Marvin, tras echar un vistazo a su despacho y a sus ocupas, nos dice, de muy mal humor, que salgamos todos fuera. El primero en salir es Laimute. Supongo que si le queda alguna coartada es la de que estaba allí ayudando a Marvin, así que no querrá enojarlo (aún más). Yo me quedo observando a Tobías, como si pudiera leer su mente y entender lo que pasa. Tras unos segundos, yo también abandono el despacho. Me sitúo a una distancia prudencial de la puerta del despacho. No hay nadie más. Tobías tarda unos minutos en salir, supongo que le estará pidiendo explicaciones a Marvin o le estará contando que es sospechoso de algo. Quizás le esté diciendo que yo he sido la que lo ha advertido a él de que Laimute estaba aquí. Eso podría ayudarme a recuperar la confianza de Marvin o hacerla perder por completo. Tobías se dirige hacia mí, pero apenas me mira, lleva las manos en los bolsillos y anda muy deprisa. No creo que tenga intención de detenerse. Así, me coloco delante de él, haciéndolo frenar.
- Tobías, espera.
Sin embargo, él no dice nada, simplemente me esquiva y se va, sin apenas mirarme. Quería contarle que Laimute me mandó a buscar a Vernon, lo que puede convertirlo también en sospechoso. Quería preguntarle qué le ha dicho Marvin, o Zeke, o qué demonios está pasando. Pero, ¿por qué iba Tobías a contarme nada de eso? Bueno, creo que le he ayudado bastante, lo mínimo que me merezco es que se detenga a hablar conmigo, ¿no? Ahora soy yo la que se siente furiosa.
Me obligo a tranquilizarme, furiosa no pienso con sensatez. Si Tobías no quiere hablar conmigo por ahora, tengo que intentarlo con Marvin. Me dirijo de nuevo al despacho y llamo a la puerta. No contesta nadie, así que insisto una vez más. Finalmente, Marvin me da permiso para entrar.
- Señor, ¿qué ocurre? – Digo en tono de preocupación.
- No lo sé. – Dice Marvin, y suspira.
De alguna forma sé que me dice la verdad. Entonces recuerdo que Tobías dio por hecho que Zeke y los demás no sabían lo que planeaban esos mendigos organizados, y Zeke se lo confirmó. No soy tonta, sé que deben saber mucho más que yo, pero también creo que nadie conoce el alcance de lo que realmente ocurre.
Marvin me da el resto del día libre. Ya casi es la hora de almorzar y el ajetreo del día me ha dado hambre, así que me dirijo directamente al restaurante. Es temprano, así que no creo que me encuentre con Tobías. Además, encontrármelo tampoco me garantiza que vaya a hablar con él. El almuerzo trascurre tranquilo. Acepto sin dudarlo el postre que me ofrece el camarero, Dash. Mientras saboreo un trozo de tarta, Tobías entra al restaurante con una chica. Me sorprende bastante, pues Zeke dijo que era raro verlo con una chica. Quizás sea una compañera de trabajo o que quizás Zeke exageró para ruborizarme. La chica es guapa, tiene la piel oscura y el pelo negro cortado a la altura de la barbilla. Se sientan en una pequeña mesa casi enfrente de mí. Cuando Tobías me localiza, mantiene la mirada fija en mí un par de segundos. La chica se vuelve y me mira descaradamente. Después, ambos vuelven a mirarse el uno al otro y veo que Tobías sonríe. Vuelvo a sentirme furiosa, no sólo por el hecho de que Tobías esté con una chica, sino porque me ignora de nuevo. Al parecer no soy digna ni de que me dirija un saludo. Me termino la tarta lo más rápido que puedo, me levanto y voy hacia la salida del restaurante, sin saber a dónde iré ahora. Al pasar por su mesa ni siquiera los miro. Me detengo un segundo en la puerta y miro hacia atrás. La chica está mirándome y lanza una pequeña risotada burlona. Salgo de allí aún más furiosa.
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Otro comienzo más (fanfic saga Divergente)
Fanfic**SPOILER** * Esta historia contiene datos importantes de la saga Divergente de Veronica Roth.* Una chica llega a Chicago huyendo de su pasado, pero no llega en el mejor momento. Cuatro y sus amigos tendrán que ayudarla a la vez que evitan que la ci...