Capítulo 47

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Una alarma resuena en la habitación y martillea mi cabeza. La gente empieza a levantarse, pero yo actúo como si la alarma no fuera para mí. Billy me aparta el pelo de la oreja y me susurra:

- Arriba dormilona. Hora de la primera sesión.

La voz y la incomodidad que me causa Billy, acercándose otra vez demasiado, me devuelven a la realidad. No puedo llegar tarde. Me pregunto qué nueva locura tendremos que hacer hoy. Mi único consuelo es que veré a Cuatro, bueno, al menos espero que esté allí. Me visto con la ropa que me han dado: unos pantalones negros, una camiseta de manga corta también negra y unas botas. La camiseta me recuerda a la que me puse de Tobías, aunque ésta es de mujer y de mi talla, por lo que me está más ajustada. Me gusta. Lesley nos llama desde el pasillo. La seguimos hasta una gran sala que se vuelve pequeña conforme van llegando los demás. Los tres instructores, Cuatro, Lesley y Laimute, hablan entre ellos. No sabía que Laimute sería uno de nuestros instructores. Al parecer es más que eso, los instructores en sentido estricto son Lesley y Cuatro, pero él supervisará todos los entrenamientos. Tras varios minutos, los iniciados comienzan a impacientarse. Laimute llama al orden con una voz firme, mucho más de lo que recordaba.

- Os dividiremos en dos grupos, uno de veinte personas y otro de veintiuna. Los de los dormitorios A y B entrenaréis por la mañana y los del C y el D por la tarde.

Laimute guarda silencio y el murmullo comienza de nuevo en la sala. Yo estoy alojada en el dormitorio A, así que tendría que entrenar por la mañana. Brenda me da un codazo y puedo ver cómo Laimute pierde la paciencia.

- ¡Silencio! - Grita Laimute. - Los de los dormitorios C y D, ¡fuera!

La gente comienza a salir despacio, pero no dejan de protestar y preguntar. Al parecer nos les ha parecido bien que los hayan despertado temprano para nada. Lesley también se va. Eso significa que nuestro instructor será Cuatro, ha debido de organizarlo él. A Laimute también le debe gustar la idea de ver a Cuatro instruirme, en caso contrario se habría opuesto. Nos quedamos sólo los dormitorios A y B. La sala ahora parece más grande.

- Bien, antes de comenzar con la sesión de entrenamiento os explicaré el procedimiento. Sois 41 iniciados, sólo pasaréis 20. - Un murmullo crece en la sala. - Silencio. Tenéis suerte, normalmente siempre han pasado sólo 10.

La voz de Cuatro suena como la de un instructor, firme y fría. Es posible que antes sólo pasaran 10, pero también es cierto que el número de iniciados sería mucho menor que ahora, pues se realizaba cada año. Sin embargo, no quiero meterme en líos y no quiero meter en líos a Cuatro, así que guardo silencio. El proceso de iniciación será más duro de lo que esperaba y ahora sé que el documento mentía, no pretenden deshacerse del 50% de la población, sino del 75% por lo menos. Los informes, la subida y la bajada del tren,... todo está destinado a "eliminar" iniciados.

- Lo primero que haréis será aprender a disparar. - Continúa Cuatro. - Coged un arma de la armería.

Nunca he disparado un arma, aunque las he visto. Sin embargo, lo que utilizaban contra mí no eran pistolas, no de las balas, al menos, pues a nosotros no nos querían muertos, nos querían controlados. Cuatro se cruza de brazos y espera. Como nadie se mueve, lo hago yo. Varias personas también caminan, así que no soy la primera en llegar a la armería. Todas las pistolas son iguales, así que, afortunadamente, no tenemos que elegir, y digo afortunadamente, porque no sabría cuál escoger. Mientras hacemos una fila para recoger la pistola, Cuatro sigue explicando.

- La iniciación consta de tres etapas. Mediremos vuestro progreso y os clasificaremos de acuerdo con vuestro rendimiento en cada una de ellas. Las etapas no tienen la misma importancia para determinar la clasificación final, así que es posible, aunque difícil, mejorar drásticamente la posición.

Otro comienzo más (fanfic saga Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora