-004

2.1K 212 65
                                    

Caen, Francia
Mayo 15 del 2016

El castaño de mirada esmeralda sonreía. Junto a él, una muchacha de cabellos dorados quien segundos atrás había contado una anécdota verdaderamente chistosa. Al rededor de ellos, pasto verde y húmedo iluminado por el ocaso. Y bajo ellos, corceles cuyos dueños eran nada más y nada menos, que sus mejores amigos.

Todo apuntaba a que era una cita. Una cita arreglada por sus amigos, por supuesto.

–¿Y tú te le reíste en la cara?

–Como por una hora –respondió ella–. Pero como vi que estaba enojada conmigo, prendí el televisor y busqué algun programa de comedia. Fingí que me reía por eso, pero era por Ruth.

–¡Pero se cayó de las escaleras y estaba llena de sangre! –Le reclamó el castaño, aún sonriendo. –¿Cómo te le vas a reír en la cara? ¿Qué era tan gracioso?

A su compañera le gustaba reírse de la desgracia ajena. Y esa anécdota dejaba más que claro eso.

–No lo sé... Supongo que solo soy mala persona... –Repentinamente, su humor se desvaneció, dejando un hilo fino de incomodidad entre ambos. El ambiente de repente pasó a sentirse tenso y con cada segundo, ambos deseaban pronto llegar a la hacienda.

Pero después de unos segundos más de galope, el muchacho fue el primero en hablar.

–Claire

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

–Claire.

–¿Mm?

–No eres mala persona.

Ella no respondió, solamente se limitó a asentir. Pero después, por lo bajo dijo: –Gracias, Harry.

Y ambos empezaron a guiar a sus caballos de regreso a la hacienda a trote, realizando una pequeña carrera entre ambos. Pero fue cuando, en medio de risas y empujones, escucharon un disparo estrepitoso, obligándolos a deternse bruscamente.

Pulcro, fuerte y haciendo eco en sus oídos. El sonido provenía de más o menos 300 metros más al sur, adentrándose al bosque. O al menos el instinto de Harry eso determinaba. Ambos se miraron y negaron, como queriéndose decir que no había sido nada importante y que quizás se trataba de alguien en plena cacería. Así que continuaron avanzando. Pero entonces se escuchó un grito y con él, un segundo disparo. Harry tomó las riendas del caballo y lo detuvo, y después de escuchar nuevamente los gritos decidió sin duda, galopar en esa dirección, consciente de la damisela detrás suyo.

–¡Harry, ¿qué estás haciendo?!

–¡Vuelve a la hacienda y dile a Sam que traiga un revolver! –Ella dudó si debía obedecerlo y dejarlo adentrarse en los pantanos, cosa que él notó-. Estaré bien, ¡ve!

–¿Q-Qué vas a hacer? –La pregunta escapó de sus labios.

El castaño no respondió de inmediato. –Solo vete. ¡Ya ya!

New Generation » One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora