Día 4.1

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-¡Se lo que vi! ¡No estoy loca!- gritó ella mientras nadaba hacia la orilla, alejándose de él lo más rápido que podía.

Estaba amaneciendo, la luz se veía blanca y limpia, pero él no se tomó el tiempo de apreciar eso

-¡No estoy diciendo que lo estés, solo digo que yo no vi nada!-

-¡Te juro que estaba allí! ¡Te lo juro!- gritó ella sin mirarlo empezando a sentir ganas de llorar por la impotencia

-Támara, por favor ven- dijo el tomado el tobillo de su esposa para arrastrarla hacia el, ella soltó un sollozo pero se dejó llevar hasta que estuvieron cara a cara.

Las lágrimas de su cara se escurrían y se perdían en el lago, haciendo que sus sentimientos empezaran a perdder importancia, pero aún sentia  la necesidad de probarle que en verdad la había visto, que ella necesitaba ayuda.

-Yo...- susurró ella siendo inmediatamente interrumpida por su llanto, él tomó su cara y limpio sus lagrimas con competa delicadeza, sintiéndose mal por decirle la verdad.

-Nena... Te juro que no hay nada allí, te lo juro por mi corazón- la chica dejo de llorar pero no dejo de sentirse triste.

En verdad no había nada, solo era ella y su tonta mente la había engañado de nuevo.

Se sentía tan tonta.

Nothing was the same 2.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora