Volver a encontrarnos

Parte 6

-Sorprendente Yuu-san- Gritó Shina observando el examen que orgulloso mostraba el ojiesmeralda, por fin después de tanto estudiar podía relajarse y disfrutar de la libertad de dormir por las noches, cosa que no hacía desde la semana pasada, pero gracias a Yoichi y su gran facilidad de comprensión pudo aprender todo lo que por un mes ignoró.

-Todo esto es gracias al adorable de Yoichi- dijo sosteniendo la cabeza del castaño entre brazos para después pasar sus dedos por las cafés hebras revolviéndolas en un gesto amigable.

Sin embargo el escarmiento de la universidad no le bastaba para aprender la lección incluso después de cuatro años repitiendo la misma tortura cada mes. Levantarse temprano, lavarse los dientes, bañarse, arreglarse, desayunar a la velocidad de la luz, lavarse los dientes otra vez, escuchar a Guren y su sermón de "madrugar un poco mas" no le había ayudado a aprender la lección, debía madurar y ser más serio con las cosas que hace, pero parecía que le entraba por una oreja y le salía por la otra (o eso decía Akane cada vez que este se quejaba con ella) <<Como sea>> pensó hundiéndose en el cómodo sofá de la sala de estar tomando el control del videojuego y perdiéndose en el deleite de no tener presiones para esa tarde, después de todo seria hasta la siguiente semana que tendría que hacer tareas ya que la semana de recuperación para aquellos que habían reprobado había comenzado. Yoichi le observaba desde la cocina mientras preparaba algo para almorzar, esta vez se sentía aun más orgulloso de los logros del pelinegro puesto que ya se había acostumbrado verlo pasar con ocho punto cinco, pero sorprendentemente había conseguido obtener un diez perfecto y lo que más le alegraba era verlo disfrutar después de una larga y dolorosa agonía con Guren regañándolo a más no poder. Estaba totalmente seguro que el siguiente mes sería lo mismo pero por lo menos había tenido un gran avance.

-Oe Yoichi, esto se hace aburrido, ven a jugar-

-Pero Yuu-kun, deberías estudiar un poco más para estar preparado para el nuevo modulo de la siguiente semana-

-Tsk, no me hagas esto, anda ven a jugar conmigo-

-Yuu-kun- se quejó para después quitarse el delantal y acercar un refrigerio al de cabellos azabache, una vez mas era arrastrado a los caprichos de su hermano adoptivo sin siquiera rechistar.

La tarde pasó sin ser notada y pronto llegó Guren notablemente relajado, es mas había comprado los postres favoritos de sus dos hijos sin que se lo hayan pedido tal vez porque su sexto sentido de papá había avisado sobre los buenos resultados (Aunque de Yoichi se lo esperaba). Saludó efusivo mientras una ambiente de "buena familia súper unida" aparecía en el lugar mientras chispas de colores adornaba de arriba abajo haciendo que los dos chicos corrieran a encontrarlo dando la bienvenida y preguntando como había sido su día llamándolo incluso "papá" y no Ichinose-san o Guren. El mayor solo trataba de calmar el bombardeo de preguntas con sonrisas y suaves "ya ya, papá no puede entender lo que dicen si hablan a la misma vez" o "Tranquilos niños, papá escuchará todo lo que quieran decirle".

Una vez recuperados de sus espantoso y empalagoso momento Yuu escuchó de labios de Guren lo orgulloso que lo hacía sentir cuando tomaba las cosas enserio haciéndolo sonrojar, pero no pudo evitar el abrazo que el mayor le dio perdiendo la cordura ante tanta satisfacción hasta que en cierto momento el castaño recordó que habían olvidado preparar la cena por pasar la tarde jugando.

-Vallamos a cenar afuera- dijo Ichinose poniéndose de pie ante sus dos hijos quienes se compartieron una mirada de confusión y es que muy rara vez Guren tenía ganas de salir después de llegar de trabajar. -Deprisa, vallan a prepararse-

Una vez en el lujoso lugar los tres hablaban de lo bien que les había ido en el día, incluso Yuu pudo hablar de Akane sin que el mayor le echara en cara que debía olvidar a su antigua familia y solo pensar en Yoichi y el, es más, hasta había alagado el buen gusto de la chica al ayudar a Yuuichiro a escoger la ropa a utilizar esa noche por vía telefónica. Yoichi observó callado la tierna escena familiar que hacían los tres en aquel lugar, justo como padre e hijos y se sintió jubiloso al poder pertenecer a ese ambiente, justo ese mes sería el aniversario luctuoso de sus padres y hermana por lo que, al pasar de los días, su ánimo decaía. Todos lo sabían, Akane, Shinoa, Mitsuba, Yuuichiro, Kimizuki, y Guren y quizá por eso este ultimo había decidido cambiar un poco las cosas y dar más momentos felices al castaño, y eso llevaba en el paquete a Yuu.