Estaba todo oscuro. Cerré los ojos. Los volví a abrir, pero seguía sin ver nada Yo seguía intentando gritar pero no podía. Tan solo habían pasado 5 segundos, pero para mi habían sido 5 minutos enteros. También había intentado morder la mano que me tapaba la boca, pero por mucho que abriera y cerrara la boca, no conseguía morder nada. Era como si el aire me sujetara. Pero yo estaba segura de que lo que me sujetaban eran manos. Al ver que lo había intentado todo, volví a intentar gritar, pero nada. Y a los 7 segundos...
-Shhh...- pude oír a alguien susurrar en mi oído.- te soltaré si no gritas- Esa voz... No me sonaba de nada, pero gracias a ella puede deducir que mi "secuestrador" era un chico. Me estuve quieta, esperando. Pensaba gritar en cuanto me soltara, pero eso a él no se lo iba a decir.- Vale- y me fue soltando poco a poco, aunque solo la mano que me sujetaba la boca y me impedía gritar.
-¡Pero que...!- comencé a gritar, pero no puede terminar porque enseguida me volvió a tapar la boca.
-Sabía que no debía soltarse. Ya me lo advirtió. Debería haberlo hecho a mi manera desde el principio- ahora parecía que estuviera hablando más con el mismo que conmigo. Lo cierto es que tenía una voz muy bonita.
Sentí de nuevo como unas manos me arrastraban hacia atrás, y un pequeño escalofrío. Instintivamente cerré los ojos. De repente, sentí el calor del sol. Abrí los ojos. Estábamos fuera del patio. Más concreto, estábamos detrás de la pared del patio. Nunca había estado allí, principalmente, porque era imposible pasar allí. Imposible por dos razones:
1.No estaba permitido pasar más allá de los melocotoneros que tenía plantados en el huerto
2. Había un vació enorme que no se podía saltar entre lo que había detrás del huerto y esa parte de detrás del patio.
El instituto había tenido obras detrás suya durante 5 años y les habían quitado parte del terreno. En esa parte del terreno (y en la que ya tenían también) excavaron muy hondo (más de 10 metros hacia abajo), pero se quedaron sin presupuesto y no pudieron nivelar el suelo del campo de fútbol que iban ha hacer. Así que ahora parecía que nuestro instituto flotara en el aire por un lado, ya que como no nivelaron el suelo tenemos al lado un campo de fútbol a unos 10 metros más abajo que el instituto (al campo de fútbol se accede con un ascensor y aunque parezca imposible, el campo, está al aire libre). Y el hueco que hay entre la parte trasera de huerto y en la parte en la que me encontraba, eran los vestuarios (estos estaban cubiertos). En resumen, la única forma de pasar allí era...traspasando la pared del escenario tal y como me había dicho la madre de Edrik. Pero entonces, ¿como habíamos acabado allí? No había explicación lógica. Y entonces, me soltó. Me soltó sin más. Y además añadió:
-Mira que eres cabezota.- Estaba un poco sorprendida y me quede paralizada. ¿Por que me había soltado? ¿Es que no me creía capaz de escaparme? Pero 5 segundos después comprendí que era una pregunta muy tonta: no podía escaparme porque para ello tendría que o saltar los vestuarios o una casa entera. Simplemente no podía. Y allí estaba yo, enfrente de la pared, y el extraño desconocido alias "secuestrador" que... Entonces me percate de que no le estaba prestando la más mínima atención. Y ahí reaccione. Me gire para ver qué estaba haciendo. Estaba haciendo una especie de dibujo en la tierra.
-No intentes escapar, no hay salida. A no ser que seas Spiderman y puedas saltar un montón. En el cual caso si la hay- ¿me decía a mi? ¿Pero que se creía, que estaba tonta y no me había dado cuenta ya?
-¿Hablas conmigo?- le pregunté más en tono tonto que en el tono arrogante que quería conseguir. Paro de dibujar en la tierra y me miró.
-Si- a él si que le salía muy bien el tono arrogante- ¿Con quien mas crees que puedo estar hablando?- miro a los lados burlándose de mí. Y en ese momento en el que me fije en su ropa y en su cara me di cuenta de que ya lo había visto antes. ¡Era el chico de la capucha al que había seguido! Esto era venganza, seguro. Y debí mirarlo con cara rara porque me dijo (en ese tono arrogante que tan bien se le daba):
-¿Por qué me miras con esa cara?- mire el dibujo que había en la tierra. El volvió a ponerse a dibujar después de soltar un suspiro. Estuvimos apenas un par de segundo en silencio.-Al menos podrías ser de utilidad y ayudarme, ¿no?
-¿Porque debería ayudarte?- ¡vaya! Ahora si que me había salido bien el tono arrogante. El misterioso chico soltó otro suspiro
-Anda, pásame el cuchillo. Lo tienes a un par de metros, a tu derecha
-¡Ah! Así que me secuestras, me arrastras fuera de la feria, ¡y encima! Tengo que ayudarte y estarte agradecida- vale, ahí había abusado de mi poder arrogante. El paro de nuevo y se puso recto
-Primero, no te he "secuestrado"- hizo unas comillas con los dedos- y segundo, tampoco te he dicho que tengas que estar agradecida, solo, que ya que estas, podrías ayudarme. Simplemente pasame el cuchillo que tienes a tu derecha. Si la señorita es tan amable, ¡claro!- me había convencido, así que cogí el cuchillo de mi derecha y se lo pase. Y para fastidiarle un poco se lo pase de punta. Pero fue listo, y lo cogió por el trozo de mago que yo había dejado libre. Y una vez cogido se agacho de nuevo para seguir dibujando. Ni un gracias
-¿Sabes? Un gracias o un por favor, de vez en cuando, no mata a nadie- le reproche
-Lucy, eres cabezota- susurro. ¿Lucy? Yo no era Lucy, esa era mi hermana.
-Yo no soy Lucy- le dije- es mi hermana- susurre (creo que eso último no lo escucho)
- Yo no he dicho Lucy- me contesto el con su toque arrogante que le caracterizaba
-Si, sí lo has dicho, no estoy sorda- Se levantó, se puso en frente mía. Estaba tan cerca que casi podía sentir su aliento.
-No, he dicho Dayana-y me cogió el brazo, lo extendió, abrió mi mano y me hizo un corte. Me apretó la mano y me arrastro más cerca del dibujo para que cayeran unas gotas de mi sangre en el círculo central que había dibujado.- Espero que no te duela mucho- Luego me aparto un poco. Entonces, me fije en lo realmente guapo que era, con su pelo negro azabache y sus ojos azul grisáceo, con los que parecía que podía atravesarme. Y también me fije, en que lo que había dibujado era un triángulo, con un círculo en cada punta y uno en el medio, y en cada círculo una especie de símbolo dentro. El círculo del medio tenia unas manchas rojas encima de su símbolo, era mi sangre. Después, vi como él también se cortaba en la mano y ponía su sangre en el círculo del centro. Cuando las gotas de sangre cayeron el en círculo, todo el dibujo se iluminó, y parecía que sobresaliera de la tierra. El se coloco dentro del triángulo y dijo:
-Ven- yo entre en el triángulo también, un poco insegura porque no sabía lo que iba a pasar)- Tu primero- dijo. Y salió del triángulo.
Lo último que recuerdo es una luz muy fuerte ante lo cual, como en un acto reflejo, cerré los ojos.
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Destiny #FFAwards
Fantasy¿Casualidad o Destino? ¿Suerte? La verdad, no lo se. A mi me gusta pensar que las cosas suceden por alguna razón, una que no podemos manipular a nuestro gusto, una que, al principio, puede parecer invisible e incluso inexistente. Pero que al final...