llamada.

Colgué y me tumbé en el sofá con una sonrisa pícara mientras le observaba de arriba a abajo.

Se veía muy apetecible sin ropa.

-Tienes un cuerpo precioso.- Dije mientras jugueteaba con mis dedos sobre el cojín del sofá.- ¿Por qué no dejas ya de limpiar y vienes aquí?

-Tengo que cumplir mis obligaciones, no soy un mantenido.- Rechistó mientras fregaba los platos.

-Hay obligaciones más importantes que cumplir ahora mismo.

Comencé a desnudarme a lo que él me observó con cierta lujuria en los ojos.

-¿Acaso no te gusto? Me tienes muy abandonado.- Hice un puchero.

-¿Cómo no podrías gustarme?- Se aceró a mí mientras se secaba las manos y se sentaba en el sillón, me agarró por la cintura y me subió a sus caderas.- Si soy adicto de tu cuerpo...

Azrael comenzó a besarme mientras yo envolvía mis dedos en su precioso cabello blanco.

Sus manos bajaron por mi espalda hasta mi trasero y cuando llegó lo apretó con fuerza sacando un jadeo de mi boca.

-Tengo que contarte algo.- Quería darle la buena noticia.

-Déjalo para después.- Sonrió ladino mientras una de sus manos se colaba por mi ropa interior.-Ahora quiero jugar.

-¿A qué jugamos?- Pregunté divertido mientras lamía sus labios y él buscaba mi lengua con la suya.

-Tu te agachas y yo...- Comenzamos a reírnos a carcajadas.

-No, no, no seré yo quien te la meta precioso angelito del infierno.-Le acorralé entre mis brazos mientras mordía su clavícula, metí una mano en su ropa interior para comenzar a masturbarle, él hizo lo mismo.

-Ahhh...- Gemimos juntos.

-Hagamos algo.- Dijo en voz baja.- Un juego para ver quien se pone a cuatro patas y quien la mete.

-Sí, me parece divertido.- Froté su miembro con más fuerza haciéndole gemir de nuevo a lo que él agarró mi mandíbula y me atrajo a su boca para morder mi labio inferior.- Ahhh, Azri... - Eso me dio mucho morbo.

Seguíamos tocándonos el uno al otro mientras nos besábamos y nos decíamos guarradas.

-Te follaría en la mesa de la cocina, te haría gritar toda la puta noche mientras me corro en tu culo.- Mascullé ardiendo en placer por su manos.

Tu ángel de la muerte [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora