14.Una visita guiada con el diablo

56 6 0
                                    

Paul me llevó primero a visitar las aulas de clase, que la mayoría eran al aire libre. Dijo que me tenía que ir acostumbrando a estar por ahí, ya que la mitad del tiempo lo iba a pasar en clase. La verdad es que todavía no me hacía a la idea de tener que estar allí, y mucho menos, que yo, o cualquiera de los presentes en esa academia, tuvieran...poderes, o lo que fuera que se suponía que tuvieran. El caso es que si yo estaba allí era porque también tenía esos poderes extraños.

- Y ahora serás buena chica, y te estarás callada hasta que lleguemos a la cafetería- dijo Paul sacándome de mis pensamientos. Durante todo la visita Paul, había estado siendo un auténtico...idiota, cretino y muy arrogante (por no decir otras cosas...). Ahora encima me trataba como una perra, y yo tenía que hacerle caso, ¡ni de coña!

- A mi no me trates como a un perro

- Mira, para mi esto tampoco es agradable. Yo ni siquiera quiero estar aquí- ¿me lo parecía a mi o nuestra relación empeoraba por momentos? ¡Pero que le había hecho yo para que me tratase así!

- Ni yo estar contigo, supongo que los dos nos tenemos que aguantar.- le dije lo más borde que pude.

-Lo que tu digas...- ¿lo que yo diga? No podía ser. Llevaba todo el camino hasta entonces recorrido(que no había sido mucho) siendo un idiota integral y un arrogante, ¿y ahora era lo que yo decía y se iba a callar, así sin más? Demasiado bonito para ser cierto. Y claramente, lo era. En seco, paró de andar y me empujo contra un árbol cercano (el camino estaba lleno de ellos, era como andar por un bosque con un sendero en medio, sólo que con muchos más caminos secundarios por los que perderse). Mi espalda tocó en tronco del árbol y él apoyó sus manos en el tronco, a cada lado de mi cabeza. Él era más alto que yo. Si hubiera querido besarle, que claramente no quería, me hubiera tenido que poner de puntillas para poder llegar a su boca:

- Yo no sé qué te has creído que pasaría cuando llegarás aquí- Verdaderamente Paul era muy guapo, y más de cerca. Sus ojos de un azul grisáceo eran todavía más bonitos de cerca, que encajaba perfectamente con el tono de su pelo negro azabache. Muy guapo. Más incluso que aquel extraño de la nota de esa mañana. Estaba más atenta a mis pensamientos sobre lo guapo que era que a lo que me estaba diciendo- ¡pero sí ni siquiera me escuchas!- acerco más su cara a la mía, ahora casi lo podía rozar- ni tu ni yo queremos estar aquí, ¿vale? Si te estás callada será mejor para los dos y podremos acabar antes. Así tu podrás ir a perderte por ahí- seguramente me perdería, esa academia medio al aire libre tenía más caminos que Howard ( la academia de la película de Harry Potter)cuando se movían las escaleras. Paul se separó de mí y se dispuso a seguir andando. Pero yo no podía dejarle ganar, iba a resultar que si era cabezona. Salí del shock en el que me encontraba, apoyada en el árbol, me dispuse a seguir con la pelea mientras andábamos:

-¡Para empezar, yo no quería ni tan siquiera llegar aquí!- le grité cuando todavía no había llegado hasta él, me pare. El también se paró y se giró. Vino hacia mi, pero yo seguí hablando antes de que él pudiera abrir la boca. Volvíamos a estar muy cerca aunque no tanto como antes

- Tu me arrastraste aquí. No se nada de aquí, lo único que sé es que no puedo regresar. Y tú tampoco es que estés siendo de ayuda con tu actitud arrogante de "todo me resbala, me creo guay" y "tengo cosas más divertidas que hacer"

- Llevo aquí 3 años

- Pero con la cantidad de clases que te has saltado, es como si sólo hubieses estado medio- le corte. Le di donde más dolía

- ¡Ves! Tú tampoco es que tengas una actitud muy receptiva.

- ¡Empezaste tu! Secuestran y sacándome de la feria, con tu actitud arrogante y tu "tu solo pásame el cuchillo". Y no se cuál es tu problema, yo no te he hecho nada.

-¿Mi problema?

- Aja

- ¿Tu quieres saber cual es mi problema?

- Si venga va, lo estoy deseando- empezamos a hablar a la vez, estábamos como gritandonos:

- ¿Estás segura?

- Si lo estoy

- ¡Mi problema eres tu!- grito más alto que yo de manera que dejamos de gritarnos a la vez sin escucharnos mutuamente, y pasamos a mantener "un diálogo normal" aunque casi gritandonos:

- ¿Yo?- pregunto con falsa sorpresa

- Si, tu. Tu sola existencia ya es un problema

- Un problema dice...

- Por tu culpa tuve que volver al estúpido mundo mundano- ¿mundano? Eso sonaba a humano, y tenía sentido en la oración, así que no pregunte y considere esa acepción. Estaba segura de haberla oído antes, en una película...- Si tu no...- empezó a decir, pero yo le corte. No me apetecía discutir con el:

- Oye, ¿por qué no empezamos de nuevo?

- ¿De nuevo?

- Si, de nuevo

- Así que la pelirroja con carácter quiere empezar de nuevo...

- Si,la pelirroja con carácter quiere dejar de discutir con el idiota que parece un niño pequeño con un berrinche porque no le han dado el juguete que él quería

- ¿Niño pequeño?

- Si, eso es lo que he dicho. ¿Ahora también estás sordo?

- Vamos a dejarlo porque esto va acabar mal...

- ¿Mal?

- ¿Quien es la sorda ahora?

- No es sordera, es incredulidad. No creo que esto puede acabar "mal". Al fin y al cabo, lo de los niños son berrinches, nada preocupante. Inofensivos

Entonces se apartó y siguió caminando. Esta vez se había quedado en un empate. Me decidí a moverme también.

- Date prisa, todavía nos queda más de media academia por recorrer.

Paul giró en una esquina. Le perdí de vista

- Esto se me va hacer eterno...- susurré, no quería empezar otra pelea

-¡Te he oído!- gritó desde la lejanía. Entonces giré también y ya podía verle de nuevo.

Lo que yo decía, eterno.

Destiny #FFAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora