Cuando un viajero en el tiempo alerta a la sede del gobierno británico que una invasión alienígena está en camino, naturalmente no le creen.
Sin embargo, las cientas de pruebas que dejó con ellos dejaron muy en claro lo contrario. No podían haber c...
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Jeremy Renner como agente Renner
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3 SEMANAS DESPUÉS
"M" era el sobrenombre clave de la subdirectora del Servicio Inteligencia Secreta Británica (MI6)
Abogados, policías, detectives, sargentos, agentes especiales y espías de campo estaba todos bajo su mando. Informantes altamente calificados y oficiales bien preparados dependían de toda decisión que ella tomase. Pues nada podría ser si quiera tomado en cuenta si no pasaba por ella y le daba "el visto bueno".
Un puesto importante, sin duda.
Su nombre real era Marshall Patrick Mendes y se encontraba en su oficina, leyendo un documento sobre un reciente escándalo policial y bebiendo con ello una taza de té verde. Parecía ser solo otra tarde común y corriente en la capital de Inglaterra. Pero su tranquilidad se vio brutalmente irrumpida cuando el agente especial Michael Renner entró a la habitación de repente, alarmándola.
M enfureció.
—¡Agente Renner! —gritó, buscando no derramar su taza. —Si vuelve a hacer eso, le juro que lo despediré a usted y a todo este inútil personal de seguridad que...
—Con todo respeto, subdirectora. Creo que debe ver esto. —Comunicó el castaño en un tono bastante educado, muy contraste a su repentina interrupción y a la expresión en su rostro.
Marshall no dejaría pasar el incidente por desapercibido, pero tampoco se iba a poner a reclamar frente a la evidente expresión de angustia que llevaba el rostro de su agente. Por lo que dejó la tasa de té en la mesa, se puso de pie y empezó a caminar fuera de su oficina a paso apretado, exigiendo una explicación en el camino. Renner, sin saber muy bien por dónde iniciar, le resume todo en que, un individuo intentó entrar a las instalaciones, lo detuvieron y él empezó a balbucear estupideces sobre el futuro.
—Es un loco, déjenlo ir con una multa y tres días en prisión. —Fue la respuesta de M ante la situación.
Recorrieron la mitad del pasillo lleno de guardias y doblaron a la derecha para dar con el ascensor. Ingresaron y éste cerró. Esa no era la respuesta que Michael quería.
—Creo que eso no será posible, M. —recalcó, hablando en segunda persona ahora sin la presencia de los guardias.
Ella frunció el ceño. —¿A qué te refieres con eso? Y por favor de una buena vez deja de balbucear... —Lo observó presionar el botón DH y supo por ese hecho, que algo estaba mal. —¿Hay algo más sobre este hombre no es así?
Michael titubeó antes de recordar el extremo sello de confidencialidad que ameritaba el caso y que ni el mismo ascensor era un lugar seguro.
—Sí. –Se limitó a decir. —Pero debe verlo usted misma.
El ascensor se detuvo y abrió sus puertas. Los uniformados y oficiales de policía estaban todos alineados a la espera de la Sub-directora del MI6. La habitación a la que se introducía era la misma que la llevaba al SRA (Área de Retención Especial), la cual se era usada por primera ocasión en tres años. Esa área era solo para retención de máxima seguridad.
Una fila de soldados navales se extendían a lo largo del pasillo a su derecha, tras ella dos agentes la cubrían y cuatro al frente la escoltaban. Renner a un lado de ella.
M se preguntaba si alguna clase de monstruo andante la esperaba al final pasillo y si iría a necesitar de un arma propia.
Había silencio, el único eco que se escuchaba era el de los tacones de la mujer, hasta que pronto una voz masculina cubrió ese espacio uniéndose a ella.
—Agente especial al mando y Sub-Directora del MI6 —Saluda formalmente un treintañero bajo, de cabellos castaños y en uniforme militar. Un rostro bastante familiar para M.
—Coronel Wesley, que alegría verlo por aquí. —Sonrió, con un deje de sarcasmo y estrechó su mano mientras atravesaban el pasillo—. Me acaban de informar que un vagabundo intentaba entrar al edificio ¿y reúnen a todo un equipo especial para ello?
Wesley rió por lo bajo antes de doblar a la derecha y llegar a una bóveda gigante. Renner se acercó a la misma, introdujo su tarjeta de identificación y después colocó una complicada contraseña. Utilizó sus dos pulgares como huellas digitales y luego la computadora solicitó su reconocimiento de retina.
M se arrepintió de haber colocado un sistema de seguridad tan complicado y más aun que lo hayan nombrado a él jefe de seguridad y guía de protocolo cuando debió haber sido ella. Ella lo merecía más la clave de esa bóveda.
Era por eso que odiaba tanto a Renner, y viceversa.
Se escuchó un estruendoso sonido que señaló: la puerta está abierta. Despacio se introdujeron sólo los tres de a poco y llegaron al cuarto de monitoreo de la SRA. Únicamente tres científicos mecánicos estaban ahí en estudio y espera de las autoridades. Una vez que la puerta se cerró, el sello de altamente confidencial se abrió y la información llegó en cuestión de segundos, y con ella, Bruce Neil.
—Sub-Directora, Coronel, Agente Renner —soltó en rubio—. Estuvimos en periodo de espera y el individuo no ha hecho movimiento alguno, lo monitoreamos y todas sus condiciones físicas parecen ser %100 estables, lo que nos hace creer que controla sus alteraciones.
M ya se daba una idea de lo que pasaba cuando se acercó al gran ventanal a observar. El individuo que estaba siendo analizado no aparentaba ser más allá de un hombre que acababa de pelar por su comida. Pero las apariencias engañan.
—¿Qué es?
—Un modificado —Declaró Renner, buscando el control manual de la súper computadora e introduciendo el video de seguridad que había captado el ataque reciente en el edificio.
Las imágenes eran inentendibles, a pesar de ser de alta resolución. Veía a un montón de soldados y guardias atacando un mismo punto focal que no tenía forma o dimensión. Era como si fuese invisible, pero pronto comprendió, pasando cuatro por cuadro, que se movía a una velocidad verdaderamente asombrosa. Finalmente, termina por ver como cae electrocutado.
—Su velocidad es verdaderamente increíble.
—No es lo que importa. Lo que importa es que atacó las instalaciones y que hay que saber por qué —Señaló M—. Pónganme en alta voz.
***** Holi
Lo sé, muy corto y aburrido para tremenda espera ¿no? En seguida sale la segunda parte :) Las extrañé muchísimo.