--Nico--
Mi teléfono suena y respondo.
-¿Sí?
-Nico soy Bernon, he estado trabajando sobre lo que hablamos esta mañana y sí, es posible conseguir una documentación para Azrael.
-¿Enserio? -Una sonrisa se dibujó en mi cara.
-Sí, tan solo hay un pero.
-¿Cual?
-Dinero, doscientos mil euros desean por la transacción.
Me eché a reir.
-¡POR FAVOR!- Respondí.- Eso no es nada, sigue adelante con el proceso cárgalo directamente en mi cuenta y si necesitas más adelante.
-De acuerdo.- Dijo mientras oía como tecleaba en el ordenador.- ¿Quieres mucho a ese hombre cierto?
-Más de lo que pueda imaginar.- Susurré mientras veía a Azrael caminar por la casa en ropa interior, volvía a ser de noche y Anita ya estaba dormida.- Siga adelante entonces, gracias por la llamada.
Colgué y me tumbé en el sofá con una sonrisa pícara mientras le observaba de arriba a abajo.
Se veía muy apetecible sin ropa.
-Tienes un cuerpo precioso.- Dije mientras jugueteaba con mis dedos sobre el cojín del sofá.- ¿Por qué no dejas ya de limpiar y vienes aquí?
-Tengo que cumplir mis obligaciones, no soy un mantenido.- Rechistó mientras fregaba los platos.
-Hay obligaciones más importantes que cumplir ahora mismo.
Comencé a desnudarme a lo que él me observó con cierta lujuria en los ojos.
-¿Acaso no te gusto? Me tienes muy abandonado.- Hice un puchero.
-¿Cómo no podrías gustarme?- Se aceró a mí mientras se secaba las manos y se sentaba en el sillón, me agarró por la cintura y me subió a sus caderas.- Si soy adicto de tu cuerpo...
Azrael comenzó a besarme mientras yo envolvía mis dedos en su precioso cabello blanco.
Sus manos bajaron por mi espalda hasta mi trasero y cuando llegó lo apretó con fuerza sacando un jadeo de mi boca.
-Tengo que contarte algo.- Quería darle la buena noticia.
-Déjalo para después.- Sonrió ladino mientras una de sus manos se colaba por mi ropa interior.-Ahora quiero jugar.
-¿A qué jugamos?- Pregunté divertido mientras lamía sus labios y él buscaba mi lengua con la suya.
-Tu te agachas y yo...- Comenzamos a reírnos a carcajadas.
-No, no, no seré yo quien te la meta precioso angelito del infierno.-Le acorralé entre mis brazos mientras mordía su clavícula, metí una mano en su ropa interior para comenzar a masturbarle, él hizo lo mismo.
-Ahhh...- Gemimos juntos.
-Hagamos algo.- Dijo en voz baja.- Un juego para ver quien se pone a cuatro patas y quien la mete.
-Sí, me parece divertido.- Froté su miembro con más fuerza haciéndole gemir de nuevo a lo que él agarró mi mandíbula y me atrajo a su boca para morder mi labio inferior.- Ahhh, Azri... - Eso me dio mucho morbo.
Seguíamos tocándonos el uno al otro mientras nos besábamos y nos decíamos guarradas.
-Te follaría en la mesa de la cocina, te haría gritar toda la puta noche mientras me corro en tu culo.- Mascullé ardiendo en placer por su manos.
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Tu ángel de la muerte [Yaoi]
ParanormalAzrael, hijo de Lucifer dueño, amo y señor del inframundo es un joven de 19 años con un prometedor futuro. Convertirse en nada más y nada menos que el ángel de la muerte. Ya ha comenzado con sus primeros trabajos, trabajos que siempre cumple con pro...